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Escrito el 10 mayo 2018
La historia del fútbol chacrense se remonta hacia principios de la década del veinte, ya que en 1921 se funda el Club de Chacras.
Pero pasaron bastantes años más antes de inaugurar la cancha, para la que colaboró toda la comunidad de entonces. Según nos contaron don Modesto Nuñez y Pepino Savoy, los hombres se iban a trabajar al terreno luego de sus jornadas laborales y las mujeres iban a cebarles mate o a llevarles algún alimento. Cada uno en su oficio colaboraba voluntariamente. El corredor de autos Pedro Yarsa emparejó los terrenos. Don Máximo Dallapé y Don Luis Riveyro hicieron los cimientos y las paredes. En lo de José Elaskar se cepillaron los tablones para las tribunas. Ellos son algunos de los tantos que trabajaron para que el sueño de la cancha propia se hiciera realidad.
Don Pedro Galasich era el encargado de cuidar la cancha y de que nadie se colara. La cantina estaba a cargo de Don Emilio Fiorentini que “pasaba los domingos en bicicleta con la bolsa del pan para hacer los sandwichs de miga”, contaba Dolly Frites de Savoy, quien se encargaba de destacar que las mujeres no estaban ajenas a la celebración del fútbol: “Los domingos eran días de fiesta. Ya en la mañana estábamos cambiadas. Mi mamá hacía la comida temprano para irnos a la cancha. Cuando jugaba Chacras contra Drummond poníamos los santos para abajo y llevábamos tréboles de cuatro hojas”.
La vista panorámica nos muestra cómo era el escenario de los partidos de fútbol a mediados del siglo pasado, los grandes convocantes sociales de la época en nuestros pagos, anterior a la construcción del estadio.