Archivo | marzo 26th, 2018

Silvana Villalobos: La mujer DT en boca de todos -->

Silvana Villalobos: La mujer DT en boca de todos

La entrenadora de Boca Juniors de Bermejo en el torneo Federal C disfruta de una excelente campaña.

Por José Félix Suárez – Especial para Correveidile

“Esta es la alegría más grande de mi vida”, reconoció  entre  lágrimas Silvana Villalobos la tarde del 7 de agosto de 2016 cuando Boca Juniors de Bermejo venció 4 a 0 a Real Mendoza y se consagró campeón del torneo de Primera División B de la Liga Mendocina de Fútbol.

Foto: Orlando Pelichotti

De ese modo adquirió el derecho de participar en 2017 del círculo superior donde compite con el antecedente del sub-campeonato obtenido el año pasado luego de una sorprendente campaña. Aquel título en el historial del club de Guaymallén llegó después de casi 60 años de larga espera, y  trajo el emocionado recuerdo de aquella vuelta olímpica de 1957, la única en primera división.

“La Colo”, como se la conoce en el ambiente futbolístico, desde los 15 a los 34 años fue delantera  de Las Pumas de Las Heras y luego DT de la misma  entidad, la más señera y pionera de la práctica del fútbol femenino en la provincia, se convirtió en la primera entrenadora a nivel nacional en lograr un campeonato oficial con un equipo masculino.

Silvana, como más de una vez ha contado, eligió desde pequeña jugar a la pelota con los varones,  y no a las muñecas con las otras chicas del barrio San Francisco del Monte, donde residía con su familia.

A tanto llegaba su imaginación, que relataba en voz alta partidos, jugadas y hasta goles que la conmovían. Incluso eligió el fútbol pese al deseo de su mamá de que practicara básquetbol o patinaje artístico.

Con el paso del tiempo ese gran amor de la infancia se hizo realidad: primero como delantera -marcó 300 goles durante toda su campaña- y luego como entrenadora egresada en el 2010 del IEF con el título nacional. Demostró además ser una gran profesional, líder y exitosa, muy seria y responsable, buena compañera y consejera, en un ambiente difícil y hasta ingrato, machista y exclusivo de los hombres  durante años.

Tan solidaria que dona su sueldo para ayudar a que el club pueda comprar camisetas y medias a los jóvenes del semillero donde las carencias son mayores. “El fútbol es lo que más amo después de mi familia y de mis seres más queridos y sueño algún día poder dirigir, porque siento que esa es mi gran pasión, mi verdadera vocación”, declaró en más de una oportunidad la mujer de 45 años,  que además dirige una escuela de fútbol y que en la vida privada es propietaria de una distribuidora de bebidas.

En diálogo con Correveidile repasó distintos pasajes de su trayectoria: “Siempre me preparé para ser entrenadora porque era mi objetivo personal, la meta que me había fijado cuando comencé a jugar al fútbol. En la década del 90 tomaba el colectivo y llegaba a la cancha de Godoy Cruz para presenciar los entrenamientos del Tomba. Me fijaba en el orden táctico y el despliegue de las distintas líneas y estudiaba cómo se preparaban las jugadas con pelota parada. Hasta que yo también tuve mi oportunidad, justamente en Las Pumas. Para mí el fútbol es un vehículo de inclusión social, útil y necesario. Cuando jugaba había muy pocas mujeres que se animaban, la mayoría de condición muy humilde. Ahora hay muchas mujeres que lo desarrollan, de distintas edades y condición social. Incluso la Liga Mendocina incorporó el fútbol femenino. Quiero nombrar a Mariana Gómez, a la que se conocía como la Maradona rubia, Gimena Blanco, Victoria Pintos y Estefanía Banini, entre las pioneras y precursoras de la actividad”.

Sobre la reacción del público cuando fue designada entrenadora, señaló: “Para la hinchada de mi club sólo tengo palabras de elogio. Por sus aplausos, por su aliento, porque me demuestran su incondicional apoyo aunque me equivoque en algún cambio, que es la responsabilidad más importante del técnico. El público contrario me respeta o trata con indiferencia. Claro que al  principio me miraban con cierta sorpresa, porque realmente les llamaba la atención. En el fútbol hay mucho folclore y puede existir una que otra broma, pero nunca una mala palabra o un insulto por mi trabajo. Nunca me siento en el banco, soy una persona muy inquieta, camino en mi corralito junto a la línea de cal y tampoco me quedo callada. Por ahí me quejo de más, con o sin razón, y el cuarto árbitro me dice muy despacio: “No se enoje señora, no se enoje, lo que usted  reclama ha sido orsay o, tranquila Silvana, tranquila, el foul está bien cobrado”. Además soy muy pasional, muy aguerrida; me considero una luchadora que nunca baja los brazos. Por mi fuerza de voluntad no hace mucho superé un delicado problema de salud -en mayo de 2016 sufrió un aneurisma- y sigo en la lucha, entera como siempre, dispuesta a dar todo, a dar lo mejor”.

El excelente rendimiento de su equipo en el torneo Federal  C, donde alcanzó tres victorias en las tres primeras fechas del certamen, le despertó palabras muy sinceras: “Estoy a gusto, muy cómoda, muy feliz en Boca Juniors de Bermejo. Me siento como en mi casa, acompañada y respetada, valorada por el cometido que realizo. No solo con los jugadores de la primera, sino también con los chicos de las inferiores. Muy agradecida al presidente de la institución, Mario Mirábile, que me abrió las puertas del club, que me dio la posibilidad de dirigir por primera vez a un equipo de hombres. Fue la persona que confió en el carácter o personalidad que yo podía tener para el cargo. Muy satisfecha también con el actual plantel, por el compromiso y la voluntad de los muchachos, que están haciendo un gran esfuerzo para clasificar a las instancias decisivas del Federal C. Es un grupo muy solidario y comprometido, que me ilusiona por su buen fútbol, orden táctico, comportamiento, respeto y disciplina”.

Silvana también habló sobre sus nuevos proyectos y ambiciones: “Es obvio y natural que tenga otros desafíos, porque mi deseo es mejorar y progresar como entrenadora. Sé que sueño despierta, porque es difícil, quizás imposible, pero me gustaría dirigir al Tomba. Me llenaría de orgullo integrar el cuerpo técnico de una institución que es ejemplo y modelo en todo el país. Trabajar en el Expreso sería tocar el cielo con las manos. Entrenar la Selección Argentina de Fútbol Femenino, que hasta hace poco dirigió el ex jugador de Racing Club, Jorge Olarticoechea, sería otra meta impagable. Trabajo para crecer, para coronar esas cimas que parecen muy lejas. Dios dirá hasta dónde puedo llegar”.

FOTOS: Gentileza Orlando Pelichotti.

Escrito en Deportes, DestacadosComentarios (0)

Bioética Cotidiana: Dignidad que indigna -->

Bioética Cotidiana: Dignidad que indigna

En todos los encuentros vinculados con la bioética es casi un tema obvio el de la dignidad del ser humano. También en nuestra vida cotidiana nos referimos a situaciones que atentan contra ella. Pocas veces se ven noticias en las que la dignidad no esté directa o indirectamente en juego. Es más, desde la puesta en vigencia del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, la dignidad es una premisa central del ordenamiento legal argentino.

La mayoría de los pensadores de distintas vertientes coinciden en que la dignidad es una característica básica de la persona humana. Básica, pero ¿qué es la dignidad en nuestro día a día? Para orientarme busco ejemplos de situaciones indignas y generales: los tratos en los campos de concentración de la Alemania nazi o las experimentaciones con negros con sífilis en Estados Unidos luego de la segunda gran guerra.

Ser digno implica que todos nos deben tratar como iguales y sin ofensas a nuestra condición. Diariamente somos objeto de tratos indignos. Me refiero a lo que deben soportar en instituciones públicas y privadas los pacientes que buscan atención en salud. También basta con recorrer algunos efectores para ver cómo a los mayores en estado de necesidad crítica se los trata con desprecio y se los deja abandonados y desnudos en presencia de quien quiera observar.

En algunos lugares los partos múltiples y simultáneos son lo frecuente, y ello conspira con el llamado parto humanizado. ¡Horrible expresión para dejar en claro que es lo menos humanizado que existe! Los tratamientos innecesarios a pacientes terminales… La lista podría seguir, y seguramente cada uno podría adicionar su propia experiencia.

Para sentirnos tratados con dignidad es necesario un mayor compromiso. En bioética está la idea de no dañar. Este mandato vinculado al personal de la salud debiera ser puesto en práctica con toda su profundidad, porque no sólo se daña no atendiendo la patología. Se daña cuando al otro se lo trata como un mero medio para mis propios fines y no como el fin mismo de mi labor.

Conozco personas que no saben el significado filosófico de la dignidad pero son el fiel reflejo de su aplicación clara y concreta. Ser digno requiere del otro una actitud de respeto por mi condición y mi respeto hacia él. Es ser acreedor  de ese respeto y por ello no se pierde la dignidad, aún cuando el otro no la reconozca. Es el otro el que la pierde.

Distinta sería nuestra vida si nos tratásemos con dignidad. La bioética cotidiana permite encontrar soluciones que no pasan por los recursos disponibles ni por la formación sino que requiere de una reflexión transparente y bien intencionada. En un momento en el que estamos preocupados por la apariencia, las posesiones, la dignidad es una revolución conductual que a pocos parece interesarles.

Dr. Alejandro Juan Maresca – Abogado – mail: maresca.aj@gmail.com

Escrito en Rincón de CienciasComentarios (0)