Una muestra colectiva para deleitarse, en la que los integrantes de esta querida familia chacrense transmiten en banda la evolución del sentido artístico desde el gran Víctor hasta sus nietos. “Delhez Vivo”, así llamada, estará dispuesta en el Espacio de Arte de la Bodega Trivento hasta el mes que viene.
La familia de artistas. Aixita, Claudia, Mario –detrás suyo su compañera también artista Milly Gómez-, Cristian, y los integrantes de la tercera generación, entre ellos, Cristóbal Farmache Delhez e Iván Delhez.
Más de 54 obras están en exposición hasta el 15 de setiembre en el Espacio de Arte Trivento, ubicado en Ruta 60 y Canal Pescara, Maipú. Xilografías, acuarelas, esculturas y dibujos llevan la firma de los artistas que portan este apellido, tan destacado en la historia del arte de Mendoza y del pueblo de Chacras de Coria, reconocidos además, por su intensa y comprometida labor docente dentro y fuera del ámbito universitario.
Exponen en esta oportunidad, Víctor Delhez, Mario Delhez, Cristian Delhez, Claudia Delhez, Milly Gómez de Delhez, Iván Delhez, Cristóbal Farmache Delhez, Paula Delhez y Mariana Delhez.
“Víctor Delhez, habitante honorífico de Chacras de Coria, fundador y profesor titular de la cátedra de la UNCuyo, permanece vivo a través de su profusa y profunda obra –más de 1500 xilografías, además de dibujos, esculturas e inclusive fotografías-, enriquecida por la sorprendente amplitud de su inspiración. Ella adquiere un movimiento y precisión inéditos por la riqueza narrativa y visual prodigiosas, y su pericia para percibirlas. Y es ese mismo ámbito donde sus hijos y nietos anhelan prolongarla a través de sus propias virtudes artísticas” cuenta Aixita, una de sus hijas.
Sobre Víctor, el padre de la xilografía
Víctor Delhez fue promotor de la xilografía, una técnica de impresión con plancha de madera originaria de China y popularizada a nivel mundial. Víctor nació a principios del siglo pasado en Amberes, Bélgica. Estudió en la Academia Real de Finas Artes y más tarde en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Louvain. Interesado desde joven por el grabado y el surrealismo, exhibió sus primeros trabajos en Europa. Luego de la muerte de sus padres viajó a Latinoamérica. Fue así como vivió en Buenos Aires, tiempo después en Bolivia y finalmente encontró su lugar en Mendoza, más precisamente en nuestro Chacras de Coria. Además de destacarse como docente -fundó la cátedra de grabado de la Facultad de Artes de la UNCuyo donde ejerció como profesor titular durante más de 30 años-, es un referente del grabado a nivel internacional.
Víctor en su prensa para grabado –realizada por él mismo, al igual que sus pinceles, ya que no le gustaba la calidad de los disponibles en mercado- desde donde creó más de 1500 xilografías, su valioso aporte al Arte.
Alicia, su compañera
Alicia San Pedro, hija de españoles, dotada de una voz privilegiada y una aptitud sorprendente por el dibujo, fue becada por el gobernador de La Pampa, para desarrollar sus virtudes en la Academia de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo, creada en aquellos años.
En la Escuela Superior de Música se destacó por su voz de meso-soprano, realizando presentaciones y conciertos con sus escasos 17 años. En Bellas Artes, sus dibujos llamaban la atención de los profesores, en especial de Víctor Delhez, quien aseguraba que éstos no precisaban corrección.
El profesor, con su sapiencia y gallardía la enamoró… y se enamoró. Se casaron en 1942. Fue ella quien hizo las primeras críticas… Conocía cada una de sus xilografías y en qué ocasión las había realizado.
*Liske es el diminutivo de Alicia en flamenco. Fik, apócope de Víctor en el mismo idioma.
Delhez por Delhez: Carta escrita a su amigo Seuphor en marzo de 1958
Mi hijo mayor se llama Mario Julio -en el Registro Civil no aceptaron el nombre Régis- tiene 13 años. Seguido por Alberto Christian -tampoco aceptaron Christian- de 11 años. Luego Alicia Gloria Carmen -Aixita-, de 7, y Claudia Mónica Carol, de 5.
Físicamente, salvo los inevitables rasgos de familia, no se asemejan en nada. Sin pecar de orgullo paternal, puedo decir que forman un bello grupo. Son muy buenos, aunque a veces se disputan entre ellos. Liske es siempre la buena compañera que se hace cargo de mantener la calma. A pesar de su edad, ya no es tan joven -34-, aún la consideran y la llaman “Señorita”. Tan esbelta ella se mantiene y tan joven es su bello rostro.
Vivimos en una pequeña propiedad -algo más de 6.000 m2- rodeado de viñas, en una espaciosa casa, al costado una piscina. Entre los viñedos tenemos además, uvas, manzanas, peras, duraznos, cerezas, hortalizas… A unos cuarenta metros, las vías del ferrocarril. El tren pasa dos o tres veces por día.
En ángulo izquierdo, aproximadamente a 60 metros de la casa, el “Río Seco”, pintoresco canal cubierto de piedras. Cuatro o cinco veces al año corre, durante algunas horas, el agua tumultuosa y terrible de las tormentas de la Cordillera, que es nuestro horizonte.
Salvo el tren, los sapos, los pájaros, los grillos, las gallinas, el ocasional ladrido de nuestros perros… ¡¡Silencio!!
He ahí lo más importante de mi vida y mi familia.
(Texto traducido del francés por Aixita)