Se presentó en la Casa de Arte, Donde duerme la Luna, de Vivi Ordoñez, el libro de Elizabeth Roig denominado “Vamos a Charcollo” – relatos y fotos para un acercarse al mundo Quechua de Yura – Bolivia. Acompañaron en la mesa a la autora, Olga Ballarini, Beatriz Piñeyra y Susana Lázaro.
Por Gury Salgado
Correveidile: Contame de vos, de tu vida, de tu actividad, una pequeña reseña. . .
E. Roig: Tengo una vida dedicada a la investigación social, en general, en distintos ámbitos, he trabajado muchos años en el ámbito privado. Mi enfoque ha sido el tema de los pueblos originarios, aborígenes, indígenas, campesinos o que como se les llame. Este es mi segundo libro. Publiqué uno anteriormente sobre mujeres campesinas paraguayas, a través de una historia de vida. Trabajé muchos años en Antropología de la Música, en el Instituto Nacional de Musicología Carlos Vega, en Buenos Aires. También colaboré, ad honorem, con equipos médicos en Antropología de la Salud, vinculado a las comunidades tobas.
Siempre he tenido un interés vinculado a los pueblos originarios. Evidentemente me ha importado mucho la cuestión social y cultural. La raíz de eso, posiblemente viene de mi abuelo Fidel, una marca pienso yo, como esos legados que uno tiene, que no se sabe de dónde viene.
Recuerdo que venía a la casa de mi abuelo, el Indio Carmen, así le decían, que era huarpe: un hombre callado, muy respetuoso. Era un anciano, había ayudado a mi abuelo en las Lagunas de Guanacache, cuando él iba a documentar esos rostros, esa iconografía huarpe en carbonilla. Tengo ese recuerdo de niña.
CVD: Había un busto, recuerdo, del Indio Carmen, en la casa del Profesor Arturo Roig ¿adónde se encuentra ahora?
ER: Creo que está donada en el Museo de Guanacache. Son historias que marcaron mi niñez familiar y el paradigma latinoamericanista del cual provengo. Si le sumamos a eso que viví en Ecuador nueve años, que es un país muy parecido a Bolivia, en cuanto a su conformación social. Un interés y una temática que atraviesa toda mi vida. En Ecuador estuve desde la época del exilio, en el año 76 hasta a fines del 85. Luego volvimos con quien fue el padre de mis hijas, Ramón Plaza, y nos radicamos en Buenos Aires. Desde los 20 años que no vivo en Mendoza. Pero siempre he estado visitando a mi provincia. A mi lugar.
CVD: ¿Cuál es la temática central del libro, qué quieres decir?
ER: No había un plan, este trabajo surgió por la acumulación de vivencias, de descubrir un mundo que tiene muchos valores. ¿Cómo transmitir esa sociedad indígena y rural a los chicos de la ciudad? Otra motivación fue la profunda discriminación que sufren los migrantes. Tenemos 1.000.000 de bolivianos. Los migrantes siempre se sienten desvalorizados. Pensé que el libro podía ayudar a la interculturalidad.
CVD: He visto que el libro esta escrito también en Quechua.
ER: La traducción del libro es de Juan Lázaro Méndolas –uno de los fundadores de Markama y gran quenista y músico-, que me acompañó como experto en la lengua quechua y en la traducción del texto. Y la curadora es Ana Plaza, mi hija. El final del libro está acompañado de una gramática, que espero ayude a la difusión del idioma quechua.
Cuestionario rápido
-¿Tu palabra favorita?
-Amor
-¿La que menos te gusta?
-Violencia
-¿Qué te causa más placer?
-Ayudar a otros
-¿Qué te desagrada?
-El egoísmo, el individualismo
-¿El sonido que más placer te produce?
-La música
-¿El que más te desagrada?
-El ruido de la ciudad
-¿Tu grosería o insulto favorito?
-Hummm . . . .La conc. .de tu m. . . (risas).
-Aparte de tu profesión ¿Qué otra profesión te hubiese gustado ejercer?
-La fotografía, que ahora estoy desarrollando, aunque me hubiera gustado hacerlo antes.
-¿Qué profesión nunca ejercerías?
-Administración, contador, algo relacionado con esos temas.
-Si el Cielo existiera y te encontraras con Dios en la puerta, ¿Qué te gustaría que te dijera al llegar?
-Más bien le preguntaría algo: ¿Por qué pensó un mundo tan injusto, tan lleno dolor y de injusticias?