Las nuevas tecnologías traen aparejados ciertos beneficios a la hora de agilizar las operaciones pero, al mismo tiempo, diversas estafas. Una de las maniobras delictivas más recurrentes son los fraudes cometidos a través de la obtención de datos de las tarjetas de crédito y débito.
En este tipo de estafas, las personas constatan que han sufrido un fraude al recibir el resumen mensual de su tarjeta. Por ejemplo, hay compras que ellos nunca realizaron. Los estafadores se las ingenian para conseguir los datos tanto del dueño como de la tarjeta a través de un pequeño dispositivo que permite copiar información de la banda magnética y con ello “fabricar” otra similar.
Para clientes es importante:
– No permitir ayuda de persona desconocida en la operación.
– No dar la clave personal a persona desconocida.
– No perder de vista nunca la tarjeta.
– No utilizar el teléfono de algún extraño para realizar alguna denuncia.
– Evitar operar si hay algún extraño cerca.
Para dueños de los comercios:
– Controlar el documento de identidad de los clientes al momento de la compra.
– Instalar un sistema de cámaras de seguridad en el local.
– Y ante actitudes sospechosas por parte de los clientes o en la documentación presentada, avisar a la Policía.
Fuente: Ministerio de Seguridad