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Chacras: el desafío de su gente por conservar su patrimonio histórico

Nota publicada en Diario Clarín el 12 de febrero de 2017. Por María Josefina Cerutti, socióloga y escritora, autora de “Casita robada” (Sudamericana).

Turismo y gastronomía de nivel internacional. Cuna del Malbec. Es probable que Chacras de Coria, un pueblo a 15 kilómetros al sur de la ciudad de Mendoza, sea una de las perlas que sobrevive en el ahora Gran Mendoza. Pero ya no es el ‘paraíso’ que vivimos los hijos y nietos de los fundadores. La población aumentó de golpe. Y el histórico conflicto de la humanidad entre recién llegados y “nacidos y criados” (nyc) despabila la siesta de más de uno. Los primeros quieren gozar a pata suelta de la leyenda. Y los nyc desconfían de los nuevos que quieren modernizar el pueblo de árboles, acequias, jardines y casonas de fines de siglo XIX. Hicieron centros comerciales que están lejos del estilo del pueblo. Hasta construir tres torres de cinco pisos quieren, o talar árboles centenarios para ensanchar la calle Darragueira. “El problema no es la tala sino la actitud”, dice Guri Salgado, propietario de la heladería Chacras.

Encima se partió la antigua integración: ahora es ricos aquí, pobres allá. “Tratemos de vernos, y de estar unidos / ¿Quizás aprendamos a ser más vecinos?”, canta el grupo de teatro Chacras para todos que, dirigido por María Lacau y con no pocas dificultades, trata de remendar el desgarro.

Foto: Prensa Luján de Cuyo

Chacras fue caserío y viñedos sobre la ruta vieja a Chile que hacía su temporada con las familias de bodegueros que veraneaban en sus viñedos. “Éramos una familia”, recordó el carpintero Savoy. Pero Chacras “se volvió loca”, repiten los nyc. Muchos vendieron tierras para barrios cerrados que se convirtieron en una suerte de cepo alrededor del pueblo. Arrancaron viñedos, levantaron muros, plantaron garitas y alojaron a sedientos de paraísos que “atraviesan las vallas de seguridad, hacen las compras desde la ventanilla de sus platos voladores, ponen primera y vuelven a los muros”. Colapsaron las calles. Hay demasiados autos y “mucha falta de respeto”. Ni en bici se puede andar. Chacras para todos vuelve a cantar, “Vecino acérquese, que vamo’ a derribar los muros que una vez dejamos levantar”.

Hace 30 años no había más de 2.500 habitantes. Hoy en Chacras viven unas 14 mil personas. En dos décadas habrá 35.000. Para los especialistas se necesita ampliar la red de cloacas y ensanchar la Panamericana. El arquitecto Mallea, vecino del pueblo, dice que “habría que implementar un sistema que articulara redes de tranvías, con ómnibus y minibuses, más circuitos peatonales y ciclovías. Los autos particulares son un gran tema porque, como dice el arquitecto César Pelli, la pasión por el auto propio está desarticulando las ciudades”. ¡En este pueblo cada familia tiene como cinco! “Chacras ha sido tomada por tribus new age que llegan en 4 x4, todos pum para arriba”, agrega una nyc, mientras otro se lamenta, “si hubiéramos cuidado el pueblo, no nos habría pasado esto”.

En mayo de 2016 el intendente de Luján de Cuyo se reunió con la comunidad y organizaciones sociales para conversar sobre la ley de Ordenamiento Territorial “porque es una urgencia manifiesta, dado el gran desorden urbano del distrito”, dijo Omar De Marchi. “Y ya se están por asfaltar las calles Loria, Italia, Álzaga y Besares que cambiarán de mano para permitir una circulación fluida. Habrá estacionamiento medido en el centro”, comenta M. Lucena, delegado municipal.

Para que Chacras de Coria sea una “Ciudad-Bosque Emergente” los vecinos quieren recuperar, renovar y ampliar el centro tradicional que incluye patrimonios históricos. Piden mejor comunicación con el Municipio y firmaron un manifiesto: “Nosotros, los habitantes de Chacras de Coria; queremos que nuestro Distrito se convierta, en los próximos 10 años, en un espacio que se distinga por su estilo de vida tranquilo”. Pero no chato: para promover a actores sociales se formó la Red Cultural de Chacras de Coria.

Y si de patrimonio se habla, recordemos que Chacras fue sede de unos de los secuestros, desaparición y desapoderamiento más clamorosos de la dictadura 1976/83. Me refiero a la “ex Casa Mazzolari – Cerutti” en Viamonte 5329, una herida abierta en el corazón del pueblo. Tapiada aún siendo Patrimonio histórico y habiéndose promulgado la ley nacional 27.047 de expropiación. Algunos quieren encontrar el mejor camino para la puesta en valor de semejante emblema pero no pareciera ser un trámite fácil.

Entre los nyc y los nuevos, el puente es el “Correveidile”, el periódico local de Adriana Sayavedra y Alberto Cabanillas que afirman: “Quisimos promover un espacio para que los nuevos y los viejos vecinos se reconozcan parte de una misma comunidad”. El “Corre” apoyó la protesta de los vecinos que logró cambios en los planos de restauración de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. No querían ver alterada la fisonomía de su parroquia.

Los nuevos se sienten marginados, los viejos no reconocen a sus vecinos, mientras tanto los turistas pasean sorprendidos por ese “savoir faire” que tiene Chacras de Coria, un pueblo hijo del Mediterráneo en el pedemonte andino.

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