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Urbanización ecológica del Pedemonte: La Magdalena Olivar

El Pedemonte mendocino NO ES “algo único e irrepetible con un ecosistema con peligro a desaparecer”. Esto es un mito, pero estoy de acuerdo en que sí hay que cuidarlo y planificarlo ecológicamente, porque sino la urbanización crece desordenada, tal como pasó en Río de Janeiro, en Brasil, donde el Pedemonte es hoy una sola favela. ¿A qué voy con esto? A que por la cercanía con la ciudad de Mendoza, es imparable la ocupación de su Pedemonte -en forma planificada o desordenada-. La ciudad del 2030 tiene que crecer para el Pedemonte en forma planificada y dejar de destruir las fincas que son tierras fértiles para la agricultura. El Liceo Rugby Club y alrededores tendrían que estar en el Pedemonte mendocino.

Un poco de Historia

A principios del siglo XIX el Pedemonte comenzaba en el ferrocarril y el centro de la ciudad era la famosa Alameda. Luego, con la planificación del Parque y sus calles amplias el Pedemonte comenzaba en la calle Boulogne Sur Mer: ver salir el sol y la luna desde tu casa no tiene precio.

Algunos estudiosos de Mendoza creen que si lo urbanizamos, los aluviones se multiplicarán y esto no es así. Con solo respetar las acequias naturales y hacer pozos de retención o trampas de agua -pozos en los ríos secos- estaría solucionado el problema. Antes, en el mundo, se hacían diques de retención de agua de lluvias y hoy se vuelve a usar trampas de agua que son mucho más eficientes que los diques de retención que produjeron el aluvión del año 1970 -una mala praxis según nuestro ingeniero Vera, quien estuvo al frente de la Dirección de Hidráulica en la década del 90-.

¿Qué hacer con nuestro Pedemonte?

Ya sabemos que la jarilla abunda en todo el Pedemonte de la Cordillera de los Andes, desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Es decir que NO está en vías de extinción como nos hicieron creer; tampoco el piquillín, el maitén, el chanten y otros. Entonces, ¿qué debemos hacer con El Pedemonte? Planificarlo ecológicamente. Un ejemplo de esto es “La Magdalena Olivar”, pensada y proyectada ecológicamente por el Dr. Joaquín López Revol, abogado ambientalista y ecologista que marcó las pautas para una urbanización respetando la flora y la simpática fauna. Fue fundada por el Dr. Gustavo de Erausquin en el 2006.

Otro ejemplo es la comarca ecológica y la estancia Jesuita de “La Crucesita”. Allí se puede disfrutar el Pedemonte cerca de la ciudad. La ciudad del 2050, según algunos estudiosos, se duplicará tal como pasó hace 30 años atrás que éramos la mitad.

Nuestra propuesta:

1º – Accesos planificados adaptándose a las irregularidades del terreno.
2º – Fracciones de 1000 a 2000 metros.
3º – Se debe dejar 80 % de la flora autóctona.
4º – Las vistas a la ciudad y la montaña son incomparables.
5º – Usar lecho percolador para regar y nutrir árboles y plantas del jardín (El estiércol humano y sus desechos son muy nutritivos para los árboles) .
6º – No usar pozos sépticos así no contaminamos napas subterráneas y no perdemos ni un litro de agua.
7º – El aire es mucho más puro en el Pedemonte.

Vivir en los cerros, muy cerca de la ciudad es parte de la calidad de vida que los mendocinos nos merecemos. Hoy NO podemos disfrutar de nuestro Pedemonte ya que gran parte del mismo es inaccesible y en muchísimos lugares hay basurales. Esto se termina: PLANIFICÁNDOLO ECOLÓGICAMENTE.

Ojalá las autoridades sean objetivas y tomen riendas en el asunto cuanto antes. Los mendocinos nos merecemos tener acceso y disfrutar del Pedemonte.

Sergio De La Torre
TEL. +542615710496 – www.lamagdalenaolivar.com.ar

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