Mario Delhez y Milly Gómez de Delhez fueron los encargados de recuperar y poner a punto las figuras religiosas que próximamente serán restituidas a la iglesia de Chacras, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Pareja de artistas en su taller de Chacras de Coria.
Fue a principios de mayo que una comisión de vecinos de Chacras de Coria participó de distintas reuniones informativas para estar al tanto de las obras que se llevarían a cabo en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Además del arquitecto a cargo, Fernando Raganato, y de otros colegas vinculados a este trabajo, los artistas Mario Delhez y Milly Gómez dijeron presente. Así es como tiempo más tarde les encomendarían la restauración de las figuras religiosas de la iglesia, además de la puesta a punto de las estaciones del vía crucis ligadas a las paredes de este bien patrimonial de la comunidad, cuya fecha de reinauguración inicial estaba prevista para setiembre.
De visita en el luminoso taller que comparten en Chacras de Coria, esta pareja de creadores y docentes de reconocida trayectoria, compartieron los retoques finales de su trabajo con Correveidile y apuntaron que la tarea de conectarse con las imágenes asociadas a la fe del pueblo católico los colmó de satisfacción. “Se trata de piezas antiguas que recuperamos, restauramos y pintamos para protegerlas, respetando siempre que conservaran su esencia y los materiales con que fueron realizadas”, comenta Mario. La Virgen, Cristo crucificado, un grupo de ángeles, la puerta del sagrario -obra de Mario- fueron algunas de las obras encomendadas.
“He vivido este trabajo de una forma muy íntima y espiritual. Cada tanto pinto ángeles y cuando suceden imágenes así hay un plus, un algo que te eleva y te conecta con otra cosa. Es maravilloso. En esta tarea colaboró muchísimo Marcela Moretti, que trajo las piezas en su auto y las bañó con tanto amor. En nuestro caso, hemos restaurado sin tocar los originales. Se han reforzado los colores pero nada se ha transformado”, expresa Milly. Alguna frente trizada y dedos rotos fueron recreados por la pareja, mientras que Mario trabajó fuertemente en la cruz, a la que debió removerle la pintura vieja y escurrida hasta dejar salir la maravillosa madera de pinotea. El descanso de los pies no estaba, por lo que se buscó una madera idéntica y Milly le colocó a Cristo una corona con grateus de su casa.
“Empezamos con el Vía Crucis completo, luego Sagrado Corazón, San José y el Niño, La Virgen, los ángeles, Santiago Apóstol, Cristo en la cruz, los candelabros y el sagrario tallado por Mario hace muchos años, ya oxidado y opaco”, resume Milly. A lo largo de dos meses de trabajo reprogramaron sus actividades en el taller para abocarse a la tarea de recuperar las figuras provenientes de Buenos Aires, con moldes que posiblemente llegaron de Roma, apuntan. “Estas imágenes parecen portar el fervor de las personas que han pasado por la iglesia y eso se siente y de algún modo te toca”, dice Mario.
“La iglesia fue proyectada por alguien a quien nosotros conocimos, los altares colaterales fueron diseñados por mi padre y tallados por un escultor sanjuanino llamado Miguel Ángel, así que la Parroquia es muy significativa para nosotros”, agrega el hijo del maestro Víctor Delhez, nacido y criado en Chacras de Coria.



