La docente incansable y creadora de la Biblioteca Popular Chacras de Coria, fue reconocida junto a otros diez mendocinos con la Distinción Sanmartiniana que otorga la Legislatura provincial. Su aporte invaluable para la comunidad y su trabajo desinteresado por la educación y la cultura la vuelven una vecina notable, digna de ser admirada.
Por Andrea Calderón
Fotos: Javier Gallar
Luego de retirarse formalmente de la docencia, tras décadas de enseñanza de forma gratuita y más tarde paga en las escuelas Gobernador Civit, Teresa O’Connor -de donde fue alumna y con el tiempo y los méritos vicedirectora-, República Oriental del Uruguay y Bartolomé Mitre, María Elina Cocucci (84) avanzó tras un deseo personal que fue luego colectivo: la creación de un espacio inclusivo de lectura. “Una vez jubilada convoqué a un grupo de compañeras para reflotar la biblioteca de la Teresa O’Connor, que derivó luego en un proyecto que gracias al esfuerzo de muchas personas se materializó en la Biblioteca Popular Chacras de Coria”, comenta.
Con la colaboración de los vecinos, porque este mérito lo vive como un esfuerzo conjunto de voluntarios que permanecen en el anonimato, la propuesta sumó fuerzas y se ubicó primero en dos habitaciones que le fueron facilitadas por dos años en la casa de los Cerutti, en calle Viamonte, declarada luego Patrimonio Cultural de Mendoza. Luego, sin espacio a la vista, la Biblioteca se trasladó a las calles y el amor por la lectura y los libros circuló de su mano por el pueblo. El gimnasio, la comisaría y la estación del ferrocarril fueron algunas de las ubicaciones transitorias del proyecto, hasta que por un corto período ocuparon un local que le fue cedido al activo grupo de voluntarios, entre los que se encontraba nuestro director, Alberto Cabanillas, por ese entonces vicepresidente de la Comisión de la Biblioteca.
“Mediante la ayuda de un senador y un subsidio que nos otorgaron pudimos comprar la casa donde funcionamos hoy, reacondicionada por un equipo de arquitectos miembros de la comisión” -entre ellos Javier Argumedo, hijo de la actual presidenta Estela Suris-, comenta quien fuera directora de la Biblioteca por diez años y ahora vice de esta institución de espíritu amplio, “abierta a todos los vecinos sin distinción alguna que quieran informarse, adquirir nuevos conocimientos y realizar o participar de actividades culturales como talleres, exposiciones, cursos y presentaciones de libros”, dice.
Desde su casa de calle Mitre, en el centro de Chacras de Coria y por problemas de salud, María Elena trabaja vía telefónica codo a codo junto a sus compañeras, colabora en las invitaciones para las actividades que se realizan, promueve otras y se ocupa de darle difusión a las acciones que en el espacio de Viamonte 5191 tienen lugar. “La lectura me enriquece espiritualmente. Es importante alentar a los chicos en este campo, apoyar al más necesitado y borrar las diferencias. Este premio que he recibido no es sólo para mí sino para compartirlo con todas las personas presentes desde el primer momento y a lo largo de estos años, que lucharon por obtener la personalidad jurídica y dejaron y dejan lo mejor de sí de forma voluntaria para seguir creciendo. Este premio es un sueño realizado gracias a la colaboración de todos los que se sumaron a esta tarea para compartir la lectura y la cultura abiertamente con el pueblo”.
Nieta de inmigrantes italianos que eligieron este territorio para vivir, María Elina Cocucci nació en Chacras de Coria, “que representa todo el amor que pueda recibir providencialmente, desde lo más íntimo. Para mí significa vivir en alegría, en el pueblo donde he sido tan feliz, al que he visto crecer junto a mis vecinos y para el que he trabajado al servicio de la comunidad, con la convicción de que ayudar a los niños es lo más importante para darles el empujón de seguir adelante”.
“Es importante alentar a los chicos en la lectura, apoyar al más necesitado y borrar las diferencias”, sostiene Chela.
Ausente con aviso. Como Chela se encuentra convalesciente, fue su hija María Elina quien recibió la Distinción Sanmartiniana de manos de la vicegobernadora Laura Montero.