Por Nico Visne (*)
Viajé a Chacras de Coria invitado por un vecino de la zona, Ernesto Catena. Me sumergí en el hábitat de un sitio bellísimo, con un entorno que genera todo el tiempo ganas de estar ahí. La lluvia y la humedad perpetuaban el verde y en la casa de Ernesto no faltó la comida ni el vino. Escuché los latidos del ritmo de Chacras, para quien viene de turista la percepción muchas veces y por suerte está alejada de la monotonía.
Escuché relatos sobre Chacras mientras pateaba sus calles. Me zambullí en su historia, dejé que el lugar me atravesara los poros. Uno de los proyectos más lindos de la actualidad tiene que ver con los vinos que produce Ernesto y que son realmente increíbles. Vinos naturales, pensados a partir de respetar y no alterar el orden de la naturaleza, ni interferir en el proceso de creación del vino.
Charlamos mucho sobre los proyectos y la necesidad de volver a la palabra y a la simpleza. El progreso muchas veces toma el curso equivocado y en función del sistema, de vez en cuando le apaga el alma a lugares históricos y cotidianos.
El idioma del vino tuvo un tiempo en el que todo era mano a mano, una silla en la calle, una bicicleta y poder hablar con el productor, que muchas veces era el mismo de la silla, de la bicicleta, de la calle.
De los vinos de Ernesto pude probar varios y conocer la historia de cada uno mientras caminaba la finca entre patos, maras, perros y gatos por todos lados.
Uno de los últimos hallazgos es ANIMAL L´Orange. Un vino hecho de Chardonnay y Semillón que logra un dorado tirando a naranja ya que las uvas se vinifican como si fuesen tintas. Mientras más tiempo se mantenga el hollejo, mas color aportará la uva. En un formato de medio litro, tapa corona, para tomar en las tardecitas de Chacras con alguna empanada o algún tapeo que den ganas de quedarse mirando el fuego, o si hace calor, disfrutando del día.
Con respecto a los vinos de Ernesto, pude saber que se cosecha la uva manualmente, en un entorno donde conviven animales, plantas y la mano del hombre de manera natural.
El viñedo es controlado. El vino no se filtra ni se clarifica. No se usan levaduras comerciales, se respeta su cuerpo y las partículas naturales que contienen una serie de características que aportan a la evolución del vino. En comparación a la elaboración de vinos cotidianos, los naturales no llevan anhídrido sulfuroso.
La defensa de este tipo de vinos y su proceso de elaboración es uno de los capitales más grandes que tienen quienes elaboran estos hermosos caldos.
Aquí no se corrigen los azúcares, la acidez, el color ni el nivel de alcohol.
Los vinos naturales son verdaderas gemas en la historia de esta bebida. Quienes lo producen tienen una postura clara frente a la vida y al cuidado del medio ambiente. Conviven con el pulso de la industria que muchas veces los ignora por temor a perder adeptos o simplemente por prejuicios.
Ernesto Catena cuenta en Vista Flores con viñedos orgánicos certificados desde 2009 y biodinámicos desde 2012 en la finca Nakbé.
Orgánico y biodinámico: dos conceptos diferentes.
Un viñedo es considerado orgánico cuando no aparecen en escena pesticidas, herbicidas, fertilizantes ni cualquier otro producto químico.
No se utilizan máquinas para cosechar que dañen la planta o las uvas. Es prioritaria la utilización de productos naturales como el compost, y se protege el suelo con colchones de hojas y vegetales.
Elaborar los vinos orgánicos también tiene un protocolo específico y natural.
Luego de cumplir con todas las pautas del viñedo y la elaboración, los organismos oficiales de certificación comienzan a supervisar todo. La certificación demora años, pero es lo único que regula y legitima el respeto por estas técnicas ancestrales y los verdaderos vinos gestados bajo este sistema.
La biodinamia es mucho mas amplia que la producción orgánica.
Los astros, la luna, la astrología, los preparados naturales con cuernos de vaca que se entierran en el viñedo. Todo esto se suma a la explicación anterior (orgánicos) y muchas otras cosas más. La Biodinamia es ciencia y biología. También el camino a obtener la certificación oficial lleva mucho esfuerzo y son pocos los viñedos y vinos en esta parte del planeta que lo tienen.
Señora lectora, señor lector, vecina, vecino….Déjese llevar por estos grandes vinos. Redondos, frutados, maravillosamente gestados y en absoluta armonía con los sentidos, el medio ambiente, la vida y el cosmos.
(*) Nico Visne
Nico Visne es periodista, productor de radio y televisión. Columnista en el diario Río Negro, La mañana de Neuquén. Colaborador de revistas como Cuisine et Vines y Noche Polar.