Por José Félix Suárez

El pasado 30 de abril, Juan Víctor Guzmán, el recordado Gauchito del Bajo, figura de Luján Sport Club en los años 60 y 70, también jugador de Platense, Gimnasia y Esgrima, Atlético San Martín e Independiente Rivadavia, convocado en 1975 por César Luis Menotti a la Selección Argentina del Interior, cumplió 70 años. Y los celebró acompañado de familiares, amigos y ex compañeros de aquellos años de futbolista, convocados por Roberto El Cuta Morán.

Aquel Gauchito que nació en la antigua calle 25 de Mayo del Bajo, vecino de Villa Francisca,  empleado municipal de Luján durante muchos años, conserva en su intimidad cientos de recuerdos y anécdotas de su trayectoria como futbolista, en la que se convirtió desde su debut oficial en primera, allá por 1963, en uno de los delanteros más incisivos y peligrosos del fútbol mendocino, con una importante cuota de goles.

La Selección

Entre los mayores orgullos del Gauchito Guzmán se encuentra la convocatoria del Flaco César Luis Menotti para integrar el Seleccionado del Interior, que participó del Torneo Internacional Leonino Caiado, disputado en Goiania, Brasil, en 1975. Durante la celebración de sus 70 años, el jugador evoca: “cuando me convocó Menotti no lo podía creer. El Flaco había revolucionado el fútbol argentino y en el ‘75 armó una selección integrada solo por futbolistas del interior del país. En esa ocasión tuve el privilegio de ser compañero de mundialistas como Ardiles, Galván y Valencia. En la concentración compartí la habitación con el Negro Galván, un gran defensor, de exquisita técnica. En el primer partido en Brasil me hicieron un penal y le ganamos 1 a 0 a Goiania y en el segundo perdimos 2 a 0, contra Palmeiras. Después de esa rica experiencia tuve la mala suerte de quebrarme y quedé afuera del proyecto mundialista”.

Gran goleada

El Gauchito recuerda su paso por los Albirrojos del Este, los Azules y el Lobo del Parque en la época de los Nacionales. De modo especial, vuelve a su memoria aquella histórica victoria de 1971 por 5 a 2 sobre San Lorenzo de Almagro, en el viejo y desaparecido Gasómetro de la Avenida La Plata: “en aquel Nacional marqué 6 goles y en la quinta fecha goleamos al Ciclón en Buenos Aires. Esa tarde me convirtieron dos penales, hice un gol y el equipo salió aplaudido por los hinchas de San Lorenzo. Fue un gran honor tener compañeros en Gimnasia del nivel de Víctor Legrotaglie, el Bolita Alfredo Sosa, el Polaco Torres, el Negro Benítez, Guayama, Documento Ibáñez, Juan de Dios González, el Cura Vergara y el Loco Fornari, entre otros”. Tampoco el Gauchito olvida que en Atlético San Martín jugó cuatro Nacionales con excelentes campañas.

Corazón Granate

Pero al llegar a los 70 años el corazón del Gauchito Juan Víctor Guzmán es más Granate que nunca: “en mi querido Luján Sport Club hice todo el recorrido de las inferiores con el aliento permanente de mi papá Víctor y los consejos de mi mamá Parmina. Llegué a la Primera en 1963 y rápidamente quedé como titular, siempre como delantero de punta, por la izquierda, donde mejor me movía.  Me consolidé a fines de los ‘60 en aquel Luján de bolsillos flacos -porque se cobraba de vez en cuando- pero de una alegría y un romanticismo enormes”. Entre sus recuerdos aparece la denominación con que la prensa bautizó a aquel plantel: “los alegres Granates del Bajo”, un equipo que, según el propio Guzmán, se forjó en la amistad, el compañerismo, la bohemia, la picardía y las bromas sanas e infantiles. “Con la viola y la armónica de nuestro entrenador el Mago Tito Ortíz, los cuentos, los juegos, los partidos de truco y el perro de Fumagalli, que entraba a la cancha a la par de nosotros, con compañeros como el Negro Benítez, el Pepa Falcioni, el Indio Escudero, Pancho Monárdez, el Laucha Pardo, el Negro Carrasco, el Chowa Mantovani y el Bibi Barreto”, así enumera el Gauchito a sus compañeros de Luján Sport Club. Concluye dando las gracias a quienes lo acompañaron en el festejo: el Cuta Morán, el Cabezón Bordeira, el Negro Oro y Richard Retamales”.

Nos sumamos, desde la redacción de Correveidile, después de esta amable entrevista: “Feliz cumple, Gauchito Guzmán”.