¡Paren de talar!

Los álamos en la vereda del centro comercial frente a la comisaría, que aportaban identidad, sombra y hermoseaban ese sector de nuestro pueblo; más otros ejemplares en calles Cortaderas, Liniers, Álzaga, Darragueira y muchos más…

Son numerosos los forestales que siguen erradicando indiscriminadamente en nuestro lugar. Es de esperar ahora que, como mínimo, las autoridades municipales se responsabilicen en hacer cumplir la Ley 7879/08 de Arbolado Público y su Reglamento 1099/9 que obliga a replantar cada árbol talado. Trabajo para la comunidad.

Foto de Federico Abril, uno de los vecinos indignados por esta situación.

Siguen con la tala indiscriminada

Ante el asombro de muchos vecinos y el enojo de otros, que sostienen que los ejemplares se encontraban en buen estado, la Municipalidad cortó dos álamos en la vereda del centro comercial ubicado frente a la comisaría de Chacras de Coria.

El último día de marzo, personal del municipio a cargo del inspector de Arbolado Público, el ingeniero Mario Molina, procedió a quitar estos árboles por razones que argumentan de “seguridad urbana”. Según el delegado municipal Juan Pablo Grossi, “un viento los hubiera tirado, tanto es así que trabajaron en el lugar tres obreros que con una soga pudieron quitarlos”, dijo en comunicación con Correveidile.

Por su parte, Molina argumentó que la situación de los forestales “era comprometida por problemas de base y la nula situación vegetativa de los mismos”. Grossi compartió las palabras del ingeniero en cuestión y agregó que “si hubieran estado bien no hubiéramos procedido de este modo ni se hubieran torcido las ramas de los mismos”.

Sin embargo, vecinos profesionales y especialistas en forestación sostienen enfáticamente que dichos árboles estaban en perfecto estado de salud: la madera estaba impecable y lucía sano todo su follaje. Y, ante la argumentación oficial sobre el riesgo de la inclinación de los forestales, explican que cualquier técnico sabe que eso se produce porque buscan la luz solar y no implica peligro alguno si los ejemplares se encuentran sanos, como era en este caso.

Un ingeniero agrónomo que trabajó muchos años a cargo del arbolado público sostuvo que, antes de cortarlos, se podría haber imitado la iniciativa de la Municipalidad de la Capital, que colocó muletas a aquellos árboles que crecían inclinados  por fototropismo.

Cabe esperar ahora que los funcionarios encargados de la erradicación de estos álamos históricos de Chacras -que aportaban identidad, sombra y hermoseaban ese sector de nuestro pueblo-, se responsabilicen con el replante de los forestales destruidos y cumplan con la legislación existente al respecto. En este sentido, la Ley 7879/08 y su Reglamento 1099/9 obligan a reponer tres ejemplares forestales por cada uno que haya sido erradicado. Algo que como comunidad debemos exigir que se cumpla.

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