Rugby después del Mundial.

En noviembre pasado, en su regreso a Mendoza después de su excelente desempeño en el Mundial de Rugby disputado en Londres, Inglaterra, donde resultó autor del último try de Los Pumas en el partido frente a Sudáfrica (13-24) por el tercer y cuarto puesto, Juan Pablo Orlandi, 32 años, 1,90 metros de altura, un peso de 119 kilos, foward, primera línea y pilar del Seleccionado Argentino, se mostró más emocionado, feliz y orgulloso que nunca al pisar suelo mendocino en la estación aérea Francisco Gabrielli.

Rodeado de parte de su familia, su papá, el legendario Bruja Orlandi, la pareja de éste Rosana Caletti y su novia Leticia Moyano, además de varios amigos y ex-compañeros de su querido club Marista, Juampi conversó animada y amablemente con los periodistas de los medios que esperaban su retorno a casa, entre ellos Correveidile. En todo momento sus palabras fueron el fiel reflejo de su estado de ánimo y de la inmensa dicha y felicidad que lo embargaba. Esta es la síntesis de sus reflexiones en la charla con quien esto escribe.

“Lo que estoy viviendo y disfrutando es algo que esperé toda mi vida y que soñé  durante mucho tiempo, desde el mismo instante de mi debut con Los Pumas (07-11-2008 vs. Francia). Siento un gran orgullo no solo por haber participado del Mundial sino también por haber marcado el último try de la selección frente a Australia. Para mi resultó un merecido premio al esfuerzo personal y al de mis compañeros, como si todos hubiéramos empujado esa pelota increíble que sirvió para descontar el marcador adverso sobre la hora. Es muy lindo terminar jugando un mundial  y marcar un try justo en el final”.

“Tengo esa imagen grabada porque nos estaban por quitar la guinda, entonces forcejeamos, yo giré y caí adentro del ingoal. Me conmovió el gesto del tercera línea sudafricano, Francois Louw, con quien jugamos juntos en el Bath de Inglaterra, que me abrazó y me felicitó por esa conquista que es el try más importante de toda mi carrera”.

“Tuve la posibilidad de jugar cuatro partidos, tres como suplente (Tonga, Irlanda y Sudáfrica) y uno como titular (Namibia). Marqué un try, acumulé nueve tackles y quebré también nueve veces la línea de ventaja y por suerte no cometí infracciones. Lo que más me conmovió fue cantar el Himno Nacional antes de cada partido y sentir el apoyo y la confianza de todos los argentinos que nos hicieron sentir su calor y nos acompañaron con su aliento y estímulo”.

“Resultó un muy buen mundial,  porque la meta era clasificar entre los cuatro primeros y lo logramos. Desplegamos siempre un juego muy ofensivo, de mucha dinámica, porque atacamos buscando el objetivo que nos habíamos fijado. Llegamos a las semifinales después de haber jugado un gran partido contra Irlanda, aunque luego Australia nos planteó un esquema muy defensivo, una muralla atrás casi impenetrable. Finalmente ante Sudáfrica, por la medalla de bronce, nos costó mucho más pero el equipo dejó todo, nunca bajó los brazos y terminó cuarto con todos los honores”.

“Pienso que lo que he vivido me llegó en un momento justo de mi carrera, con cerca de  diez años jugando en el exterior (tres en el Rovigo de Italia, cuatro en el Racing Metro de Francia y otros tres entre el Bath y el Newcastle de Inglaterra) y con una experiencia que me sirvió de mucho. Al principio estaba como reserva, pero me habían pedido que siguiera entrenando, que estuviera atento porque podían convocarme en caso de alguna necesidad extrema. Fue una sensación rara porque debí reemplazar a Matías Díaz, que es un amigo, al que no se permitió continuar por un problema de salud”.

“Quiero agradecerles a todos los mendocinos, a la gente de Marista y a todos los que nos dieron su incondicional afecto a la distancia. También a mi familia, a mis amigos, ex–compañeros y al periodismo que nos trasmitió su confianza y nos hizo sentir muy fuertes.  Después del partido del 21 de noviembre frente a Los Barbarians RC en Inglaterra, para el que fui convocado nuevamente, decidiré mi futuro. Tengo varias ofertas para irme a jugar afuera, pero no quiero adelantar nada porque tampoco hay algo definitivo. Decidiré lo mejor con la esperanza de continuar en Los Pumas en los partidos del 2016 contra Rumania y Francia en Buenos Aires y el Rugby Championship de agosto del año que viene”.

Por José Félix Suárez  -  Especial para Correveidile