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La bebida más tradicional de los argentinos, símbolo de la amistad y el encuentro, se originó en una ancestral tradición de los indios guaraníes. Arraigado en nuestras costumbres, tomar mate implica mucho más que beber una infusión, es un gesto de cordialidad sumado a los beneficios que genera para la salud. Este año fue instaurado por ley que todos los 30 de noviembre se celebre el Día Nacional del Mate, en conmemoración del nacimiento de Andrés Guacurarí y Artigas, también conocido como Andresito, el primer gobernador de origen indígena en la historia argentina.
De acuerdo al Instituto Nacional de la Yerba Mate, la infusión tiene propiedades antioxidantes y energizantes, por lo que tomarla también implica incorporar al cuerpo una serie de beneficios para la salud. Según el Instituto, en la Argentina se consumen alrededor de 256 millones de kilos de yerba mate, lo que implica un consumo anual per cápita de unos 6,4 kilos.
“Su consumo, bajo la forma de mate tradicional, aporta al organismo gran cantidad polifenoles, vitaminas del complejo B, potasio, magnesio y xantinas. Los polifenoles actúan como un poderoso antioxidante, que ayudan a aumentar las defensas y a disminuir el envejecimiento celular. Además, las vitaminas del complejo B ayudan al cuerpo a aprovechar mejor la energía de los alimentos ingeridos. El potasio y el magnesio son sustancias indispensables para el correcto funcionamiento del corazón y las xantinas (cafeína, teobromina) son compuestos que estimulan el sistema nervioso central; es decir, apuntalan al esfuerzo físico e intelectual”, destacó el organismo.
Fuente: Telam
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