Archivo | noviembre 2nd, 2015

Visitas de ensueño por los rincones de Chacras -->

Visitas de ensueño por los rincones de Chacras

Por Onelia Cobos

Hay un recorrido en Chacras imperdible, que nos lleva a la derecha de la vieja estación de trenes “Paso de los Andes” por una calleja, Capitán Candelaria, hacia un predio comunitario de artistas, el de la familia Delhez.

Es privado, y por ello vamos a compartir el hechizo y encantamiento que originara allí el maestro Víctor Delhez.

En 1954 éramos niños aún, dejamos la escuela primaria Teresa O’ Connor para iniciar la secundaria en el centro (no teníamos escuela secundaria en Chacras entonces).

Ese año inauguramos los largos viajes en la CITA (Cooperativa de Transporte de la época) y con ellos, por casi 20 años, los diarios viajes con el profesor Víctor Delhez  que “de tanto andar una región que no figuraba en los libros” nos acostumbró, quizás sin saberlo, a la terquedad del no preguntar,  sólo vigilando de reojo su lectura dostoievskiana y las nuestras.

Hoy el área donde se encuentra su estudio -en su  interior un verdadero palacio de madera medieval-  y las casas de sus hijos, habla de su ecológico y premonitorio perfil.

Tocar la prensa que él mismo hizo para incontables grabados y xilografías, tocar los rodillos  y tintas, que parecen descansar una siesta de Fauno, es una experiencia casi esotérica, al evocar la grandiosa obra en diferentes series, “Arquitectura y Nostalgia”, “Habitantes de Chacras” y …

Es, inevitablemente, visitar el lugar donde la magia, el ensueño y la poesía se dieron cita para hacer de la creación artística una obra mística y cósmicamente trascendente.

Nos detiene  la pileta de cantos rodados, otrora de patos, que vacía, recuerda el ecológico pasado de quien supo refugiarse en la naturaleza para poder crear tanta atmósfera angelical y mística.

La incansable capacidad de trabajo del Maestro parece una energía envolvente en el lugar haciendo del mismo una creación única, engolfando una tensión terrible de ángeles y arcángeles, donde catedrales abismales, palomas y pájaros parecen sentir el aire ensanchado.

Entrar a la casa solariega es poder apreciar sus muebles construidos  por sus  manos, entre ellos, su propia cama para defenderse y refugiarse de algo que temía muy especialmente: los temblores cuyanos. La construcción, una instalación de madera con techo y barrales de madera, semeja una casa dentro de una casa.

Estamos en el parque, otrora lugar de viña, huerta y árboles frutales.  Sopla una tenue brisa de agosto. El sol calienta apenas. Acaricia el césped amarillento. Miro hacia el afuera… las quietas vías del tren devuelven una figura caminante con sombrero. Se desliza lentamente camino a la más temprana misa dominical de los inviernos fríos y secos.

Es el artista cuyo pecho, exultante de genio, con exceso de mundo, busca encontrarse con el dialogo íntimo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Al regreso entra dócilmente en un mundo medieval de altura y crestas de todo lo creado. Todo pide volverse “polen de la divinidad” en pasadizos, escalas y tronos. Ya está instalado en su taller.

Volvemos a posar nuestra vista en los techos  del atelier, en los cantos rodados de la pileta vacía, en el parque, en la luz de la mañana que allí parece energizada por una tensión diferente, distinta. Un ángel increíblemente alto y enjuto nos permite evaporarnos, salir de nosotros y entonces entendemos o creemos entender algo del miedo y la admiración de niños que nos acompañó siempre frente a su presencia.

Hace mucho frío en su atelier vacío de humana presencia. No podemos quedarnos mucho rato allí por ahora. Al salir, para volver esta primavera y poder extasiarnos con su obra, dos retratos de su celebrada serie “Habitantes de Chacras de Coria”  nos miran. Uno es “El mudo” cuyo rostro, finamente plasmado, nos traslada, en un soplo de instante, a nuestra niñez  y  el otro, “La madre de Grillo”, nos humedece los ojos  en una tensión emocional que parece imposible que haya podido emanar de la negra tinta. (La madre del borracho más romántico de nuestro pueblo en el pasado).

El lugar por él habitado, una de sus mejores obras, guardará siempre lo duradero, la no prisa del lugar, el sendero a la Belleza de las esencias y a la permanente búsqueda de significado en la Vida. Lugar fundado desde el principio para un puro acontecer mágico: Chacras de Coria, patrimonio mundial del Arte.

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Geometría armónica en Gran Jardín -->

Geometría armónica en Gran Jardín

El sábado 7 y domingo 8 de noviembre el arquitecto peruano Oscar Senmache brindará un curso sobre Geometría armónica el espacio Gran Jardín, ubicado en Señorita Chicha Ruiz 345 de Vistalba. Durante el encuentro se compartirán conocimientos sobre patrones de biodiseño aplicado a las artes y la arquitectura. También se hablará sobre sonido, color y forma, flujos naturales, redes bidimensionales, sólidos platónicos y arquimedianos, proporciones armónicas, domos geodésicos y construcción de Biozome.

Para más información escribir a jimecortizo@gmail.com o llamar al 2615698884.

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