Por Carlos Soria
Antes de las elecciones departamentales, el actual intendente decía a sus habitantes que quería quedarse con nosotros (“Me quedo con vos”). Pasaron las elecciones y como perdió, parece que ya se fue y ni siquiera se queda para hacerse cargo de sus responsabilidades, hasta el 10/12/2015 como corresponde.
Los servicios públicos decayeron más de lo que estaban, y los basurales grandes y chicos proliferan por todos lados, para muestra ver la calle Boedo, los laterales del Acceso Sur, la calle Larrea, la calle Liniers, etc.
La poda se realizó en forma precaria y en muy pocas calles, los operarios que podaban no sabían nada de poda de árboles. Los baches que estaban se agrandaron y otros aumentaron en cantidad y no existe el bacheo mínimo necesario.
El municipio permite que se realicen dos obras importantes para la zona, como el puente de Pueyrredón y San Martín y la obra de cloaca de calles Cubillos y Álzaga simultáneamente, sin ninguna programación ni diagrama para que no se afecte en la forma que lo está haciendo al tránsito de Chacras, que como todos saben es un territorio sin planificación urbana, con pocas calles para entrar y pocas para salir hacia otros centros como Godoy Cruz, Maipú y Capital.
La obra de cloaca tiene además de lo ya expuesto -mala planificación-, el avance de obra lentísimo, sin importarle a la empresa contratista los vecinos afectados, el tierral es de no creer y nadie hace nada para atenuar esta situación. Por supuesto la municipalidad menos. Nadie riega. No ocurrieron accidentes que lamentar de casualidad y porque Dios debe ser argentino y de Chacras de Coria y además el Papa Francisco debe rezar por nosotros por todas las zanjas abiertas que dejan todo un fin de semana sin la debida señalización, sobre todo nocturna.
Cuando la obra de cloaca estaba en calle Cubillos con la demora que tuvieron en ese tramo, podrían haber planificado bien el trabajo entre la municipalidad y el ente que realiza la obra, haber erradicado todos los árboles en pésimo estado que están en el costado oeste -algunos se cayeron durante las excavaciones y otros por el viento, quedando algunos troncos al costado que nadie saca-.
Además, la cuneta de tierra que existía la borraron cuando taparon los caños que enterraron, e hicieron una nueva con una retro, pero no se cuadró como lo exige Irrigación a toda acequia que lleva mucha agua normalmente de riego y mucha más cuando llueve.
Ahora se está repavimentando el costado donde se comió el pavimento antiguo sin la compactación de la base, por lo que la duración de esa capa asfáltica no será la que se esperaría de un buen trabajo.
Me duele Luján, me duele Chacras, mal por Luján.