Dibujos, grabados y esculturas reciben al público en la última muestra inaugurada en la Bolsa de Comercio de Ciudad, España y Peatonal, donde los vecinos de Chacras de Coria Iván Delhez y Cristóbal Farmache -nietos del recordado maestro del grabado Víctor Delhez- comparten lo último de su producción artística junto a las obras del reconocido artista Martín Villalonga. La muestra continúa abierta al público hasta mediados de noviembre, en horario de comercio, con entrada libre y gratuita.
El estudioso y entendido del arte local, Andrés Cáceres, compartió durante la inauguración unas palabras de bienvenida y desplegó su impresión de cada uno de los artistas.
Iván Delhez
Dibujo, grabado y escultura en manos de Iván Delhez son solo técnicas de un mismo y exclusivo afán: entregar su alma diáfana a través del arte. Para él, esas expresiones van de la mano, porque -explica- una le genera la otra y viceversa. Sus trabajos poseen dos dones notables: pulcritud e imaginación. Esto se ve, particularmente, en sus esculturas, donde se nota más su esmero y su consideración hacia los espectadores. Cada una tiene un plinto apropiado. Que la acompaña en el movimiento a la vez que le sirve de ancla. Son aerodinámicas, despojadas. Sólidas, a veces contundentes y al mismo tiempo un desafío al espacio desde un refinado intimismo.
Martín Villalonga
El bastidor plano del cuadro atrapa a la recta como a un rayo cautivo. Martín Villalonga lo dinamiza. Lo perfora. Se apoya en la geometría para sensibilizar el espacio e intrigarnos con una piel sensible que desafía a la inteligencia más lúcida. Cada dibujo es una construcción lúdica, donde percepción y razón conforman una inusitada dialéctica, inquietante y, a veces, hipnotizante. Despojados de toda convención, aluden a circuitos futuros, a mundos imaginarios, planetarios, intergalácticos, personales y a la vez universales. Toda una original creación y una enorme voluntad inventiva para ofrecer un silencio elocuente.
Cristóbal Farmache
Nidos recónditos, telarañas siderales, reflejos y siempre la línea, sujeto imponderable de la gráfica, gestando espacios, objetos, seres, infinitas formas. De ella parte Cristóbal Farmache y logra profundidad sin dibujar el volumen. No hay sombreados. Solo líneas que traza con la gubia sobre el duro soporte y así, merced a su creatividad, surge un nuevo objeto artístico. Las abstracciones del joven grabador subyugan por la peculiaridad, la sutileza, la pureza y la extremada sencillez. Farmache posee el talento de los grandes: sabe atrapar a la belleza con elementos mínimos.