Por Alejandro Chighizola, vecino de Chacras de Coria
Ando sintiendo la queja
Allí estribada en el morro
Donde el viento con su soplo
No alcanza a barrer las penas.
La llamarada del Zonda cubre con tierra
Las leguas y seca los calicantos y se bebe
Hasta la sabia, escaza de las verbenas.
Qué pena dura que escarbas
Qué soledad, cuántas penas
Que no borras con tu polvo,
Que al dar tu calor incendia.
Siento arriba de los picos,
La soledad hecha quena,
Quien recorre aquellos cerros
Quien monta esa polvareda,
Reconoce en viejos rostros
Las arrugas y las vueltas.
Girón de fuego en el Ande
Dando vueltas, dando vueltas.
Como en el sueño del Inca
Calcinado entre las piedras.