Nuestro vecino comparte un hermoso poema, inspirado y nacido allá por julio de 2011.
Testigos
Ya no existen testigos.
Todos se han ido al más allá, al olvido.
Nadie podrá certificar
que mi amor ha existido
que aún hoy existe fuerte,
reverdecido
al inclinarme ante tu nombre escrito.
Nadie recordará cómo nos conocimos,
lo felices que fuimos
cuando de nuestra sangre los frutos fueron hijos.
Tu cálida ternura,
el saber esperarme,
mantenerte en silencio al verme preocupado
y anteponerme siempre a lo necesitado…
Hoy me nace escribirte sin mirar al costado
sintiendo que me abraza tu amor esperanzado,
tu bondad infinita, tu mirar encantado…
Decías
que yo era fuerte
para enfrentar el hado.
¿A dónde fue mi fuerza?
Se recostó a tu lado.