Nació el 16 de marzo de 1901 en Bélgica. Víctor Delhez fue el séptimo y último hijo del matrimonio formado por Antonio Delhez y María Diels. Pasó sus primeros años en Amberes, mientras que repartió sus estudios secundarios entre Londres y París. Estudió arquitectura, dibujo y pintura; finalmente obtuvo un diploma de topógrafo. Fue dibujante naval en talleres marítimos, colaboró en museos, se recibió de ingeniero agrónomo con especialidad en química y trabajó como caricaturista.

La mesa en la que trabajaba Víctor Delhez continúa intacta.

Sus ilustraciones y grabados abstractos y surrealistas lo llevaron a exponer en numerosas ocasiones en muestras individuales y colectivas, al tiempo que colaboró en diarios y revistas. En 1923 empezó el servicio militar y un año más tarde dirigió la agencia de automóviles que tenía su padre. En 1925, detalla en su currículum, salió “a la aventura hacia S. América en un barco de carga”. Una vez en Buenos Aires se desempeñó como dibujante, arquitecto, decorador, profesor y constructor. En Bolivia realizó las primeras 40 ilustraciones de la serie “4 Evangelios”, que continuó más tarde en Chile y luego en Córdoba.

Un rincón con la fotografía del maestro del grabado.

Desde 1940 y hasta su muerte, en 1985, vivió en Chacras de Coria. Creador y titular del taller de grabado de la Academia de Bellas Artes de la UNCuyo, en paralelo continuó con el desarrollo de su obra, que incluye grabados en colores, dibujos con lápices de colores, libros publicados y series “estrictamente personales” como “Piedra”, “Arquitectura y Nostalgia”, “Habitantes de Chacras de Coria” o “Danza Macabra”.

Una obra de la serie "Habitantes de Chacras de Coria".

Desde 1926 expuso en más de 300 ocasiones en Argentina, Bélgica, Holanda, Francia, Canadá y Japón, entre otros países. Una numerosísima (más de 400) participación en salones y catálogos replican su nombre, que trascendió las fronteras y lo convirtieron en un referente del que queda el aura en su taller, abierto a quien desee conocer la vida y obra entre muebles, prensas y libros del hombre que trascendió con el arte.

Un sonriente Delhez en su ambiente de trabajo.

En 1938 el poeta y novelista francés Michel Seuphor expresó: “Se hablará de inaudita técnica, de paciencia increíble, pero no es lo que hay que decir; amor incansable amor, tanto del “metier” como de la cosa por expresar. Porque verdaderamente sobre estas grandes superficies vivientes, misteriosamente habilitadas en sus claros y en sus penumbras, no hay un milímetro cuadrado que no haya abordado con una gran ternura, con un amor sereno y profundo”.

Para más información: FB/ Víctor Delhez

El Jinete Blanco, de la serie Apocalipsis.

Incendio en el bosque, detalle de un dibujo en lápices de colores.

De la serie Arquitectura y Nostalgia.