El 29 de noviembre se fue una mujer que supo vivir plenamente. Tenía 97 años con juventud en el alma y alegría de vivir.
Era oriunda de Rosario, y se casó con Domingo Raftaco, con quien formó una familia y se arraigó en Chacras de Coria en el año 1946 hasta la fecha de partir.
En el último mes, en su corta dolencia, pudo recibir a sus hijos, a sus nietos, bisnietos, amigas, y todos se quedaron con la imagen de la abuela invencible que supo honrar la vida.
Como herencia a su tres hijos, nueve nietos, y 13 bisnietos, nos deja su Fe en Dios, la fortaleza, su solidaridad, el estar siempre dispuesta a ayudar al prójimo, su sonrisa, el buen humor y el optimismo que la caracterizaba.
Ha sido y es un orgullo haber gozado de su presencia tantos felices años.
Pity Raftaco