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Práctica saludable en alza: “De la huerta al plato”

Cada vez más vecinos se suman a la tendencia de la huerta en casa. Y si es orgánica, mucho mejor, como la de Teresa Perín, ya que asegura el cuidado de la salud y del medio ambiente.

Teresa Perín en su huerta.

Teresa Perín reside en Chacras de Coria desde hace más de tres décadas. Su casa es un jardín abierto a decenas de flores que escapan de sus capullos a todo color, de árboles que levantan sus copas a la luz del día, de pájaros que sobrevuelan la zona, de magnolias tan perfumadas que embriagan apenas uno cruza el portón de hierro que divide su casa del asfalto y la calle.

Esta mañana de noviembre, al calor del sol, Teresa recorre junto a Correveidile una porción de la huerta que tiene en su casa, donde crecen tomates, perejil, distintos tipos de lechuga, rúcula y salvia, porque como bien explica, las plantas aromáticas ayudan a prevenir enfermedades y mantener el control biológico.

En el sector de la construcción donde antes había una piscina y que luego del terremoto de 1985 quedó en desuso, luce ahora otra hermosa y amplia huerta, que incorpora flores o maíz y que al igual que donde yacen los tomates, son abonadas de forma natural y en ninguna etapa del proceso se asiste a la incorporación de químicos.

La tradición de la huerta orgánica, en el caso de Teresa, tiene su origen en una historial familiar que trajeron sus parientes de Italia. En esos grandes terrenos en los que crecieron sus padres y sus abuelos y ahora ella repite en su propiedad, el famoso dicho “de la huerta a su plato” tiene que ver con un hecho comprometido con el entorno, lo saludable y una costumbre con la que agasaja en cada comida, a toda su familia.

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