Una banda en Luján y un ilustrador en Chacras de Coria: dos ejemplos de que los jóvenes indagan en el arte desde temprano y su talento se expande con el correr de los años y la experiencia. Aquí les presentamos dos propuestas frescas que afirman que nada está perdido para las nuevas generaciones y que por el contrario tienen mucho bueno que ofrecer.
Bosque de sonidos
Como sucede muchas veces, Jardín Secreto también nació como una banda de amigos que a fuerza de ensayos y proyectos en común devino luego en formación musical. Así es como los vecinos de Luján de Cuyo Lihuén Olmos, Maximiliano Balboa, Jeremías Guliotti y Gregorio Cruz –hijo del querido titiritero Hernán- comenzaron con las primeras reuniones instrumentales allá por 2012. “Juntémonos y veamos qué pasa”, arengaron hace dos años luego de la experiencia individual que cada uno traía encima. “La idea fue reformular el esquema musical, componer canciones que aunque rondan en torno a un secreto, éste no permanece oculto y es posible encontrarlo a plena luz del día”, dicen los integrantes de la banda en la redacción de Correveidile. El secreto, el del jardín, no es más que el de la naturaleza, el vuelo interior, la física de generar sonidos, la poesía misma y un camino que sueñan abierto y etéreo a su corta edad.
Las guitarras acústicas de Maximiliano y Jeremías, la melódica de Lihuén, Jeremías en flauta traversa y Gregorio en trompeta conforman la propuesta de este grupo a cuatro voces que adhiere a sus presentaciones, accesorios de percusión. La letra de los temas, dicen, responde a un proceso íntimo de composición que luego es compartido en los ensayos, donde surgen los arreglos y el hilo conductor que le da forma al enigma. Con influencias del Flaco Spinetta, los Beatles, Pink Floyd, pero también “los pájaros que cantan en la mañana”, Jardín Secreto propone un viaje al espíritu que acumula presentaciones en Malargüe, Blanco Encalada o Godoy Cruz.
La performance, lo visual, las interpretaciones dramáticas de la música y la tentación de romper paradigmas sobre el escenario estimulan este juego que parte de lo esencial. “La idea es grabar un demo próximamente y seguir generando cosas. Somos una banda que desea seguir plantando raíces”, explican los jóvenes músicos, amantes del arte, los encuentros entre amigos y el bosque de cerezos en la casa de Gregorio, donde en varias ocasiones tienen lugar las prácticas. Para conocer más sobre la música de estos lujaninos: FB/ Jardín Secreto
Camino al hiperrealismo
Cuando Fernando Santacroce tenía diez años, su padre fue trasladado por motivos laborales a San José, la capital de Costa Rica. Allá lo siguió la familia del hombre, su esposa y sus dos hijos, entre ellos el pequeño Fernando que se despidió sin mucha alegría de su Mendoza natal, la casa de sus abuelos -Susana Pedersen y Rafael Marianetti- en Chacras de Coria y los amigos que quedaron en el camino. En los colegios costarricenses, al joven no le iba nada bien. Así lo reconoce a la distancia, ya de vuelta en la provincia, y como estudiante de segundo año de la carrera de Diseño Gráfico en la UNCuyo. “Nunca supe dibujar. Aprendí en 2013 al reprobar una entrega de dibujos en la facultad”, reconoce el ilustrador que a lápiz y lapicera da vida y forma a personajes anónimos que despiertan su interés a raíz de fotos que encuentra en la web.
En los retratos de personas, en los que además del parecido físico es preciso indagar en la expresión y los sentimientos, Fernando encuentra una pasión que crece con el tiempo y la práctica de un oficio que creía inexistente en él. Y aunque aún desconoce lo que hará en un futuro con esta habilidad, encuentra en el diseño, la ilustración y el arte en general motivos para que la búsqueda avance. “Se trata de un proceso lento y hasta casi terapéutico en el tratamiento de los materiales y su tensión constante”, dice el admirador del realismo y el hiperrealismo y de artistas como Diego Fazzio. La idea, sin adelantarse demasiado ni precipitarse, es seguir indagando, sostiene este joven radicado por estos días en Chacras de Coria junto a su madre y su abuela.
Para descubrir su incipiente trabajo de impresionantes dibujos: FB/ Fernando Santacroce Marianetti