La verdad, no sé cómo expresar lo que siento. Voy a tratar de hacerlo de la mejor manera y espero que me puedan comprender.
¿Qué estoy viendo a la distancia? Que hay mucha gente que no engancha la onda de Chacras. Veo por los comentarios en el Correveidile que se quejan por el tránsito; leí uno que decía enojado que Chacras no está a la altura de las circunstancias en cuanto a infraestructura. Dicen asombrados y enojados, que Chacras quedó chico -¿?-.
Bueno a ver: sí, más vale que quedó chico, siempre fue chico.
Es el mejor lugar del mundo, es mi lugar en el mundo, donde a fines de los 80, principio de los 90, nosotros, los pibes de Chacras, rogábamos que llegara el verano, así venía la gente del centro. El verano era fantástico, llegaban las chicas que vivían en el centro, se quedaban tres meses en nuestro lugar, y nosotros delirábamos…
Varios trabajábamos en el Video Piedra Libre. Llegaba el verano, se hacían las cinco de la tarde y las chicas salían a alquilar VHS, con los pelos mojados, recién salidas de la pileta. La plaza tomaba vida, las sillas del Cacano se llenaban… ¡era hermoso!, no había nada más lindo… y nosotros, los de Chacras, éramos los mejores anfitriones del mundo.
Los inviernos eran durísimos en esos tiempos. A las 9 de la noche no quedaba nada, nada… bah, casi nada: el Cacano estaba abierto. O sea, si necesitabas comprar algo a las 7 de la mañana, al Cacano. Marcela estaba a pleno durante todo el día; a la siesta, Cacano… en las noches, Cacano…y atendido por Don Chanfaina, que no era poca cosa.
Cacano era un kiosco con un piano y tres mesas. Sentadas afuera, dos mujeres hermosas, y por ahí fallo y antes de fallar pido disculpas: la Perla -madre de Cacano- y su inseparable hermana Mela. Me acuerdo de verlas a las dos con sus anillos, los anteojos, siempre, todos los días sentaditas afuera. Cuando llegaba el fin de semana, antes de ir a bailar -ya en esa época hacíamos la previa-, la Mela nos tocaba el piano y nosotros cantábamos, Fernet de por medio.
Ese era Chacras, donde la policía te conocía de memoria y vos a ellos. El movimiento en Chacras era el mismo todos los días, era hermoso, teníamos de todo. El Mecha con su barba larga, su moto, sus mambos, y donde todos nosotros, los pibes de Chacras, arrancamos trabajando o la mayoría.
Teníamos nuestro propio equipo de futbol, el equipo de Chacras, con el cual salimos campeones como siete fechas antes de terminar el torneo y batimos un récord mundial de valla invicta. Nuestro grupo, qué lindo grupete: Seba Ocaranza, Esteban De Llapé, Pinino, Cutre, Simón, Cirilo, Adrian, Emi Quiroga, Javi Quilcate, Gaby, Juka, Lechu (ahora cura), Charly Baggio, Copo Anello, Manolete Lucena (Simón, lo volvía loco, tocándole la FA), el Juanpi y el Marcelo Lucena, el López Pájaro, el Joaco Roby, y seguro, me olvido ahora de alguien y pido perdón por ello.
Del que no me olvidé y nombro ahora, y lo recordamos todos con mucho cariño: Pablito González, el ”oreja”, qué loco más hermoso ese…
Nuestros mayores, cómo los respetábamos, y cuánto de ellos aprendimo: Michel Roby, mi abuelo político Orlando Pardo y los que para esa época eran viejos para nosotros, como el Cacanito, el Mecha, el Beto Cabanillas, el Pollo García, el José Gali y esa banda de divinos que no volveremos a tener.
Ese era nuestro Chacras, vivíamos esperando el verano para ver gente. Todo el mundo pensaba que por que vivíamos en Chacras éramos ricos. Lejos, muy lejos estábamos. O no. Realmente éramos ricos, éramos millonarios. Vivíamos entre gente hermosa, loca, re loca, y absorbimos esa locura, y eso era Chacras, era magia, era eso. Y como nuestro grupo, existían más grupos, pero la onda era la misma: estábamos relajados… vivíamos, soñábamos, respetábamos y nos queríamos.
Hoy Chacras sigue siendo igual. Lo que cambió fue otra cosa. Lamentablemente un porcentaje muy elevado de la población actual no le enganchó la onda. Y, lo que es peor, no creo que se la enganche.
Espero que este sentimiento raro que tengo, lo tengan varios de mi generación y con la misma experiencia. Si es así, lo confirmo: Chacras es el lugar en el mundo, solo hay que engancharle la onda. A los que hoy se quejan, sorry, pero Chacras es Chacras, y no quedó chica, la invadieron.
Un abrazo a todos.
Marcelo Mayorga.