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La Biblioteca de la Teresa O’Connor, la Magnolia de cada mañana

De la mano de la docente Sonia Nieto, hace tres años abrió sus puertas en un diminuto espacio del segundo piso, junto a la sala de informática, esta pequeña gran Biblioteca.

Corte de cinta del nuevo espacio para La Magnolia. Silvia Collovatti, las vice y Virginia Lagos, el delegado municipal Daniel Marcelloni y la directora Adriana

Era más que nada la voluntad de Sonia de crear un espacio de lectura para los niños de la escuela la que la hacía funcionar, con toda la magia que esta generosa mujer le pone a su proyecto hecho realidad. Las autoridades de la escuela supieron valorizar este emprendimiento y, desde principios de año, le destinaron un nuevo espacio, más grande, en el gran patio escolar, donde se acumulaban los objetos en desuso.

Luego de horas de orden y limpieza, y varias manos de pintura color verde manzana, hoy la Biblioteca La Magnolia luce exultante y plena, con la alegría de los niños -y los no tan niños- que recurren a ella en busca de lecturas, capacitaciones y ratos de alegría y juegos. Uno de los momentos preferidos de Sonia es cuando llega el recreo largo y los más chicos acuden corriendo a revolver el baúl que esta súper docente arregló para guardar cual tesoros los disfraces que deleitan a los pequeñines. Las risas inundan el lugar, y el alma de Sonia, que siente su sueño cumplido.

Qué necesitan

Sonia pide colaboraciones para completar su Biblioteca. Pero especifica que no sean libros ni manuales escolares. “Me gustaría tener más poesía, especialmente de Neruda y Borges, cuentos, leyendas y mitologías para los más grandes, ya que  no tengo mucho de eso. También autores mendocinos y especialmente libros de autoayuda y talleres para las madres: de tejido, manualidades, gomaeva, etc.”, pide Sonia.

Sonia en uno de sus lugares preferidos en el mundo: la Biblioteca escolar La Magnolia.

1 Comentar este artculo

  1. Virginia Lagos Dijo:

    Gracias, por acompañar a nuestra Institución!

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