Archivo | octubre 16th, 2014

Encuentro de Bibliotecarios -->

Encuentro de Bibliotecarios

La Biblioteca de Chacras de Coria participó del encuentro organizado por la UNCuyo y ABYDOME en la Biblioteca +Mediateca Manuel Belgrano, con una ponencia sobre su proyecto “Iniciación a la lectura en familia”, que tuvo “muy buena aceptación por parte de los presentes”, según asegura Estela Suris, presidenta de la institución chacrense y una de las ejecutoras del proyecto. Cabe destacar que dicha iniciativa se lleva adelante con el apoyo de narradoras voluntarias y el auspicio de CONABIP.

Estela Suris, de la Biblioteca de Chacras; Viviana Márquez, de la Biblioteca San Martín y Marta Chuca Mamaní.

Gini Palero, vecina de Chacras e integrante de la Biblioteca anfitriona, y Adriana Conte, secretaria de la Biblioteca de Chacras y formuladora del proyecto presentado.

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No a la Megaminería Contaminante -->

No a la Megaminería Contaminante

Por el Ing. Alberto Lucero
Hace unos 10 años nos empezamos a involucrar en el cuidado del medio ambiente. Y nos involucramos por una cuestión de sentido común, ya que no podíamos permanecer impasibles, callados, ante actividades tan depredadoras como es cambiar de lugar los glaciares, o dinamitarlos, o transitar sobre ellos con camiones cargados, destrozando el delicado equilibrio elaborado por la sabia naturaleza.
No podíamos permanecer callados ante el plan que traían de utilizar cianuro, uno de los elementos más letales, precisamente en las nacientes de nuestros arroyos cordilleranos, aquellos que nos proveen el agua que bebemos y el agua que utilizamos en nuestros cultivos.
No podíamos permanecer en silencio, ante contratos leoninos, totalmente diseñados para favorecer a las grandes empresas extranjeras, que se pensaban llevar más del 98% de lo extraído.
Era nada más que una cuestión de sentido común, para defender a nuestras familias; a nuestros hijos y con ellos, a todos los mendocinos.
Por supuesto, hace 10 años éramos muy pocos y para colmo, ellos, los que solo venían a hacer su lucrativo negocio, a través de sus representantes locales, nos nombraban peyorativamente como “ecoterroristas”.
Pasaron los años y, al ser dueños de la verdad, nuestra prédica prendió en la ciudadanía y hoy, los que nos oponemos a la Megaminería Contaminante en Mendoza, somos como una marea humana, que se pone en movimiento cada vez que advertimos que nuestra agua está en peligro; cada vez que escuchamos a algunos funcionarios defendiendo lo indefendible; cada vez que sentimos que nos están tomando el pelo, pues nos damos cuenta que somos dueños de nuestro propio destino, que los mendocinos hemos sido capaces de lograr una Ley como la 7722, que prohíbe el uso del cianuro en la minería metalífera, obligando a los dueños del negocio del oro a poner el freno de mano y, a pesar de su inmenso poder económico, obligándolos a respetar lo legislado por la sociedad mendocina.
La ley 7722 es el paraguas que nos protege y protege a nuestras fuentes de agua. Si no existiera esa ley, las grandes empresas mineras extranjeras ya estarían trabajando en donde nace el agua, en las zonas de glaciares, dinamitando montañas, reduciéndolas a polvo y mezclándolas con Cianuro, para llevarse en bruto el oro que contienen. Nosotros nos quedaríamos con la tierra arrasada,con los restos de cianuro, allí, en lo más alto de la Cordillera, esperando solo el paso del tiempo para bajar, contaminando todo a su paso y obligando a nuestros descendientes a emigrar.
No queremos que ese momento llegue y hoy sabemos que lo nuestro no es antojadizo, que lo que venimos exigiendo, aunque fue prolijamente silenciado por los grandes medios de comunicación, ya fue pensado, para bien de la humanidad, hace más de 30 años, cuando en las Naciones Unidas, en octubre de 1982, se proclamó la Carta Mundial de la Naturaleza, que en sus párrafos más destacados dice:
“La especie humana es parte de la naturaleza y depende del funcionamiento ininterrumpido de los sistemas naturales; la vida en armonía con la naturaleza, ofrece al hombre posibilidades óptimas para desarrollar su capacidad creativa, descansar y ocupar su tiempo libre. Al contrario, el deterioro de los sistemas naturales por consumo excesivo de los recursos naturales, socava las estructuras económicas, sociales y políticas de la civilización”.
Y continúa la resolución de las Naciones Unidas:
“Se evitarán las actividades que puedan causar daños irreversibles a la naturaleza y esas actividades no se llevarán a cabo, cuando no se conozcan cabalmente, sus posibles efectos perjudiciales”.
O sea, no estábamos equivocados hace 10 años cuando nos involucramos en la defensa de nuestros recursos naturales y podemos comprobar hoy que no estamos solos en nuestra lucha; nos acompaña nada menos que toda la humanidad, a través de las Naciones Unidas.

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