Archivo | agosto 5th, 2014

Licor de nuez y Día del Amigo -->

Licor de nuez y Día del Amigo

Por Gabriel Gallar

Días atrás estuve de paseo en Catamarca. Coincidió mi visita con la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho. Para los catamarqueños este festejo equivale a lo que para los mendocinos es la Fiesta de la Vendimia. Es el festejo catamarqueño por excelencia. La fiesta comienza el 11 y finaliza el 20 de julio. Los 18 departamentos catamarqueños presentan a su candidata a Reina del Poncho. Un jurado decide cuál de las chicas es la más bella y le entrega su corona y su poncho real.

El predio ferial es inmenso. Sectores para comer y guitarrear, muchos destinados a los artesanos, que vienen desde todos las provincias argentinas a ofrecer sus obras y también chilenos, peruanos, bolivianos que aportan sus creaciones. Y, lógicamente un inmenso salón donde actúan los músicos y bailarines, todos de primer nivel. Los artesanos se agrupan en diferentes galerías según el rubro: madera, metal, tejidos, vidrio.

Entré a uno que ofrecía artesanías culinarias, tortas, alfajores, bombones, bocadillos de todo tipo, aceitunas en almíbar… Todo casero y con los productores a la vista. Un muchacho muy joven me ofreció probar licor de nuez. Acepté el invite: un diminuto vasito plástico tan grande como un dedal lleno hasta la mitad. Bebí, es una forma decir, el licor de nuez. Mientras esas gotas exquisitas transcurrían por el paladar sucedió algo hermoso:

Me encontré, como teletransportado, a 1984 o tal vez pueda haber sido 1985 (últimamente la memoria se pone traidora). Estábamos en la cuadra de la panadería Los Andes de los Collovati, una noche gélida de julio cenando con los muchachos de la Unión Vecinal Chacras de Coria.

La cuestión que paso a relatar se inició así:

Organizamos una rifa para recaudar fondos para la Institución. Primer premio: un lechón. Obviamente, todos compramos algún número. La suerte recayó sobre Lucio Nápoli y el tano dijo: muchachos, nos lo comemos nosotros. Así fue que el animalito terminó asado en el horno de la panadería.

Los vecinos de siempre recordarán, seguramente con su cuota de nostalgia, los nombres de los comensales reunidos aquel día. Silvano Savoy, Eloy Cruz, Luis del Giudice, Tito Prieto, Pedro, Lorenzo y Luis Collovati, Faustino Elía, Simón y Lucio Nápoli y el que suscribe.

Luego de la cena y ya de sobremesa se organizó una amistosa partidita de truco. Para los que no saben, la cuadra de la panadería es un sitio siempre tibio, donde se amasa el pan y las tortitas.

Para definir a los contrincantes se recurrió al azar: se tiraron cartas y los tres primeros reyes serían compañeros contra los tres primeros caballos. La casualidad deparó que los tres Collovati -Pedro, Lorenzo y Luis- fueran el trío que se enfrentarían con Tito Prieto, Luis del Giudice y yo. Pobres los Collovatti, no ganaron ni un chico. Este suceso trascendió los límites de la cuadra panadera y las gastadas perduraron varias semanas). Pero, para amenizar la partida, Luis, que tenía una despensa en calle Italia, se trajo una botellita de licor de nuez. Confieso no haberlo tomado nunca. Era la misma nuez con algún dulzor vuelta líquida. Nunca más tomé ese licor hasta que este chango catamarqueño tuvo la mágica gentileza de ofrecerme esta invalorable posibilidad de revivir aquel encuentro entre amigos.

Bastaron esas poquitas gotas de licor de nuez para que reflotaran estos hermosos recuerdos que yacían dormidos en mi memoria.

Hoy, a pocos días del festejo del Día del Amigo, deseo recordar a aquellos amigos de la Unión Vecinal que ya no están. Se fueron y con ellos parte de la historia de nuestro pueblo.

Hombres honestos, cabales y solidarios que luego de haber cumplido con sus cotidianas obligaciones se hacían un tiempo, que pocos valoraban, para intentar solucionar los problemas que aquejaban a Chacras de Coria.

De aquella cena rematada con licor de nuez sólo quedamos para contarla: Pedro Collovati, Luis del Giudice, Silvano Savoy y yo. Los otros comensales ya partieron a donde no hay urgencias ni mezquindades.

Un abrazo inmenso para los amigos Simón y Lucio Nápoli, para el entrañable colega Faustino Elía, para Lorenzo y Luis Collovatti, para Don Eloy Cruz y para el amigazo Tito Prieto.

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El feliz regreso de Enzo Nicolás Pérez -->

El feliz regreso de Enzo Nicolás Pérez

Orgulloso sub-campeón mundial

Por José Félix Suárez  -  Especial para Correveidile

En las horas previas de su retorno a Europa, luego de la visita a su querida Mendoza tras su participación en el Mundial de Brasil 2014, para reencontrarse con sus padres Carlos y Miriam, sus hermanos Franco, Nahuel y Tatiana, además de sus muchos amigos y viejos y entrañables afectos, el maipucino Enzo Nicolás Pérez compartió una amable charla con el periodista de Correveidile  en la que trasmitió sus recientes sensaciones que lo hicieron tan feliz.

Pérez, próximo a reincorporarse al Benfica de Portugal donde juega desde el 2011, después de sus comienzos en Deportivo Maipú  (1996-2003) y su posterior y exitoso paso por Godoy Cruz Antonio Tomba (2003-2007) y Estudiantes de la Plata  (2007-2011), se encontraba con la ansiedad propia de saber si su futuro futbolístico estará en el Manchester United de Inglaterra ó en el Valencia de España.

El jugador de la Selección Argentina se convirtió en el cuarto mendocino en disputar un Mundial, después de las experiencias de Roberto Irañeta (Italia, 1934), Juan Francisco Lombardo (Suecia, 1958) y Luis Artime (Inglaterra, 1966) y en el único en llegar a la instancia decisiva de una final en el partido definitorio ante Alemania, en el mítico Maracaná de Río de Janeiro el domingo 13 de julio. Su debut oficial se había producido en los cuartos de final a los 33m. del primer tiempo, en reemplazo del lesionado Di María en el triunfal 1 a 0 sobre Bélgica el sábado 5 en la  ciudad de Brasilia.

El encuentro coincidió con la recorrida que Enzo realizó el viernes 25 al Hospital Diego Paroissien de Maipú donde  firmó autógrafos, se sacó fotos y obsequió camisetas de la selección autografiadas a los niños internados en la sala de pediatría. El director de ese centro asistencial, Dr. Luis Jofré, agradeció tan solidario gesto y lo distinguió declarándolo “Visita Honorable”.

El futbolista, que viajó a Mendoza acompañado por su esposa Florencia Martínez y sus dos hijos -Enzo Santiago y la beba  María Pía-, durante su estadía  fue homenajeado por el gobernador  de la Provincia en el Barrio Cívico; por la Honorable Legislatura en el Salón de los Pasos Perdidos; por el intendente de la Capital, Víctor Fayad, quien le entregó el premio “Mendoza Maravillosa 2014”.

Además, fue declarado Ciudadano Ilustre de Maipú y se mostró muy agradecido de todas estas demostraciones y del calor popular que  despertó su visita desde el mismo día de su arribo al  aeropuerto de El Plumerillo, cuando fue trasladado en una autobomba del Cuerpo de Bomberos de Maipú a su departamento natal, entre vítores y expresiones de júbilo.

Enzo habló siempre con su habitual bajo perfil, propio de una persona muy educada que no se aparta de la sobriedad y la sencillez: “El Mundial me dejó una sensación única e incomparable, una  experiencia  muy valiosa. No sé si volveré a tener una oportunidad igual. Tengo 28 años y si mantengo mi nivel actual quizás pueda llegar a la cita de Rusia 2018. En los próximos años voy a poner el máximo empeño y responsabilidad para lograrlo. Sería un digno broche de oro a mi carrera que algún día sueño terminar en mi querido Deportivo Maipú. Tenía 7 años cuando empecé a jugar en los infantiles y a los 16 hice mi presentación en la primera. También estoy muy reconocido de todo lo que me brindó Godoy Cruz, que me abrió las puertas del fútbol grande”.



El Balance

“Pienso que en Brasil fuimos de menor a mayor, mejorando con cada partido. En los octavos y cuartos de final se encontró el equipo,  que apareció en toda su dimensión en la semifinal y final. Estuvimos a un paso de lograr algo histórico, porque ante Alemania hicimos méritos para quedarnos con la victoria. Tuvimos las oportunidades más claras, pudimos marcar un par de goles y sin embargo  fallamos en la definición. Hay que reconocer que antes de ir al Mundial nadie apostaba por la Selección Argentina, pero nosotros íntimamente sabíamos que éramos capaces de llegar lo más alto posible”.

“Es demasiado injusto cargarle toda la responsabilidad a Lio (por Messi). Al comienzo se puso el equipo al hombro porque fue decisivo en la  etapa clasificatoria frente a  Bosnia, Irán y Nigeria. Más tarde se modificó el esquema de juego y justo es señalar que su tarea resultó mucho más sacrificada, quizás sin el protagonismo individual que se le pedía o exigía. Todos terminamos muy mal, pero Lío fue uno de los más afectados por la derrota. Por ahí se notó mucho más en Lio porque él era el referente del grupo por su condición de ser el mejor del mundo”.

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