Hoy quiero agradecer a Dios porque me dio un padre como vos. El 27 de setiembre te nos fuiste, pero los recuerdos más hermosos nos quedan a tus hijos, nietos, bisnietos, yernos, amigos y a tu incondicional esposa, quienes juntos nos dieron todo su amor.
Vos Viejo, con tu alegría, nos educaste y nos enseñaste a respetar la amistad.
Hoy que ya no estás con tus chistes y tu buen humor que nos alegraba a todos, te extrañamos. Pero nada va a cambiar, siempre te recordaremos con alegría porque vos eras nuestra alegría. El padre que nunca se enojaba y cosechaba amigos por todos lados.
Mi querido viejo, con todo amor te recordaremos en cada tonada, en cada chiste, entre tus conejos y tu caballo, tomando mate con la Chola, tu silbido está grabado entre las plantas de nuestra casa. Tus palabras son eco en nuestras memorias. Siempre frecuentaremos todo lo que te gustaba, así sobrellevaremos la falta de tu presencia.
Estamos seguros que en el cielo están de fiesta, vos le ponés tu alegría, Papá.
Tu esposa Chola, tus hijos Silvia, Pepe, Carina, Noemí y Reneé.