Archivo | octubre 10th, 2013

Gente que festeja -->

Gente que festeja

Los Humanistas del Mensaje de Silo, la primavera en Vistalba, los maestros de Ugarteche y de Chacras, y los cumpleaños de las Mirtas mantuvieron los grupos unidos y con mucho ánimo de celebración.

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Tras los pasos de Malena: Segunda Parte -->

Tras los pasos de Malena: Segunda Parte

En La Vitrola de este mes, la segunda y última parte de esta historia. ¿Quién fue la misteriosa mujer que inspiró  los inmortales versos de Homero Manzi?

Por Nicolás Sosa Baccarelli

Academia Mendocina del Tango

El mes pasado contamos la historia de Elena Tortolero (conocida como “Malena de Toledo”). No es ésta la única versión que existe sobre este enigmático personaje de la historia del tango. Aquí van otras.

La versión de Nelly Omar

Nelly Omar viene sosteniendo desde hace tiempo, con rotundo orgullo y plena seguridad que ella es Malena. Según la célebre cantante, conoció a Homero Manzi hacia 1937, en Radio Splendid. Ambos estaban casados, cuestión que tornaba prohibido el romance entre las dos figuras de la canción popular.

Confesaba hace poco en una entrevista: “Yo trabajaba con programas que él armaba en Radio Belgrano. Un día le dije: Por favor, pare, yo soy una mujer casada. No me moleste. Para qué se lo habré dicho. Era peor. Me escribía letras. Me prometió que se iba a divorciar si yo me divorciaba. Era una persecución. Aparecía por todos lados. Por favor, dejame respirar, le decía yo. Era realmente un enamorado pero respetuoso. (Е) Era un amor imposible. Sus amigos me decían “Llamalo, si no este hombre se va a morir”  Un drama.”

Según Nelly el inicio de la historia tuvo lugar en el viaje que Manzi realizó con Francisco Petrone a México. Una noche, cuenta Omar, concurrieron a un local llamado “El Patio” donde escucharon cantar a una mujer de aspecto físico y estilo muy similar al de Nelly. Petrone le preguntó con picardía a Manzi a quién le recordaba esa mujer. Homero sin responder, tomó un papel y escribió la letra de “Malena”. Al llegar a Buenos Aires, le contó lo sucedido a Nelly. “A mí no me importa que no me crean pero lo que cuento es así” confirma la ya centenaria estrella del tango, en un reportaje reciente.

Esta versión tiene, como todas, algunas razones a su favor y otras en contra. Entre las primeras podemos destacar la certeza del romance entre los dos astros del tango del cual habría nacido más de una letra del gran Homero. Se dice que “Ninguna” y “Solamente ella” son obras que Manzi dedicó a Nelly. Entonces, si le dedicó esos tangos: ¿por qué no pudo dedicarle también “Malena”?

El argumento adverso a este relato, de ser comprobado, sería demoledor. Lo insinúa Oscar Del Priore en su obra “Cien tangos fundamentales”. Allí alude a “la presunción de que Manzi y Nelly se conocieron tiempo después de la escritura de Malena”.  En tal caso, el relato de Nelly Omar sería sencillamente: imposible.

De todas formas, el tango “Ninguna”, que según se dice, fue para Nelly, es de 1942: ¿Fechas exactas? Ni los protagonistas las tienen. El tiempo, la memoria -a veces débil, a veces caprichosa- el olvido:  son algunas de las tantas cosas que han pasado. “Arena que la vida se llevó”  diría Homero.

Otras conjeturas

Otra historia diferente fue propuesta por Juan Carlos Miranda, cantor que estrenó “Malena” con la orquesta que dirigía el autor de su música, Lucio Demare. Según Miranda, una noche llegaron Demare y Manzi al cabaret “Novelty” con el tango casi terminado. Allí lo completaron delante de Miranda. Los autores le explicaron al cantor que acababan de escuchar a una cancionista que se llamaba Malena, en el varieté “Nueva Orleans” de La Boca.

También se ha dicho que la verdadera Malena no fue Malena de Toledo, ni Nelly Omar sino Azucena Maizani. Fue ella quien inmediatamente grabó el tango, pero también quien se encargó de desmentir este rumor. No hacía falta. La descripción de  ”Malena” por Manzi hablaba por sí sola.

Tita Merello no quedó atrás. También se conjeturó que ella podía ser Malena.

Para otros, la auténtica musa inspiradora del tango fue una  ex corista anónima del Maipo “que tuvo veleidades de cantora solista y que vivía en la calle Esmeralda, al lado del teatro” señala Francisco García Jiménez en su obra “Así nacieron los tangos”,  para rematar diciendo que tal mujer no existió.

Completando el abanico de posibles o pretendidas “Malenas”, y escuchando el testimonio de un amigo del hermano de Manzi, se ensayó la hipótesis según la cual el poeta habría escrito la pieza inspirado en la modista de su esposa.

Siguiendo con las extravagancias se llegó a decir que Malena fue una vendedora de achuras en la zona de Almagro.

Se trata de relatos inexactos, cuando no engañosos, que no han causado más que confusión y que han contribuido en gran medida a acrecentar el misterio.

Las versiones de Acho Manzi

Acho Manzi  -hijo de Homero, recientemente fallecido- al ser interrogado sobre el asunto, declaró que según su parecer, Malena no sería más que una historia, una síntesis de la experiencia de su padre con las mujeres, una especie de idea arquetípica que tradujo en verso. En más de una ocasión Acho se pronunció de este modo. Una de ellas fue al ser consultado al respecto por quien escribe estas líneas.

En otra ocasión -narrada en el portal Todo Tango- agregó que, en caso de tener que inclinarse obligadamente por alguna cantante de tango que pueda haber inspirado a su padre, él lo haría por Mercedes Simone. La opinión de Acho, causó asombro entre los investigadores del género que presenciaron la revelación.

Para complicar aún más el acertijo, existe un sitio web dedicado al “Día de las Malenas” que contiene un documento por demás interesante. “Malena era María Esther Lerena”, firma: Acho Manzi.

Recordemos que María Esther Esquivo -ése era su verdadero nombre- fue una bella actriz de comedia nacida en Buenos Aires en 1899. Supo ganarse su lugar en los salones del selecto público porteño de los años 20 e incluso llegó a compartir una gira por España en 1923 nada menos que con Gardel y Razzano.

De acuerdo con esta segunda (o tercera) versión de Acho, su padre, junto a Aníbal Troilo, se lo dijo en un reportaje de radio al animador Bellini en su programa de tango. Su papá ”tenía diecisiete años cuando se estrenó la película Milonguita que vio cantidad de veces”. El film es de 1922, allí Lerena desempeñaba el papel principal. “En esa época de películas mudas, los cantantes se doblaban a sí mismos detrás de la pantalla, como también lo hacía María Esther, que interpretaba tangos. Detrás del escenario se instalaba un micrófono, y allí cantaban, acompañados de guitarristas. De esa manera, el público podía oír cantar a quienes encarnaban los personajes.”

“Vacarezza -refuerza Acho- solía ir a un café al lado del teatro Presidente Alvear, en la avenida Corrientes.  En una de sus mesas, Ángel Cárdenas le oyó decir que ella fue la verdadera Malena. Y eso corrobora la noticia”. Hasta aquí, las tesis incompatibles de Acho Manzi.

Una anécdota y una conclusión

Agreguemos otro dato más. La riqueza de la anécdota viene dada exclusivamente por quien la refirió: la relató Quino en conversación con quien suscribe esta nota. Contó el genio dibujante que ”hace más de veinte años”, en una sala de espera de un consultorio médico ubicado en la ciudad de Buenos Aires, se sentó al lado suyo una mujer mayor con quien entabló una amena conversación, típica de la circunstancia. En medio de la charla y por una razón cualquiera surgió el tema y fue allí cuando la señora contó en detalle y según las palabras de Quino “de una forma muy convincente” que ella era la destinataria de los famosos versos de Manzi.  Se trata de un recuerdo que el dibujante mendocino atesora con asombro.

Si bien la versión que contamos en La Vitrola pasada -la que se refiere a Malena de Toledo -  es, a nuestro modo de ver, la que goza de mayor crédito, compartimos la opinión de Ricardo García Blaya al sostener que la misteriosa heroína del tango no es otra cosa que la síntesis poética de las mujeres que el letrista amó, y no más que eso. Es que muchas veces, el artista crea, y el espectador se encapricha en buscar nombres y razones, allí donde no existen.

El 3 de mayo de 1951 fallecía Homero Manzi llevándose con él, como un preciado secreto, la respuesta del enigma acerca de una mujer a quien llamamos y llamaremos por siempre: Malena.

Ilustración de Pablo Pavezka

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Vecinos unidos, jamás serán vencidos -->

Vecinos unidos, jamás serán vencidos

Vocación de servicio y compromiso con la comunidad y el entorno caracterizan desde un primer momento a la Unión Vecinal de Chacras de Coria, una organización con personería jurídica nacida en 1965 con la finalidad de crear escuelas.

“Las grandes obras de las instituciones las sueñan los santos locos, las ejecutan los luchadores natos, las aprovechan los felices cuerdos y las critican los inútiles crónicos”. Silvano Savoy aún guarda un recorte de diario -amarillo- en que aparecen los versos del poeta japonés Kioto. Sobre una mesada de madera se apilan carpetas en las que conserva la historia del pueblo a través de los años, desde la formación de la Unión Vecinal Chacras de Coria, el 5 de marzo de 1965, y luego de que fuera disuelta ese febrero la Escuela Mosconi.

“Al domingo siguiente nos reunimos en el Club de Chacras y así nació la Unión Vecinal. A esa reunión invitamos a un profesor que, como todos, trabajaba ad honorem, a los chicos del centro de estudiantes y a otras personas más con el fin de fijar el inicio de las clases. No teníamos nada y precisamente por eso fijamos primero la fecha y después salimos corriendo a conseguir las cosas”, dice Silvano. Así es como luego de varias tratativas lograron que la Mosconi funcionara temporalmente de noche en la Escuela Teresa O´Connor. Desde entonces, la labor de la Unión Vecinal fue fundamental para entender cómo llegaron a Chacras, escuelas, cloacas y hasta la red de gas.

Silvano era por aquella época, dueño de un taller de carpintería ubicado donde ahora funciona Fundiola. Junto a otros vecinos compartía la preocupación por la falta de instituciones educativas en el lugar. ¿Los objetivos? Abrir una primaria, que al poco tiempo se cumplió con la oficialización de la Mosconi, y una técnica nocturna que permitiera capacitar a los trabajadores. Alrededor de 18 vecinos se encontraban en una casa prestada para debatir los pasos a seguir en la consecución de proyectos. En 1966 organizaron la Primera Gran Exposición Técnico Industrial en la Plaza de Chacras y luego una Exposición de Artesanía e Industria de Mendoza.

“Yo he nacido en Chacras y desde siempre sentí la necesidad de trabajar por los demás. Esta labor comunitaria fue pensada en beneficio de la población del distrito”, dice Savoy, tres veces Presidente de la organización con personería jurídica. “Cuántos egresados han tenido nuestras escuelas, cuántos de ellos son ahora profesionales. Las obras pueden esperar, pero lo que no se hace por las personas a tiempo no vuelve más. Si hubiéramos esperado a que el Ministerio hiciera las escuelas, todavía seguiríamos sin respuesta”, asegura.

Entre los logros que suma esta organización con el devenir del tiempo figura la apertura de la calle Aguinaga, la colocación del grifo para el suministro de agua potable en la Plaza, la creación de una sucursal del Banco Mendoza, la creación de la escuela secundaria diurna y oficial Francisco Correas, “la Panchito”; la instalación de la red de gas -obra costeada por los vecinos-, la construcción de la sede social de la Unión Vecinal y de 36 viviendas en el Barrio 25 de Mayo luego del aluvión de 1970, la realización de un censo para evidenciar la imperiosa necesidad de crear instituciones educativas, el reconocimiento a vecinos destacados, la iluminación de la calle Mitre -primera en obtener alumbrado público-, la realización de la Cena de la Amistad, la gestión de la red de cloacas, entre otras acciones.

Julio Díaz Valentín visita Chacras desde el verano de 1945, cuando se trasladaba con su familia para pasar el calor en la finca materna. En 1967 y luego de que su mujer, Mónica Itoiz, quedara encantada con el lugar, se instalaron definitivamente en Chacras de Coria, donde tuvieron cinco hijos. El ambiente, tranquilo y familiar, era encantador, recuerda. “Aunque no nos conociéramos todos, el saludo en la calle se daba naturalmente”, dice. Tanto él como su señora se involucraron en la Unión Vecinal con la instalación de la red de gas, “una tarea grande que nos llevó a movernos y colaborar”, dice. Su compromiso constante lo llevó a ser Presidente de la Unión durante una década, en la que sintió la obligación moral de llevar adelante esta tarea.

Tanto él como Savoy consideran que la Unión Vecinal debe replantearse su devenir. Por un lado, por el crecimiento del distrito, que impide ocuparse de los problemas de cada barrio; por el otro, porque existen nuevas uniones vecinales que abordan los problemas que las aquejan en lo particular. “La llegada acelerada de nuevos habitantes ha modificado la idiosincrasia del lugar. Hay personas muy colaboradoras, pero otras que usan a Chacras como dormitorio sin preocuparse por el bien común. Se ha despersonalizado mucho el trato, también es cierto que se ha vuelto más cómodo vivir aquí porque no hay necesidad de ir tanto al centro, pero el pueblo se ha perdido”, dice el arquitecto Díaz Valentín.

¿Cómo estamos hoy?

En la actualidad, la Unión Vecinal Chacras de Coria continúa con sus reuniones periódicas y trabaja en la observación del lugar para detectar problemas y posibles soluciones. “Luego de consensuar una solución, formalizamos la sugerencia al intendente mediante una nota, pero bajo esta gestión municipal no hemos recibido nunca respuesta”, dice Teresa Melucci, Secretaria General de la organización y abogada. A pesar de haber nacido y vivido en Buenos Aires, luego de un exilio forzado en México durante la dictadura militar, eligió radicarse en Chacras con sus mascotas.

“Me interesa el trabajo comunitario porque es una forma de participar en la dinámica ciudadana, de comprometerse con la calidad de vida de las personas, de recrear el uso del espacio público en un marco armónico donde se pueda compartir con otros el disfrute del entorno”, dice Teresa. Desde que se sumó a la Unión Vecinal ella y el equipo actual han trabajado por preservar los frentes de casas antiguas –especialmente la fachada del nuevo edificio del Registro Civil que demandó varias tramitaciones para que se conservara según el edificio original- atender a la tala indiscriminada del patrimonio forestal, la seguridad vial, el riego y cuidado de los espacios públicos y el respeto por el entorno ambiental y edilicio de Chacras de Coria: el rincón en el mundo de varios de sus habitantes.

Es así que desde el año 2007 hasta el 2009, la vecinalista estuvo trabajando en el armado de un plan de ordenamiento urbano para nuestro distrito, del que sólo se implementó la primera etapa por decisión municipal.

Los vecinos durante una reunión en torno a la seguridad.

La arquitecta Mónica Itoiz habla en la Casa de Gobierno durante las tramitaciones por la conservación de la fachada del Registro Civil.

Gustavo Grimalt y Silvano Savoy caminan por las calles del pueblo.

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