Con la mirada puesta en los cambios que se están dando en el pedemonte chacrense, sobre todo en el recorrido de Panamericana entre la intersección de Corredor del Oeste y Guardia Vieja diversos habitantes y conocedores del lugar nos cuentan pasado, presente y proyecciones de una zona que cambia día a día.
Por Aurora Fernández
El Chalet de Piedra de Chacras de Coria
El Dr. Enrique Roig, abogado de trayectoria en Mendoza y conocedor de un pasado que si bien parece remoto no lo es tanto, cuenta con sus propias palabras un fragmento de la historia de la zona muy vinculada a la casa que su abuelo paterno construyó casi sobre la Panamericana a la altura de la actual plazoleta Dr. Levy, conocida por mucho tiempo como El Chalet de Piedra.
La historia de esta casa comienza con “Don Antonio Simón, francés, tonelero de profesión pero con múltiples inquietudes y habilidades. Se decía “libre pensador”, era aficionado a las matemáticas y la astronomía y a ingeniosas soluciones, como la de hacer un alambique transportable, con el que en un tiempo, hace más de cien años, destilaba orujo a domicilio, de los numerosísimos parrales de las casas de la ciudad. Estaba casado con María Petazzi, hija única de Andrés Petazzi, natural de Como, Italia y uno de los reconstructores de Mendoza luego del terremoto de 1861”, cuenta el Dr. Roig y continúa: “Su hija María Elisabet, en sus años de adolescencia, padeció de cierta afección bronquial, por lo que los médicos recomendaron temporadas de aire de campo, único remedio clásico en aquellos tiempos. Chacras de Coria era el pueblito apacible, rodeado de viñas y quintas y cercano a la ciudad, tradicional destino en tales emergencias. Tal es la razón por la que don Antonio buscó alguna casa para alquilar en el pueblo. Pero temió que el remedio pudiera ser peor que la enfermedad, pues descubrió que, por la misma razón de su búsqueda, Chacras de Coria estaba poblada de numerosos habitantes que buscaban alivio para la tuberculosis. Supo entonces de un loteo, que en pleno campo raso y despoblado hacía un señor Héctor Ortiz, de una propiedad de treinta y un hectáreas, al Nor-Oeste de la estación del ferrocarril. Allí entonces compraron los esposos en dos escrituras, una de 1913 y otra de 1915 varios lotes. La primera escritura reza textualmente encontrarse el inmueble en el Departamento de Luján y la segunda, en Chacras de Coria, del Departamento de Luján”, destaca Enrique.
Fotografía tomada hacia 1914 ó 1915 de la única casa construida por Antonio Simón en el loteo. Esta casa, aún en pie, se conoció por décadas como “el chalet de piedra”. Está plantada y rodeada de campo raso, sin agua ni servicio alguno ni cerco que la aísle. La Ruta Panamericana no existía. El acceso a Uspallata se hacía por la Quebrada del Toro, al Norte de Villavicencio, sin pavimento alguno, o por el ferrocarril Trasandino, que pasaba por Chacras de Coria. La propiedad estaba recostada por el Oeste, sobre el Río Seco Tejo, el mismo que pasa por detrás de la iglesia de Chacras, y por el Este tenía frente a una huella que se adentraba al campo, que no se llamaba como hoy “Los Pozos”, sino que constituía la Calle Benito de San Martín, la misma que pasa frente al ingreso del barrio “Cerro San Luis” luego de pasar por un badén sobre río seco.
Del otro lado del Río Seco, en el actual emplazamiento de la cancha y Club Social y Deportivo Chacras de Coria, había un puesto de cabras. Las casas que se observan a la extrema izquierda de la foto hacían frente a la actual calle Prolongación Mitre, frontera última hacia el Nor-Oeste de todo el modesto desarrollo del pueblo de Chacras de Coria y su entorno agrícola. Una de esas casas pertenecía a la familia de Don Manuel Leiva, administrador del campo de Héctor Ortiz. En las grandes crecientes del río seco, el agua se abría paso también por el costado Este de la propiedad de Don Antonio Simón, amenazando el frente de la casa. Para defensa de ese flanco, Simón instaló la hilera de rocas que se observa y que las llevó hasta el lugar con la ayuda de bueyes.
El presente: Los ciclistas y la basura
Muchos años después que Don Simón, pero en una similar búsqueda de aventura, aire puro y naturaleza una gran cantidad de ciclistas se reúne cada fin de semana, a partir del jueves, en la entrada del camino de los pozos, casi frente al “Chalet de piedra” y desde allí llega hasta la precordillera por el pedemonte en recorridos de tres y cuatro horas a pedal para sumergirse en el paisaje semidesértico mendocino y disfrutar de su natural belleza.
Sin embargo los pedalistas lamentan tener que compartir los primeros metros de camino con los camiones de la Municipalidad de Luján de Cuyo, ya que el municipio utiliza el pedemonte como un vaciadero de verdes. Incluso vecinos del lugar destacan que el título de “vaciadero de verdes” dado por la municipalidad resulta poco acertado cuando puede observarse que el predio donde se vuelca ha convocado a personas que incluso se han instalado allí con improvisadas casillas a reciclar basura.
Panamericana peligrosa
Beatriz, una vecina de la zona, peatón, ciclista y conductor, destaca que el riesgo de accidentes fatales es una constante por la escasa o nula señalización.
“El incremento poblacional en Vistalba y la zona del pedemonte, los barrios privados y el nuevo colegio sobre la ruta han intensificado el número de vehículos circulando en la zona de manera exponencial. La señalización de accesos a estos lugares es mínima o nula y los conductores se ven obligados a llevar a cabo peligrosas maniobras”.
“Las frenadas de conductores desprevenidos son habituales cuando los camiones municipales, ciclistas y quienes viniendo desde Pueyrredón deben volver para llegar al colegio doblan de pronto a la izquierda y hacen una especie de “U” saliendo un poco a la banquina”.
“También es habitual encontrarse con peligrosas maniobras de giro a la izquierda con doble línea amarilla, de quienes salen o quieren ingresar al colegio o a los barrios Laderas y Cerro Alto por la Panamericana sin ir hasta la rotonda. Demás está decir que la dársena frente al barrio Laderas está pésimamente señalizada y que los peatones y deportistas que corren, caminan o pedalean sobre la ruta sin un lugar apropiado complican el panorama”.
“Es importante destacar, además, el peligro para su propia vida de quienes están ocupando los terrenos de Vialidad entre la ruta y el Cerro San Luis que, por supuesto, no respetan el retiro obligatorio”.
Proyecto de vialidad
El Ing. Enrique Soler, Director de Vialidad Provincial informó que el organismo está trabajando en un anteproyecto para resolver el tramo desde la intersección de Panamericana y Corredor hasta Guardia Vieja. Este anteproyecto incluye doble vía, rotondas con colectoras laterales para dar acceso a los nuevos emprendimientos y ciclovías.
Lo que busca Vialidad es anticiparse a los proyectos particulares en la zona, que sin duda se incrementarán cuando se conecte Cacheuta y Potrerillos, dejar establecidos los retiros y buscar la cooperación con los emprendedores sobre todo para los ingresos y egresos y las calles laterales.
Con respecto al nuevo colegio, el Ing. Soler destacó que se ha dado una solución precaria de acceso, aunque esta institución debería resolver el ingreso dentro del predio del mismo emprendimiento inmobiliario que lo incluye.