Seguimos perdiendo árboles en pos de los emprendimientos comerciales. ¿Qué pasa? ¿Son incompatibles? Sería una buena iniciativa que algún funcionario con visos de estadista creara las condiciones necesarias para que ambos, emprendimientos y arboledas públicas, convivan sanamente.
Efemérides. 15 de agosto, Día Provincial del Árbol y así lo festejamos por estos pagos.
Los álamos de Almirante Brown
A raíz de la construcción de un nuevo barrio cerrado fueron erradicados casi cincuenta forestales sobre esta bella calle que marca el límite entre Chacras y Vistalba, a unos metros de la intersección con Guardia Vieja. Nos preguntamos por qué se destruye el arbolado público cuyo beneficio es justamente para todos, en pos de emprendimientos privados en el que se benefician unos pocos?
¿Por qué nuestras autoridades avalan la destrucción del patrimonio colectivo para permitir el desarrollo comercial de algún particular, anteponiendo el bienestar individual por sobre el bienestar general, función primigenia del Estado?
El emprendimiento inmobiliario igual puede realizarse sin tener que sacrificar los árboles públicos. Teléfono para el municipio que habilita nuevos emprendimientos sin los requerimientos urbanísticos necesarios para asegurar el buen vivir comunitario.
En julio pasado se cortaron 19 álamos y 16 acacias en la calle San Miguel, de Las Compuertas, por el entubamiento del canal de esa zona, licitado por el Departamento General de Irrigación.
Si bien el personal que procedió a la tala de árboles contaba con la autorización de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, al menos en la primera parte del procedimiento, no se encontró allí ningún inspector que supervisara la tarea.
Según explicó un vecino de la zona, muchas veces puede evitarse el corte si se lo planifica adecuadamente.
En este caso, dijo, se podría haber desviado el canal para mantener los árboles de pie o al menos haber previsto un sistema de riego para que la arboleda del Este, que no fue cortada, recibiera el agua necesaria.
Pareciera ser que a nuestras autoridades les anda faltando un poco de imaginación.
Al decir de un especialista, se erradicaron varios ejemplares que se encontraban en buen estado y no figuraban en la línea de la obra.
Protección del arbolado público. Breve reseña histórico legislativa
Luego de la Conquista, según consta en documentos, los españoles tomaron medidas para reprender a quien causara daño al arbolado -tal vez para lavar las culpas por haber diezmado sus propios bosques de robles y encinas para hacer los barcos con los que cruzaron a “civilizar“ nuestro continente-. Así que para castigar al dañino se establecían “cien azotes para quien destruya un árbol intencionalmente ” y “cincuenta para quien lo cause por descuido”.
En el anuario del centenario del diario Los Andes se menciona una anécdota que demuestra que ya habían leyes de protección del árbol y que se cumplían. Allí leemos que en 1880 “al gobernador de la provincia se le cobra un multa por no regar el árbol del frente de su casa“, según la legislación vigente.
Y es que Mendoza fue ejemplo en la defensa del arbolado. En 1897 se promulga la Ley Nº 39 de Plantación y Fomento del bosque, tendiente a modificar la situación producida por las enfermedades respiratorias causadas por la extrema sequedad del ambiente, sirviéndose a su vez de las acequias existentes, que originalmente eran las que proveían el agua a los pobladores. Se da inicio, entonces, a la CIUDAD BOSQUE, que desde ese momento maravilló a propios y extraños.
Día del árbol
La fiesta en su homenaje se origina en Estados Unidos, en el estado de Nebraska. En nuestro país, fue Domingo Faustino Sarmiento quien en uno de sus viajes al país del Norte trajo dicha celebración a la Argentina. Como presidente inculcó a los gobernadores la necesidad de forestar, introdujo nuevas especies e incentivó a los maestros a trasmitirle a los niños el interés y el amor por los árboles.
En Mendoza, durante los gobiernos de Carlos Washinton Lencinas, su ministro de Industrias y Obras Públicas, el ingeniero agrónomo Leopoldo Suárez, creó viveros y aumentó plantaciones mediante entregas gratuitas, forestando rutas y ampliando el Parque General San Martín con la construcción del maravilloso Rosedal.
En 1934 el gobernador Ricardo Videla, mediante el decreto Nº 332 fija el Día del Árbol el 15 de Agosto y más tarde, en 1939, es oficializado por el gobernador Rodolfo Coromina Segura, al promulgar la Ley Nº 1360. También se oficializa en el mismo instrumento legal la Asociación de Amigos del Árbol a instancias de José Benito de San Martín, creador del Parque Aborigen y del maravilloso Parque de las Colinas, para orgullo de los chacrenses.
Por último, el 1 de junio de 2008 se reglamenta la Ley 7874, que establece las disposiciones generales sobre la gestión del arbolado público provincial al que se le asigna presupuesto por primera vez en la historia: hasta el 5% del presupuesto de la Secretaría de Medio Ambiente. Un gran paso que nunca llegó a concretarse.
Como se puede apreciar a través de la historia, radicales, conservadores y justicialistas han coincidido y luchado juntos por el arbolado público provincial constituyendo el tema un asunto de Estado, aunque sea en el anhelo. Lamentablemente, para las autoridades contemporáneas, como también para una gran parte de la sociedad, se trata de un tema que les es indiferente. Y así estamos, al borde del colapso verde.
¿Qué pasa en Uspallata?
Vecinos frenan tala
Desde hace varios días la Asamblea del Árbol, la Fundación Cullunche y un grupo de vecinos de la Ruta 52 se opone a la resolución 498/13 de la Municipalidad de Las Heras, que autoriza el corte de 22 álamos y 160 sauces en el camino a Paramillos.
Según las autoridades municipales, los árboles en cuestión se encuentran en mal estado. Por su parte, las organizaciones ambientales y los residentes aseguran que muchos de ellos deberían conservarse de pie y extraer sólo las ramas secas.
El jefe del Departamento de Forestación de Recursos Renovables, ingeniero agrónomo Carlos Barrera Oro, sostuvo que participan de la tarea personal de Vialidad Provincial y de la Municipalidad y que su voluntad es dejar los que se encuentren aptos: “Los árboles están decrépitos, corren riesgo de volteo por zonda, hay muchos secos por el fuego que hace la misma gente”. Además, agregó que falta conciencia por parte de la población.
Teresita Capezzone, miembro de la Asamblea del Árbol recorrió la zona y si bien vio algunos ejemplares ahuecados, asegura que otros podrían conservarse. Por este motivo, los vecinos de la Ruta Provincial 52 enviaron una nota a la Dirección Provincial de Vialidad y a la Municipalidad solicitando la conservación de los árboles sanos. Al cierre de esta edición, Teresita confirmó a Correveidile que aún no han recibido respuesta y que se acercará próximamente a las inmediaciones para conocer las novedades.
Fuente: Archivos Dirección de Recursos Naturales No Renovables.