Actualizamos nuestro tradicional listado de aniversarios de quienes viven en Chacras de Coria y sus alrededores. Si alguien no se viera incluido/a en esta lista y por estos días festeja año nuevo, les pedimos que por favor nos escriban para agregarlo. Como siempre, nos encantaría recibir al menos una foto de los festejos. ¡Salud!
Los habitantes de cualquier comunidad deben satisfacer necesidades elementales, como el sustento diario, la salud, la alimentación o la educación. Para hacer frente a estos requerimientos las personas solo tienen un recurso: trabajar y obtener un salario con el cual poder afrontar los gastos que estas necesidades básicas demandan. Se podría decir que cada uno y como puede intenta resolver estos requerimientos en forma individual o familiar.
Algunos lo logran otros, lamentablemente, subsisten intentándolo. El discurso que instaló el neoliberalismo a partir de los años 90’ fue que cada uno se salve como pueda. El individuo primero. El Bien Común después. Generalmente el Estado no se involucra en la solución de las carencias individuales, excepto en situaciones muy especiales. Sin embargo el Estado -llámese municipio, gobierno provincial o nacional- no puede o no debería estar ausente cuando las necesidades ya no son individuales sino comunitarias.
En Chacras de Coria podrían citarse varios ejemplos de un Estado Ausente -¿cuántas ordenanzas municipales no se cumplen porque el Municipio tolera sus reiteradas transgresiones?-, desde la condición de las principales calles de acceso a nuestro hermoso pueblo destruidas, la basura, el caos vehicular, etc., etc. Lo malo frente a esta situación es acostumbrarse, pensar y sentir que así fue y así siempre será.
Cuando una comunidad se une, se organiza y siente que puede mejorar siempre lo logra. Seguro que no es fácil. Siempre habrá piedras en el camino o intereses ocultos que harán difícil y hasta tortuoso recorrer el sendero que conduce al bien común. Cada palo en la rueda es un mensaje claro: ustedes no pueden.
Desde este espacio, en más de una oportunidad, hemos publicado notas donde se demuestra que con organización, solidaridad y sentido común SI SE PUEDE.
Valga como ejemplo la comunidad de Perdriel. El Estado se hace presente para cumplir con su obligación de satisfacer una necesidad de la población: servicio sanitario de tratamiento de efluentes cloacales. Para ello decidió construir la planta de residuos cloacales en la calle Terrada, en el terreno del Vivero Provincial. Esta zona fue reconocida como “agroturística” y en su conjunto agrupa más de 2.500 personas.
Advertidos de la decisión gubernamental los vecinos se reunieron, se organizaron, se asesoraron y se manifestaron en pos de sus derechos. ¿Cuáles? El derecho a un medio ambiente sano, incluido en la Constitución Nacional. Se trata del bienestar de la comunidad. Incluso, para no quedarse sólo en el reclamo, han propuesto soluciones alternativas que serían más económicas.
De ninguna manera rechazan la instalación de este servicio esencial. Pero no en este sitio inadecuado. Respetuosamente hicieron lo que corresponde: manifestar su disconformidad por escrito ante las autoridades del Poder Ejecutivo y Legislativo, provincial y municipal, dando sus razones bien fundamentadas. Por ahora sólo hay promesas verbales desde el gobierno para rever esta situación. Todos esperamos que tanto los vecinos como los gobernantes lleguen a buen puerto sin perjudicar a nadie.
La pregunta que queda pendiente: ¿Qué hubiera pasado si la gente de Perdriel no se organizaba y reclamaba por un derecho que el Estado está soslayando?
Vecinos organizados en pos de una solución sustentable. Apoyan la construcción de la planta pero en otra localización, que no afecte ambientalmente a ninguna población. Proponen alternativas superadoras, pero hasta ahora sólo cuentan con la postergación de la licitación y la palabra del ministro Baldaso de buscar otro lugar.