Si bien Daniel Antequera nació en el departamento de Godoy Cruz, en Mendoza, a los pocos años su familia se trasladó a Mar del Plata, donde pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia. En la ciudad costera permaneció hasta 2011, cuando viajó a su provincia natal a visitar a sus padres para las fiestas y decidió abrir una nueva peluquería en Chacras de Coria. “La apertura de este local fue a pedido del público chacrense y de muchos vecinos que tienen propiedades en Mar del Plata y que insistieron para que avanzara con este proyecto”, relata el peluquero dueño de este centro exclusivo para hombres y de dos otras sucursales emplazadas en Mar del Plata y en San Martín de los Andes que también llevan su nombre.

Cortes de vanguardia, capacitación constante y asesoramiento son claves para este hombre preparado para los cambios más exigentes de la clientela masculina. Deportistas del pueblo, entre ellos varios rugbiers y esquiadores , aclara Daniel, lo visitan de lunes a sábados en el Local 8 de La Portada Mall. “El corte de pelo va de la cabeza a los pies: es 100% estético, por eso hay que tener en cuenta a qué se dedica ese hombre, cuáles son sus actividades, cómo le gusta vestirse y en base a ese perfil definir el corte más adecuado”, cuenta el peluquero formado con Andrea Megetto o Raúl Valenzuela, que hasta fin de año continuará con sus tres locales y más tarde se quedará solamente con el de Chacras de Coria, ya que transformará a la cadena Antequera en un sistema de franquicias.

“En un mercado orientado hacia las mujeres y en el que las peluquerías masculinas han tendido a desaparecer, yo propongo un espacio dedicado exclusivamente a los hombres, lejos del olor a tintura y los productos de cuidado capilar femenino. He venido con los pies en la tierra y un perfil muy bajo, por eso los cortes son accesibles al bolsillo de los vecinos. Mi peluquería se ha transformado en un club de amigos, en un ambiente distendido en el que el cliente viene, se atiende y sale”, dice Daniel, atento a cada detalle de su salón, que cuenta con unos hermosos sillones antiguos, un rincón de recuerdos y fotos que hasta los propios vecinos le han obsequiado.