Diego Bellene y Héctor De Vito compusieron el Himno a Belgrano, una obra popular que se divulga de boca en boca y vía internet; en youtube contabiliza casi 8 mil reproducciones. El autor de la letra y el músico viven en San Martín y formaron una Fundación al calor de la creciente adhesión a las ideas del patriota de la liberación americana.
Por María Eva Guevara
Cuando se habla de un himno patrio de inmediato se lo asocia con bronce, pompa y loas altisonantes, no con la irreverencia. Tampoco con la metáfora posible del presente, o en los que tienen la convicción política de la militancia y captan la esencia del pensamiento y acción de los revolucionarios americanos. En ese giro se abre paso el Himno a Belgrano, una obra realizada dos años atrás por vecinos de San Martín.
La historia es la siguiente. A comienzos del 2011, Diego Bellene, empleado de la Municipalidad de San Martín tomaba mate con su amigo músico Héctor De Vito, cuando surgió la idea de hacer un himno. La primera evocación fue desgranar la paradoja de que Belgrano, siendo rico, murió pobre. Como dice Diego Bellene: “tirado, casi en la lona”. Tras eso, la ironía de que si bien existe un Himno al patriota desde 1902, no se grabó versión alguna.
Hoy, el Instituto Belgraniano Nacional recomienda la difusión del Himno y el Coro de Cámara de la Universidad Nacional de Cuyo dirigido por Fernando Ballesteros, incorporó la obra a su repertorio. Además, circula por clubes y entre docentes o directivos de escuelas.
El hilo conductor es muy simple. Tiene que ver con lo que hizo y pensó Belgrano desde una mirada retrospectiva. En cada estrofa hay un mini relato: “combatió la invasión y al látigo opresor”, dice en obvia alusión a su rol durante las invasiones inglesas y la Revolución de Mayo. Cuando dice “A merced de la virgen guiaste a un pueblo fiel/ y en las piedras, tu valor vistió a Jujuy, verde laurel” se condensa en mínimas palabras no sólo la mayor proeza -tan poco recordada- del éxodo jujeño, realizado en tiempo récord, ante la proximidad del enemigo, sino también a la victoria de Tucumán, hecho que según el historiador Felipe Pigna constituye “una de esas desobediencias debidas” a las que tenemos que agradecer nuestra independencia y existencia como país.
No exento de emoción es el párrafo que le dice a Belgrano “Al poder enfrentaste, no cediste a la traición”, seguido por “Y al partir a la gloria, nuestra patria naufragó/Y en los templos las campanas se lamentan de dolor”. Según explica Diego Bellene, ahí la letra alude implícitamente a todos los reclamos dirigidos por Belgrano al poder del gobierno porteño, en tono de desesperación por la penuria de los soldados, así como a renglón seguido, a un final de pena que nos ubica en un 20 de junio de 1820, plena anarquía para un Buenos Aires que no advirtió que quien moría en la jornada era Manuel Belgrano.
Aunque si de emoción se trata, Diego Bellene resalta la frase “valedor de Cumbay y Tupac inca Rey”. Va en esa frase toda la razón de ser del himno: “Despertar la pregunta de por qué Belgrano propuso entregar el trono a un descendiente de los incas, evidentemente porque tomó partido por el líder aborigen y entendió que aquello que se presentó como “una revuelta” fue en realidad un auténtico movimiento social.
Himno a Belgrano
En la cima del péndulo del tiempo vivirán
Tus designios acuñados, con tu vida y lealtad.
Hasta el fin de los siglos tu memoria quedará
En la entrega de tu oro y en tu gesta inmortal.
La tinta de tu sangre sacra defendió,
En la pluma de los justos a la libre educación.
Y a la luz de Moreno y de Castelli, su voz,
Alumbró tu pensamiento, el rumbo de revolución.
A merced de la Virgen guiaste a un pueblo fiel,
Y en las piedras, tu valor vistió a Jujuy, verde laurel.
Con tu espíritu guerrero, ardió en Salta y Tucumán,
El fuego de los criollos, del fusil y del metal.
Y en las sombras de la guerra surge un niño y su candil
Es Pedro Ríos, gran patriota ¡paladín de Tacuarí!
Vilcapugio y Ayohuma no apagaron tu fervor,
Al poder enfrentaste, no cediste a la traición.
Y al partir a la gloria, nuestra patria naufragó
Y en los templos las campanas se lamentan de dolor.
A orillas del río Pasaje y Paraná
Consagraste en tu pueblo, su bandera y majestad.
Que en tu cielo coronada por el sol, en tierra y mar
Al grito de tu jura, fue bastión de libertad.
Estribillo
¡Noble Belgrano! símbolo y virtud
Estela sublime de América del sur,
Valedor de Cumbay y Tupac Inca Rey,
Columna de un país, tu horizonte y tu fe.
Letra: Diego Abraham Bellene y Héctor José Devito
Música: Héctor José Devito