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Nos vamos poniendo tecnos: algunos criterios de arquitectura bioclimática

Entre los diversos stands de La Brújula, primera mega-exposición de ciencia y tecnología en el Espacio Cultural Le Parc, está el del Laboratorio de Ambiente Humano y Vivienda (CONICET CCT-Mendoza) cuyo coordinador es el arquitecto Jorge Mitchell, un continuador de las ideas de Enrico Tedeschi, pionero de la arquitectura bioclimática en la región.

Por María Eva Guevara

Corría el año 1975 cuando el arquitecto italiano Enrico Tedeschi fundaba el Laboratorio de Ambiente Humano y Vivienda. Nótese el orden de los términos, primero los aspectos humanos y después, la vivienda. Es decir, primero las necesidades que plantea la gente en función de su modo de vida y actividades y sólo entonces después, la solución que aporta el diseño urbano y la arquitectura. El caso que mejor ejemplifica esta postura son las construcciones de adobe tradicionales de Mendoza cuyos espacios -amplias galerías y parrales- permiten apreciar el bienestar térmico y lumínico que tanto echamos de menos en los edificios modernos.

Hoy en día, en pleno auge del fenómeno conocido como “Isla de Calor” -se le llama así a las ciudades que incrementan la temperatura urbana- los continuadores de Tedeschi trabajan interdisciplinariamente, en función de distintas estrategias.  El arquitecto Jorge  Mitchell las resume: una es la ganancia directa que consiste en ganar radiación directamente desde el sol.  La otra es la de conservación, es decir, concebir un edificio con una cierta capacidad aislante que permita que el calor que se genere adentro -o bien, el frío-, se conserve, no se desperdicie, o sea, que exista un uso eficiente y racional de la energía”.

A la vista del público de La Brújula, hay expuestos algunos objetos que tienen que ver con una u otra vía, todos desarrollados por el Laboratorio. Es el caso del lumiducto, una solución tecnológica bastante viable en costo para todos aquellos espacios que no tienen ventana ni posibilidad de luz directa. Se hace preciso aclarar que si una vivienda está bien ubicada en relación al sol y además están bien diseñados los ambientes interiores se reduce notablemente todo costo en pos de la mejora tecnológica de la vivienda.

Soluciones bioclimáticas al alcance de todos

“Esto hay que pensarlo de manera escalonada”, sostiene Mitchell, quien grafica: “Por ejemplo, si a determinada estructura yo le estoy incorporando burletes, le estoy disminuyendo las infiltraciones de aire, con lo cual la vivienda se vuelve más hermética, y entonces, el intercambio energético entre el exterior y el interior se reduce, o sea, ya tengo un mejor comportamiento de la vivienda, al menos, un mejor aprovechamiento de la energía solar”.

Otro escalón que viene al caso es la incorporación de cortinas interiores. “Eso es porque los vidrios tienen una alta evasividad. No es lo mismo tener un vidrio “pelado” que tener una ventana con una cortina,  con ella ya se le está agregando un elemento que hace de espacio intermedio entre el exterior y el interior, ese pequeño espacio de transición amortigua las pérdidas de energía que genera esa ventana”.

“Y ya hablamos en un nivel más alto, si a esa ventana le incorporamos postigones interiores, y así escalonadamente vamos sumando, por ejemplo, si pensamos en construir en el sur donde es más frío, habría que pensar en la incorporación de un segundo vidrio. Entonces sí que mejorarnos respecto del ahorro de energía”, señala Mitchell para quien resulta indispensable que todos estos conceptos se incorporen a la vivienda social del país: “Sólo a una escala urbana, la incorporación de éstos conceptos de abrigo y cobijo que están detrás de las soluciones bioclimáticas podrá tener su debida incidencia en la sociedad. Y aún cuando la vivienda social los incorpore, también hay que bregar para que lo mismo haga la actividad privada que son mayores desarrolladores inmobiliarios hasta el momento”.

DATOS UTILES

La Brújula, Exposición de Ciencia y Tecnología estará abierta hasta el 16 de junio con entrada libre y gratuita en el Espacio Cultural Julio Le Parc, Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén, Mendoza.

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