Categoría | Cocinarte

Pastelería típica para disfrutar en casa

Perla Virginio, la cafetera del pueblo, nos da la receta de tres especialidades bien argentinas para la hora del mate -o del postre-: pastelitos de dulce, pasta frola y las populares sopaipillas.

Además de recorrer el centro del pueblo y reconfortar el espíritu con su café y chocolate caliente -amén de las tortitas pinchadas-, Perla también prepara y entrega desayunos a domicilio -todo casero y bien telúrico, con las mismas cosas que a continuación le detallamos.

Sopaipillas

Se necesita 1 kg de harina, 30 gr. de levadura y salmuera en cantidad suficiente, para obtener una cantidad generosa de ricas sopaipillas.

Primero se prepara la levadura -con agua tibia y azúcar- y se la deja leudar en un lugar tibio.

A continuación se arma la masa poniendo la harina en un bol o sobre la mesa, se hace un hueco en donde se coloca la levadura ya leudada y la salmuera. Amasar hasta que quede suave y esponjosa, no muy trabajada ni muy seca. Ir poniendo a calentar el aceite para freír las tortitas.

Se arman las tortitas a mano, o también se puede estirar la masa y cortarla en rombos. La forma es lo de menos. Se deben pinchar con el tenedor para sacarle el aire si es que no le gustan gorditas. De lo contrario no las pinche y se inflarán al freírlas. Se fríen en el aceite bien caliente y luego se pasan por azúcar o se las unta con miel, arrope o miel de palma.

Hay quien las come saladas, con un diente de ajo frotado -si es así, comer de a dos, no lo vaya a hacer sola/o que nadie los va a querer después-.

Comer de inmediato, dentro de lo posible mientras se van friendo.

Pastelitos dulces

½ kg de harina común, un poco de maicena, ¼ de grasa derretida, salmuera, dulce de membrillo en cubos, agua y azúcar para el almíbar

Unir todos los ingredientes y amasar un poco. Cuando está la masa bien unida se estira y se pinta con manteca. Se espolvorea con maicena y se enrolla la masa, dejándola reposar por lo menos 1 hora. Luego se repite este proceso y se la vuelve a dejar reposar una hora más -como verá no es para hacerlos a las apuradas, debe tomarse su tiempo, disfrutando del placer de la cocina-.

A continuación cortar la masa en cuadrados, colocar en el centro cubitos de dulce de membrillo. Tapar con otro cuadradito de masa y armar el pastelito luciéndose al formar las orejitas.

Se fríen y luego se pasan por almíbar.

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