Categoría | Historias de Chacras

El Hombre de la calle Malvinas y Matheu

Por Onelia Cobos

Choli Cuadrelli trabaja en Ventas en la Facultad de Ciencias Agrarias. No es chacrense, dice él, más bien “puntillense”, agrega, porque la calle Malvinas, donde vive, se acerca más a La Puntilla que a Chacras.

Maneja entre sus manos el producto de la tierra hecho aceite de oliva, aceitunas, miel, vinos, mermeladas y jaleas. Un escenario verde rodea sus días de labor y él parece mimetizarse con la frondosa presencia de los innumerables árboles de la Facultad.

Se mueve en el lugar como las abejas zumbonas entre las flores. Cada vez que un cliente se acerca a la ventanilla, su sonrisa afable regala un peculiar aire de satisfacción, que su palabra de narrador y hablador enriquece, porque misteriosamente siempre logra deslizar memorias del pasado que buscan  alegrar y sorprender al comprador de turno.

Hoy volví a escuchar el rumor de la acequia al frente de su casa donde Choli, cuenta,  lava su cara y sus manos cada mañana, desde que llegó al lugar. Ese acto es casi un acto religioso. Lo guarda en su corazón como si fuera un diamante que  esconde celosamente y con el cual empieza su ceremonia secreta de agradecimiento por el lugar que habita.

Han pasado muchos años. Su niñez vuelve recurrente en la memoria. Aprendió a leer solo.  Enamorado de su jugador de fútbol favorito, José Nardiello, quiso aprender a conocer el abecedario a partir de este apellido y aprendió a leer derrotando  su propio laberinto analfabeto, sólo por amor, el más antiguo método de aprendizaje.

El paso del tiempo le ha ido quitando amigos y vecinos y su partida lo conmueve hasta el punto de decir que se están yendo sin pedir permiso. Su tránsito humano celebra la vida  conectando cada momento  y cada persona como un nacimiento nuevo.

El orgullo de la tierra aflora en cada poro y permite saberlo en el lugar perfecto de su existencia. Ya ha verbalizado su deseo y voluntad de quedar en la calle Matheu después de su muerte, para seguir disfrutando del río seco y el abrazo de los sauzales que lo bordean.

Mirar la montaña desde el rincón donde trabaja le produce una  poderosa alegría interior  que extrañamente compite con otro tipo de paisaje, el de los viejos y magníficos almanaques del pasado, nos dice.

Su singular percepción de lo bello ha hecho que se maraville siempre ante los detalles  de aquellos gigantes cromáticos despertadores de nuestra imaginación. Y entonces concluye que el terruño es el almanaque de su vida.

Su palabra intensa, penetrante, libre, salta a la radio. “Escuché mucha radio. Aprendí a soñar con ella. Creo que es el teatro del alma” afirma. “Y al conocer a mucha gente como he conocido, entendí que ser grande no es  ser viejo y que hay diez mil maneras de decir te amo y una sola de decir te odio”.

Curador de empacho, ojeadura, masajeador, amante de la tierra, ruralista nato, pronto comprendió que la tierra era pobreza, después del granizo y las heladas y entonces aceptó trabajar en Ciencias Agrarias donde pudo realizar capacitaciones que lo posicionaron cómodamente en el mundo verde de las plantas y de los productos agrícolas en venta.

Y cuando finalmente, nos cuenta con mucha emoción, que nació en una esquina, la de Terrada y Boedo, donde se podía ver una gran cruz de madera con la inscripción  “Salva tu alma”, entendimos que almas predestinadas vienen al mundo a amar y ser amadas incondicionalmente por el viento, los árboles, los pájaros, la lluvia, los cantos rodados, el pedemonte, la montaña, la nieve, las alamedas, las acequias.

1 Comentar este artculo

  1. Carlos Dijo:

    Querido Choly,te quedaste en el tiempo,en el maravilloso recuerdo de todo aquello que nos hizo felices,en aquella calle Matheu,donde teniamos la canchita que hicimos
    a puro pulmon y que regabamos con baldes,la calle Malvinas,donde vivo,y que todavia,no se quien la rebautizó,Malvinas Argentinas.Donde vivió el Yasito,personaje de aquella época,o los gritos del Isidro recorriendo esta calle que ya no es la misma.donde teniamos la escuela,que muy pocos rscuerdan llamada “Fermin Coria”.Que hermosos recuerdos.

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