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El Quilombo llegó a Mendoza

Lo que nos faltaba; llegó el libro necesario para entender la ciudad. Una guía turística diferente que tiene mucho para contar. ¿El ideólogo? Horacio “Chacho” Puebla.

Por Adriana Sayavedra

“Lío, barullo, gresca, desorden” uno de los dos significados de quilombo según el Diccionario del habla de los argentinos, editado por la Academia Argentina de Letras. Concepto que ilustra a la perfección el contenido de esta guiamapalibroenciclopedia callejera de nuestra Mendoza, fruto del talento creativo de un afamado publicitario local, reconocido a nivel mundial, Horacio Chacho Puebla.

Se trata de un rejunte de esas cosas que remiten a la más pura “mendocinidad”: códigos, lugares, personajes y conceptos muy nuestros, abordados conceptualmente desde la imagen y con un enfoque bastante alejado del convencional. Nacido para orientar a los turistas que nos visitan a captar nuestra esencia y a quienes hemos construido nuestra vida en este suelo a revalorizar “esas cosas” que están en nuestro imaginario, Quilombo anuncia en su primera página el propósito de convertirse “en un update anual de lo más interesante que pasa al pie de los Andes”.

Es así que, al recorrer sus 200 páginas devenidas en impecables fotografías y sin ningún hilo argumental determinado, desfilan ante nuestros ojos personajes entrañables y otros no tanto, lugares íconos, costumbres, acontecimientos y palabras bien mendocinas. “De todo un poco y todo mezclado” explican las productoras de contenido Lula Puebla y Jorgelina Ponce: desde el lampazo con kerosene, hasta el vino con soda, las tortitas raspadas, ir a la nieve, la Cuarta de fierro y el Barloa, domingos en el río Mendoza, los Enanitos Verdes, el Víctor Legrotalie y Nicolino Loche, el zonda, el clásico Mendoza-Marista, el Tomba, el Edificio Gómez y el Pasaje San Martín y muchísimos etcéteras más. Un compendio de casi todos nuestros patrimonios –“faltan varios” les decimos y aseguran que están en el material para la segunda edición- del que, como buenos mendocinos, no podemos prescindir.

Declarada de interés cultural por la cámara de Senadores y por la Provincia de Mendoza, se trata de una joyita para tener en la mesa del living, para leer y releer en cualquier momento, y bien a mano para sorprender gratamente a quien nos visite en casa.

Una obra conceptual

Desde España, su país de residencia desde hace diez años, Chacho largó la idea a su familia respecto de armar un libro que contara a su manera el “cómo somos” los mendocinos. Aquí fue bien recibida por su hermana Lula –flamante y feliz vecina de Chacras- y el resto de la familia Puebla, que se acomodó cada uno en alguna función en pos de alcanzar el objetivo común.

Luego vino el contacto con Jorgelina Ponce y de inmediato se pusieron ambas en la tarea de buscar y contactar fotógrafos, simultáneamente con la selección e investigación sobre los ítems a destacar. La información viajaba vía internet a España, y de allá volvía el trabajo concluído, incluidos los breves textos redactados por Chacho.

“Con respecto a los personajes, los buscamos lejos de los convencionales y de los políticos; algunos son muy queridos, como el Loco Juan y populares, como Hugo Torrente, otros detestables como el Chacal de la Cuarta”, relata Jorgelina. Y afirma que ninguna edición será igual a otra. Los comercios cambiarán en cada nuevo envío; los edificios, palabras y costumbres típicas no, pero sí cambiarán las fotos que los ilustren.

Las fotos

El trabajo fotográfico merece un párrafo aparte. Si la idea directriz era la de “mostrar un poco cómo somos”, los dieciséis fotógrafos participantes y seleccionados por Facebook –no todos de renombre- cumplieron cabalmente con la consigna. Ellos fueron más allá de la imagen típica y mostraron nuestra cotidianeidad desde lo conceptual y sutil.

De las 400 presentaciones seleccionadas finalmente quedaron 200. “Fue muy duro tener que elegir porque eran todos trabajos muy buenos, con una mirada distinta de la convencional”, explica Lula, ex diseñadora de ropa y actual vestuarista del incipiente cine mendocino. Pero asegura que con lo que quedó ya tienen bastante material para la segunda edición que, si todo sale según lo esperado, será en marzo del año que viene.

Por ahora, Quilombo Mendoza se vende sólo en kioscos de diarios y revistas -en Correveidile ya están disponibles-, a $100, un muy buen precio para tan impecable trabajo, en edición y en contenido. Se imprimieron sólo 1.500  ejemplares, así es que corra y asegúrese el suyo, esta gente no lo va a defraudar…

1 Comentar este artculo

  1. maria Dijo:

    Me encanto esta nota. refleja justamente lo que es el QUILOMBO.
    Lo recomiendo!
    ;)

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