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Retrato de una joven inquieta

Desde que tiene memoria camina los escenarios. María Ruiz tiene apenas 24 años y ha integrado el equipo de producción de artistas como Chayanne, Maná y hasta Paul Mc Cartney. Entrevista con una emprendedora imparable que sabe lo que quiere, suma desafíos a su carrera y promete ir por más.

María Ruiz no desconoce las puertas que le abrieron ser “hija o sobrina de”. Su padre Carlos, productor de Fito Páez durante años y actual responsable de Ruiz Bros Hermanos, y su tío Gonzalo, de Gonzalo Ruiz y Asociados, le enseñaron los entretelones de la música en vivo y los pormenores de los shows de artistas. A los tres años jugaba entre los cables de las tablas y a los 15 hacía sus primeros intentos en catering con Gustavo Cerati, cuando presentaba su disco Bocanada.

Al terminar la secundaria, María siguió el mandato del estudio y comenzó Periodismo. A pocas materias de recibirse, es una convencida de que lo suyo es la producción, ese trabajo al que define como un riesgo permanente. “Vos podés tener listo el escenario y al mejor de los artistas por tocar, pero si algo falló, si la gente se amontonó y no pudo entrar, se viene todo abajo. La producción es renovarte constantemente y estar atenta a lo que pasa. No te podés descuidar ni un segundo, por eso pienso que para esto se nace. Yo amo este laburo y no se me pasa una porque lo hago con pasión”, dice esta chacrense de alma, conocida por su Citröen celeste y su fanatismo por Racing.

En esta adrenalina movediza, María encuentra un condimento vital que la impulsa a lograr lo que se proponga. Luego de detectar la capacidad de su sobrina, en 2010 Gonzalo Ruiz la convocó para integrar el equipo que giró durante tres meses con Chayanne por la Argentina. “Esa experiencia fue una de las mejores cosas que me pasó en la vida”, dice con una sonrisa que descubre su belleza al natural. Un año más tarde, una importante productora de Buenos Aires se interesó en esta joven para un recital de rock en Sunchales, la ciudad agroindustrial en la provincia de Santa Fe.

En esa ocasión tocaron Charly, Vicentico, No te va gustar y Las Pastillas del Abuelo. Al ver el trabajo de María, los responsables de la organización la sumaron a su staff y meses más tarde la subieron a los toques de Maná por nuestro país, Paraguay y Uruguay, donde giró tres meses como productora técnica. A cargo de los 16 camiones de sonido, video y luces, María define esa experiencia como una “guerra total” en la que no paró de aprender. Desde entonces, desde antes, su sueño es seguir viajando.

Armado de eventos para la campaña del gobernador Paco Pérez y directora musical de la última Vendimia de Tunuyán, en poco tiempo tuvo que llevar a la práctica años de observación e interés por saber más y mejor. “Ponete a laburar, el festival es tuyo”, le dijo el intendente de aquel departamento en diciembre de 2011, cuando se puso al hombro la producción general del Festival Nacional de la Tonada. En cuestión de días viajó a Buenos Aires, cerró contratos, volvió, se encargó del escenario del sonido, de todo.

“Muchas cosas que aprendo en las giras las implemento acá e intento formar un modelo”, comparte. Sueño cumplido: hace poco trabajó dos meses junto al equipo y con el mismísimo Paul Mc Cartney en Montevideo, una experiencia que transmite como la mejor de las oportunidades en su corta aunque nutrida carrera. En Mendoza está a cargo de la logística del Estadio Arena Maipú, planifica el próximo Festival de la Tonada y recientemente estuvo en la producción general del Memorial de la Bandera.

Su anhelo pendiente es irse por el mundo de gira con una banda. “Es alucinante por las personas que conocés y los lugares a donde vas”, dice. Hija de Ana y Carlos, hermana del “Chapu” y Fermín, María se reconoce igual a su viejo: “Yo aprendí todo de él; además de laburar de la misma manera tenemos el mismo carácter. Mi papá es mi maestro, es un tipo que genera grupos de trabajo. Hace que todos se sientan parte y confía en que el otro lo puede hacer”, sostiene.

En Chacras de Coria tiene el corazón: “Chacras es mi pueblo natal, nací en Vistalba, en Las Compuertas. Fui a la escuela Teresa O’Connor, frente a la plaza, e hice la secundaria en la `Panchito Correas’. Mis mejores amigos son de ahí y en el Cacano recuerdo haber vivido las mejores fiestas. Chacras es mi casa. Además de ser un lugar tan bello, es cálido y me siento querida. Ahí está mi gente, mi lugar y eso no lo cambio por nada”, dice.

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