Archivo | octubre 1st, 2012

Reinauguración del Registro Civil -->

Reinauguración del Registro Civil

Un gran festejo poblado de invitados chacrenses en este resgitro de caras sonrientes.

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Gente que sale -->

Gente que sale

Por aquí y por allá, más paseos, encuentros y ocasiones para encontrarse.

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Elvira Bragagnolo, una de las pioneras del comercio en Chacras -->

Elvira Bragagnolo, una de las pioneras del comercio en Chacras

 A los 87 años nos ha dejado nuestra querida Elvira, un referente de nuestro pueblo, una mujer llena de amor y principios que supo ser querida y respetada por cada uno de nuestros vecinos y amada por toda su familia.

Nos dio una gran satisfacción que muchísimos vecinos nos dieran sus condolencias, ya que era una mujer importante en nuestro pueblo, con una trayectoria de más de cincuenta años en el comercio. Su local de calle Italia, fue uno de los primeros en abrir en este pueblo, en la calle Mitre, cuando aún ni se sospechaba que podría llegar a convertirse en la arteria comercial que hoy es.

Su pérdida nos ha dejado un gran vacío y una inmensa tristeza en nuestro corazón, aún sabiendo que por fín descansa en paz…

 

Maruca, Gabriela y familia

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La educación en una encrucijada

Setiembre es paradójico: es el mes de la primavera, del estudiante, de la juventud y también tiene dos fechas que conmemoran a los maestros y a los profesores. El 11 en honor a  Domingo Faustino Sarmiento es el día del Maestro y el 17 el día del Profesor por  José Manuel Estrada. Dos grandes educadores argentinos.

Nadie duda de la importancia del rol de la educación pública en la historia de un país. Sin educación no hay futuro. La cuestión es cómo educa y para qué se educa.

Hay ciertos paradigmas indiscutibles. La primera educadora es la familia. El niño sólo transcurre cuatro horas diarias en la institución escolar, el resto del tiempo está en su casa, participando de alguna actividad educativa extra-escolar o simplemente en la calle. Sin embargo se espera que en esas cuatro horas de educación formal se consiga la formación integral de la persona a lo largo de su peregrinar por todo el sistema educativo.

La Escuela siempre fue conservadora, su misión fue preservar las creencias y valores vigentes en cada época. ¿Qué mejor institución que la Escuela que es obligatoria y tiene un “público cautivo” para mantener el ‘estatu quo’ vigente?

Ciertamente todas las reformas educativas siempre se producen luego de las transformaciones sociales; nunca antes. La Escuela pública acompaña a paso lento lo que la sociedad demanda. Las instituciones educativas de gestión privada tienen otra oferta educacional -aún respetando la currÍcula oficial-, que pretende captar las necesidades que la educación pública no satisface.

La realidad nos demuestra diariamente que nuestro sistema educativo hace agua por muchos pequeños, persistentes y antiguos “agujeritos”.

El problema tiene múltiples y entrelazadas causas. Lo que el Estado pretende y lo que el Estado brinda. No alcanza con buenas intenciones.

Un ciclo lectivo de no menos de 180 días hábiles. Supuestamente con estos días de clase alcanzaría para una buena educación escolar.

Generalmente nunca se cumple con este objetivo. ¿Por qué?

Desde hace años el ciclo lectivo comienza con un paro docente porque no acuerdan en paritarias el aumento salarial pretendido. Esto ya parece parte de una tradición mendocina, como la Fiesta de la Vendimia.

Luego, cuando ya empieza “normalmente” el ciclo lectivo ocurre otro fenómeno recurrente “faltan docentes”. Un maestro titular se enferma y conseguir a su reemplazante no es fácil -cualquier joven advierte que puede ganar más dinero que un maestro con menos responsabilidades-.

Como el salario es insuficiente muchos docentes -en su mayoría mujeres, madres y amas de casa- se ven en la necesidad de trabajar en doble turno. Deben atender a más de sesenta alumnos durante nueve horas diarias. No es fácil y sí comprensible que terminen enfermándose, sobre todo si ejercen en zonas rurales o urbano-marginales.

La calidad educativa no se garantiza con la cantidad de días estipulados en un calendario escolar que nunca se cumple.

Debemos pretender docentes bien formados profesionalmente, bien remunerados, de modo tal que no se sobrecarguen de trabajo porque esto atenta contra la merecida calidad educativa, que la Escuela no sea una mera guardería cuya misión es contener niños mientras sus padres trabajan…

Sería fantástico ver felices a los maestros no sólo el 11 de setiembre y a los estudiantes -en sus aulas- no sólo el 21 de setiembre. Y no como dice aquel viejo graffiti: “abandoné mi educación para asistir a la escuela”

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El tránsito en Chacras

“UN TEMA QUE MERECE UN ANÁLISIS  PROFUNDO

                                                                                    Ing. Agr. José Guillermo García Sáez

La situación actual del tránsito en Chacras, requiere un análisis que involucre a toda la comunidad en su conjunto y a las autoridades municipales  en su área especifica de la Policía de Tránsito, en  lo que hace al cumplimiento de las zonas de estacionamiento, prioridades de paso, uso de sendas peatonales,  velocidades permitidas tanto en el radio céntrico y calles de ingreso y egreso; como así también,  la  de carga y descarga de mercaderías  en horarios adecuados.

Del mismo modo, tener presente que las exigencias  no sean solo para el conjunto automotor, sino  que también  y en forma paralela  para los que hacen  uso de motos, motociclitos y bicicletas, como  del mismo modo  lo que  nos compete  como `peatones.

En la medida que todos pongamos poner nuestro grano de arena, podremos  lograr  una mejor calidad de vida, que nos permita disfrutar de este lugar tan especial  que nos ha dotado la naturaleza y que tanto queremos y gozamos, en el cual prevalezca el “bien común” sobre “el bien particular”,  de manera que todos nos sintamos participes felices de ser parte de esta querida comunidad.

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Eduardo Ferrer

No me gusta y desearía que se sacara, el cartel de la esquina suroeste del Centro Cívico / Delegación de Chacras de Coria. ¿Por qué? ¿Es que acaso no es un Distrito del Departamento de Luján de Cuyo?

En primer lugar porque es decididamente feo -yo mismo me ocupé hace meses atrás de sacar girones de pedazos de papel celeste y blanco que estuvieron rotos entrelazados en esa misma orientación durante meses-.
En segundo lugar, porque esto es el pueblo, el distrito de Chacras de Coria. El rico y prestigioso Malbec, es de nuestras tierras de Agrelo y alrededores.
Y Chacras de Coria tiene su propia personalidad, su propia identidad, etc. Y todo esto es reconocido, no sólo en el Departamento y en la Provincia, sino también en todo el país que lo conoce, y fronteras afuera, también. Por lo tanto, al llegar a cerca de nuestra querida Plaza – y renovando el de los caracoles – me gustaría ver un atractivo cartel de Bienvenido a Chacras de Coria, hecho por nuestros artistas.
En tercer lugar, porque el Gobierno Municipal en sus dos poderes, queda muy lejos ¡¡¡Y cuando digo esto, quiero decir que, al menos desde el primer gobierno del Sr. Carral en adelante, no se ocupa del Distrito, no se ocupa del Pueblo. Diferentes intendentes han explicitado que le dan prioridad de Alte. Brown o Los Peralitos al Sur.
Y la verdad es que, con alcalde y consejeros ad honorem, y convenios inteligentes por servicios, firmados con Luján de Cuyo, Las Heras, Godoy Cruz y Maipú, aprovechando economías de escala, es altamente probable que tuviéramos una gran administración autónoma, eficaz, eficiente.
Es posible que alguien pueda leer esto que de buena fe escribo, como un espíritu sectario o en defensa de los “conchetitos de Chacras”, bla, bla, bla, etc.
Quiero expresar humilde pero firmemente, que se trata de preservar o recuperar hasta lo posible, lo bucólico nuestro, preservar la identidad. Y esto es algo que se ve a lo largo y a lo ancho de todo el mundo, casi como una resistencia, más o menos ruidosa, más o menos silenciosa, frente a los efectos no deseados de la necesaria e inexorable globalización.
Y expresar, finalmente, que, en un sentido afortunadamente y en otro, lamentablemente, en este, nuestro lugar, conviven personas dignas desde su concepción de toda condición económica y social. Y si no, vean la cantidad de niños que se debe atender en la Guardería Parroquial.

Por estas, y otras razones que ahora el tiempo me impiden ordenar y escribir, les pido a todos los que podamos hacer algo, sacar ese cartel y, en todo caso, reemplazarlo por un cartel de bienvenida a nuestro lugar, el Pueblo y el pueblo, de Chacras de Coria.

Eduardo Ferrer

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Carta al lector

Ante la proximidad del aniversario de la muerte del ex-presidente Néstor Kirchner, creo que sería una muy buena oportunidad para que el gobierno aproveche, como acto de desagravio por la manifestación popular en contra de la gestión de gobierno de la Sra. Presidente, llevada a cabo el 13/09/2012, para convocar a un acto de la misma índole, pero esta vez en apoyo de su gestión de gobierno.

Pienso que eso sería muy beneficioso para la Democracia y sobre todo para la Argentina.

Pero eso si: “sin hacer trampas”. Que la gente que está de acuerdo con el gobierno concurra voluntariamente, sin tener que recurrir a sacar presos de la cárcel, ni regalar choripanes, ni pagar $ 100 por concurrente, ni alquilar micros para llevar gente, etc, etc. Es decir, los que libremente quieran participar para dar apoyo a la gestión de gobierno de la Sra. Presidente.

Y reitero: creo que esto sería muy beneficioso para la Democracia y para la Argentina, ya que nuestros congresistas, tanto diputados como senadores no se hacen escuchar, ni cumplen las funciones y los mandatos para los que fueron elegidos por la ciudadanía.

Por último, es importante destacar que en mi caso particular no me siento afectado por las últimas políticas implementadas por nuestro gobierno nacional, ya que no compro dólares, no viajo a Chile ni a Uruguay -como sí lo hace el Sr. Abal Medina y su familia-, ni tengo una 4X4, ni rolex, ni dupont, etc; etc. Solamente soy un simple ciudadano que ve como cada vez más le están cortando sus libertades y garantías individuales y que por este camino vamos derecho a una cubanización, venezonalización y/o chavetización o como quieran llamarle.

 Enrique Alberto Panasiti

       DNI Nro. 11.486.530

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El viejo zapatero de Chacras -->

El viejo zapatero de Chacras

De Chile a Chacras de Coria, un zapatero con alma de panadero en una foto que lo muestra en acción.

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La ciudad simultánea

Por Nicolás Sosa Baccarelli

En este mismo instante, mientras aquel pobre infeliz enciende su cigarrillo y piensa qué bueno estuvo lo de anoche, una vieja solterona ha sacado una silla a la vereda y ha colocado botellas plásticas llenas de agua para evitar que los gatos orinen su frente.

Y en las veredas la gente viene. Y en las veredas la gente va. Se mezclan, se atropellan, se estremecen los hombros, se acurrucan las caderas, se aparean los pantalones con las polleras acaloradas, se sonríen las piernas depiladas, se sonrojan las peludas, se agrandan las robustas, se suicidan las raquíticas, se saludan los ratones, los ebrios y los abogados. Se apresuran los oficinistas deprimidos y se demoran los mendigos con olor a humo y a fruta fermentada. Gritan los arbolitos y el dólar sube, y el peso baja…y  hay gente que sube… y hay gente que baja.

Y en la calle la gente va. Y en la calle la gente viene. Se destruyen las almas con miradas violentas, se miden, se jerarquizan, se ignoran… se jerarquizan mejor.

Doblo una esquina y me acechan dos pechos erizados y redondos. Me miran, me llaman, pronuncian mi nombre con una voz silbada que me aturde y me retuerce. Se derriten sobre mi deseo elegantemente reprimido.

En este mismo instante, mientras él ha descubierto en aquel banco de plaza, sobre su pelo rojizo, en su dentadura blanca, en su boca pequeña y oscura, una mariposa estampada y empachada de cosquillas… en este mismo momento el sacerdote perdona, el punguista huye, el contador cuenta, el profesor profesa, el bombero bombea.  Y la gente hace colas, y el horario de trabajo termina, y el horario de trabajo empieza y ni empieza ni termina para las farmacias de turno, para las playas de estacionamiento, para los vendedores de sandías, para los prostíbulos, para los ladrones, para los policías.

Doblo una esquina y me atropella un lustrabotas. Y mientras me lustra, hay gente que nace en los cuatro hospitales y a mí no me importa. Y mientras me ato los cordones de mis alpargatas hay gente que ama y a mí no me importa. Y mientras advierto que mis dedos gordos del pie tienen las uñas crecidas, hay gente que muere y a mí… no me importa.

Y en las veredas hay gente que no viene porque se quedó en sus casas. Y en las veredas hay gente que no va por que nunca volvió. Y así me arruinan el cálculo desquiciado e inútil para saber cuánta gente viene y cuánta gente va.

Y mientras los cafés y las iglesias expulsan gente, vomitan gente alegre, fracasada, arruinada, adelgazada o desaliñada, las prostitutas se revuelcan con uno o dos escorpiones en un octavo piso de la ciudad, y susurran un secreto en sus camas pegoteadas con ventiladores de techo que hacen ruido y revuelven un aire caliente y húmedo. Y los doctores hacen una mueca arrogante y se aprietan las manos. Y los desahuciados firman cheques y los prestamistas los rechazan. Y los generales juegan a las cartas mientras los fotógrafos duermen. Y los almaceneros cuentan bolsas, y los ferreteros cuentan clavos, y los tacheros se miran y se succionan litros de nafta con los ojos, y los verduleros acumulan cajones  mientras la gente nace,

mientras la gente muere,

mientras la gente se ama

y se desama

y se estruja

y se acobarda

y se abandona.

 Y a nadie, absolutamente a nadie le importa.

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Anecdotario breve de un médico rural

Una cuestión de horario

Durante los setenta llega a i consultorio un joven agricultor que venía a consultarme por estar padeciendo ya hacía tiempo, un cuadro compatible con el diagnóstico de Depresión Ansiosa Reactiva, inequívocamente.

Depresión derivada de una motivación externa, como la tremenda situación del agro, en este caso de la vid y los frutales. El monopolio había echado los precios abajo y la gente quedaba invariablemente con las manos vacías. Si se vendía la uva se era estafado. Si se optaba por hacer vino, éste no tenía precio. En la fruta, como en la verdura, el que ganaba era el intermediario. Se trataba de una burla dirigida contra el pueblo trabajador (que, por lo que sabemos, no ha variado mucho). Entonces, además de la depresión, rabia, impotencia, rencor.

Le escuché con paciencia y mientras me hablaba iba tranquilizándose. ¿Viste?, le dije. A estas cosas hay que hablarlas. Lo tuyo no es ni será nunca locura. Se trata de una reacción vivencial normal que, por supuesto, necesitará por ahora medicación como ayuda.

Mire doctor, dijo el paciente, yo soy reacio a tomar pastillas, los remedios me caen mal…

Está bien, pero en todo caso, son necesarias. De lo contrario, el cuadro no solo va a prolongarse, sino que puede agravarse y yo tengo la misión de evitar eso, le respondí. Te voy a dar un antidepresivo y un ansiolítico combinados, en muy pequeña dosis, para tomar dos veces al día. No vas a tener efectos secundarios ni molestos ni perjudiciales.

Bueno doctor, en ese caso…

En una semana regresa o llamáme por teléfono para ver cómo andan las cosas, y así conversamos más.

Bueno…¿y cómo los tengo que tomar?, me pregunta.

A las ocho y veinte horas, contesté. ¿Antes o después de cenar? Da lo mismo, contesté.

Antes de terminar esa semana, el paciente volvió a la consulta.

¿Cómo andás? Interrogo. Más o menos, contesta y continua: Sabe qué, doc, donde vivimos no hay muchos relojes que digamos, así que nunca sé si he tomado los remedios a la hora exacta porque cuando mi reloj marca las 8:20, en el del comedor son las 8 y en mi despertador, las 8:25. ¿A cuál le hago caso?

Como era lógico sonreí y le dije: Mirá pibe, cuando te dije a las ocho y veinte horas, me refería a las ocho de la mañana y a las 20 de la tarde.  Además no es necesaria una puntualidad tan extrema como la que te impusiste. Tranquilo nomás.

A los dos meses de tratamiento le di el alta. De vez en cuando llega con su camioneta cargada de acelgas y tomates, lechugas y rabanitos.

El pueblo no olvida y queda siempre fiel y agradecido.

José Enrique Marianetti

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