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El nuevo Registro Civil

Nuevo edificio, mismo predio. Luego de muchos años de expectativas, reclamos vecinales, vueltas y esperas, finalmente se inauguró el 19 de setiembre pasado el nuevo edificio del Registro Civil de Chacras, en el terreno original, donde funcionaba desde la primera década del siglo pasado. Estilo contemporáneo para las nuevas instalaciones y fachada símil la original.

Por Adriana Sayavedra

Una peatonal vincula las calles Italia y Pannocchia, y genera un pequeño paseo entre ambos destinos de la institución pública, en el que se destaca la pared de piedra San Rafael.

El proyecto del nuevo edificio fue realizado por la arquitecta de la DIACOP, Jimena Andía.
Sobre una superficie total de 203,14 m2 de terreno, se construyeron 122  m2 con frente hacia dos calles y distribuidos en dos espacios bien delimitados: uno destinado a la parte administrativa y trámites ordinarios de esta oficina pública, que da sobre calle Italia, frente a la plaza,  y otro reservado para los casamientos, con entrada por calle Pannocchia.

“La idea de crear dos accesos con caracteres distintos, uno más cotidiano, como oficinas y sala de atención al público, y el otro de uso más esporádico que accede a la sala de matrimonios, es la de resolver funcionalmente estas dos situaciones de uso diferenciado. Quisimos tratar de nuclear los servicios diarios lo máximo posible en el centro del terreno por un lado y, por otro, permitir el uso del edificio de diferente manera en horarios especiales, como pueden ser los fines de semana, para la celebración de los casamientos. La intención primordial del proyecto fue generar un referente distinto, con cierto carácter simbólico para que la comunidad se apropiase del mismo y lo encuentre como un lugar especial y personal para  realizar el acto del matrimonio”, nos cuenta la arquitecta Andía.

En estas circunstancias especiales, una puerta permitirá dejar cerrado el acceso al espacio destinado a la atención al público, de tal forma de sectorizar el uso, quedando el acceso restringido sólo a  la sala de matrimonios, baño y oficina del oficial público.

“La intensión espacial fue generar un edificio de escala urbana acorde al lugar, buscando las mejores orientaciones, generando distintas texturas con materiales tales como la piedra, el vidrio, las losas macizas. Darle dinamismo y características

propias a cada espacio a través de los recorridos, las pérgolas como filtros de la luz tamizada y generar un equilibrio dentro de lo posible -dada la poca superficie del terreno-, entre espacio cubierto y espacio descubierto -expansiones, galería, patios y plantas- tan propios del paisaje de Chacras de Coria”, describe la profesional.

Respecto a los materiales utilizados, Andía explica que “se eligieron los tradicionales para la estructura, techos de losa maciza y pergolados metálicos. En cuanto a los cerramientos acristalados, cuentan con sistemas y materiales vítreos de última generación, al igual que los pisos, revestimientos y cielorrasos, que fueron ejecutados con materiales de primera calidad y durabilidad, para minimizar las tareas de mantenimiento y garantizar su permanencia en el tiempo. Además, se sumaron elementos tales como las rejas de entrada, que permiten una integración visual con el patio de acceso que congrega a  la misma  con  la nueva  construcción, funcionando como un espacio de transición”.

Fachada original

El Registro consta de sala de espera, oficina de atención al público, baño público, depósito, pasillo interno personal, kitchenette, baño personal, una oficina para el oficial público y la sala de matrimonios.

“Luego de varias reuniones con las autoridades y entes intervinientes, y por pedido especial de la Unión Vecinal Chacras de Coria, se acordó de que se construiría un edificio nuevo en el mismo predio con el proyecto propuesto, pero con la condición de respetar el diseňo de la fachada original sobre calle Italia. El motivo fundamental de su preservación morfológica fue el valor afectivo que dicha fachada tiene en la memoria colectiva de los habitantes del distrito”, explicó la arquitecta autora del proyecto Jimena Andía.

Cabe recordar que la Unión Vecinal no estuvo de acuerdo en el estilo arquitectónico contemporáneo de la fachada de la nueva obra, por lo que realizó varias gestiones durante mucho tiempo ante las autoridades provinciales pidiendo la reforma del proyecto. A su vez, funcionarios de la Dirección de Patrimonio de la Provincia de ese momento, que en una primera instancia no se habían opuesto a la demolición, a raíz de las gestiones vecinales tampoco permitieron que se derribara la fachada del viejo edificio, debido al valor patrimonial que le atribuyeron de acuerdo a su relación de uso con el espacio urbano inmediato, o sea, la plaza y alrededores.

En realidad, la gente de la Unión Vecinal trataba de preservar el entorno de la plaza como espacio público, dadas las connotaciones sociales que ese espacio significa para los chacrenses. Su propuesta consistió en cambiar sólo la fachada del nuevo proyecto, pero manteniéndolo hacia adentro tal cual lo diseñaron los profesionales provinciales.

Mónica Itoiz, del equipo de arquitectos de la asociación vecinalista, explicaba por aquél entonces a los funcionarios provinciales que “lo importante para los vecinos es que no cambie el ámbito de la plaza. Haciendo el edificio nuevo según lo planeado, pero con una fachada al estilo de la anterior -diferente a la diseñada- se resuelve lo económico y lo ambiental”.

En aquella oportunidad también se solicitó mantener la similitud entre las fachadas delantera y trasera de la nueva edificación, ya que ese tramo de calle Pannochia con el canal de agua y la arboleda bordeándola, significa otro espacio importante para conservar y revalorizar. Pero en este punto los reclamos de la asociación vecinal no fueron tenidos en cuenta y el diseño de la fachada trasera se realizó en correspondencia al estilo contemporáneo del resto de la edificación, tal cual luce hoy.

1 Comentar este artculo

  1. Gustavo Dijo:

    Todo muy lindo todo pintoresco, pero los que atienden al publico son un desastre, como todo empleado publico.
    Pocas pilas.

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