¿Qué habrán hecho?

No se asuste, no es que hayan cometido algún delito, sólo  están concretando su proyecto de sacar el libro más allá del ámbito de la Biblioteca. Cárceles, escuelas, geriátricos y guarderías son su nuevo destino.

Por Adriana Sayavedra

Y es que estas señoras no se quedan quietas, ni siquiera con los fríos reinantes en nuestro pueblo por estos días.

Es así que, impulsadas por su espíritu emprendedor, han puesto en marcha dos proyectos de gran valía: crear una sala de lectura en el Complejo Penitenciario Almafuerte y llevar el grupo de narradoras de la institución allí donde haga falta.

Sueños de libertad

La iniciativa partió de la prosecretaria de la Biblioteca, Nidia Sconfienza, “para no quedarnos en la protesta”, sostiene quien, aprovechando que su nuera trabaja en Almafuerte, creó el vínculo para llevar material de lectura a penitenciarios e internos.

Y allí partieron algunas integrantes de la Comisión Directiva, armadas con sus cajas de libros para donar. Jamás imaginarían estas señoras que allí las esperaban con bombos y platillos. Menos aún que la nueva sala de lectura llevaría el nombre de quien hiciera el trámite de contacto. Es así que ahora los internos cuentan con su espacio para lectura y distracción “Sala Nidia Sileoni de Sconfienza”, según reza el cartel confeccionado por uno de los internos.

Es ella quien nos explica en qué consiste el proyecto: “Una vez por mes iremos al Complejo, con nuevo material donado y con nuestra bibliotecaria, para que asesore en cómo organizar la biblioteca a la persona que va a desarrollar allí esa función”.

Por cierto, no se trata de una tarea demasiado sencilla, ya que en el Complejo existen una escuela primaria, que cuenta con biblioteca específica, y un CENS.

Entre las labores pendientes, las damas han sugerido un censo del material existente y del requerido por los lectores. En este sentido, Nidia cuenta que los internos ya están utilizando esta sala de lectura con mucho entusiasmo y que pronto uno de ellos se encargará de llevar los libros por las celdas –como hacía el entrañable personaje del viejito que cumplía cadena perpetua en la bella película “Sueños de libertad”-.

Lectura a domicilio

El otro proyecto en marcha de estas damas es el del grupo de narradoras “Letras viajeras”, que llega ahora a un nuevo grupo de oyentes: los adultos mayores.

Es así que el 27 de junio –un día antes de la visita a la cárcel-, estas muchachas se dirigieron al Hogar Geriátrico “Hogar Dulce Italia”, en Vistalba, entre ellas la narradora Paola Cocucci. La idea es también concurrir semanalmente a leer para las personas residentes en el lugar y rescatar sus recuerdos, anécdotas y saberes.

Pero también han realizado visitas a la Escuela Marchionatto, a la Guardería de la Parroquia y, desde hace tiempo, a los enfermos que soliciten alguien que les acerque un poco de amor y atención a través de la lectura de libros, diarios o revistas.

 Llamado a la comunidad

Las damas piden a los vecinos que quieran colaborar con este nuevo espacio en Almafuerte, que acerquen sus donaciones a la sede de la Biblioteca, en calle Viamonte. Teléfono 496 28 45.

A saber: juegos de ajedrez, damas, dominó, etc.; revistas, novelas –pueden ser policiales- y cualquier libro de entretenimiento, no académico, ya que la escuela del Complejo cuenta con su biblioteca.

En honor a Chela

El 22 de junio se realizó el acto de inauguración de una nueva sala de lectura en la Biblioteca, a la que se le colocó el nombre de Chela Cocucci, en homenaje a la inspiradora, co-fundadora y primera presidenta, al cumplir “sus 80 años llenos de vida”. “Quisimos expresar así el reconocimiento de la comunidad de Chacras de Coria a una docente de alma y hacedora de cultura”, nos dijo por último Estela Suris, actual presidenta de esta querida y noble institución de nuestro pueblo.