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¿Qué pasa con el puente de calle Pueyrredón?

Infraestructura en riesgo

El puente que cruza el Canal Cacique Guaymallén en calle Pueyrredón hacia el carril San Martín, construido en 1937, se encuentra visiblemente deteriorado. Desde el Municipio reconocen que es así, pero relativizan el riesgo que corren sus usuarios.

Camiones cargados y ómnibus de línea siguen cruzando por allí, al parecer ignorando el mal estado del tablero del puente construido en la década del’30.

 

Todo comenzó la mañana que Alejandro Castro tuvo que detener su auto sobre dicho puente obligado por la gran cantidad de vehículos que circulan por allí a primera hora. Se dirigía a dejar a su hija en la guardería que queda en las inmediaciones, sobre el carril San Martín, y la cola de vehículos llegaba hasta la calle Pueyrredón.

Fue así que, mientras esperaba, le llamó la atención el deterioro del asfalto del puente, que a simple vista lucía bastante grave. Tuvo el tiempo suficiente para bajarse y sacar fotos que lo certificaran. Y es que, según este vecino, la arquitectura de este puente no se encuentra en un estado óptimo para soportar los kilos de carga de los vehículos que circulan a diario por allí. “Esto podría generar accidentes en un futuro no muy lejano”, sostiene Castro.

El primer reclamo lo hizo en la Delegación de Chacras, donde lo derivaron a Irrigación. Allí comenzó su periplo que incluyó la Dirección de Vialidad y la de Hidráulica, donde dos ingenieros que se interesaron en el tema y fueron a relevar el puente, le comunicaron en forma verbal que el deterioro implica riesgo de derrumbe.

Finalmente, el reclamo llegó al municipio, que es el ente que en realidad tiene competencia. Desde la Secretaría de Servicios Públicos reconocen que el puente no se encuentra en buenas condiciones, por lo cual han “se están buscando fondos para la reparación del mismo”, mientras tanto se encargarán de “elaborar cartelería que anuncie la suspensión del transito vehicular; colocar pórticos de baja altura en ambos lados del puente, para impedir el paso furtivo de estos rodados, y se le comunicará sobre dicha suspensión a la Dirección de Vías y Medios de Trasporte para que comunique a todo transporte público de pasajeros habilitado y a Dirección de la Policía Vial, para que desvíe el tránsito pesado”, según reza la nota emitida al vecino en respuesta a su reclamo. En otro párrafo, además, se especifica que “en una charla informal –con técnicos del Ministerio de Infraestructura provincial- nos informan que el puente está apoyado sobre dos arcos de mampostería, que están en buenas condiciones, pero el tablero de hormigón armado presenta un deterioro importante”.

Consultado al respecto el secretario de Obras y Servicios Públicos municipales, Arnaldo Baldasso, comentó a Correveidile que “el deterioro del puente es producto de décadas de falta de mantenimiento, y de su uso abusado del paso de carga pesada. Desde el punto de vista técnico, hay que remplazarlo, lo cual no quiere decir que el puente colapse de repente. Por medio de nuestra Secretaría hemos tomado todos los recaudos necesarios para evitar accidentes, y hemos solicitado el presupuesto necesario para comenzar con una nueva obra”. Esto quiere decir que para comenzar con la reconstrucción del puente primero se debe de aprobar el presupuesto destinado a la misma, luego llamar a licitación y recién allí comenzar con los trabajos de construcción. Son los tiempos de la Administración Pública.

Mientras tanto, se debe aprobar una ordenanza para poder adjudicar multas a aquellos que no cumplan con las medidas de seguridad establecidas.

Sin embargo, no hace falta demorarse mucho tiempo en las cercanías del puente, para corroborar que nada de esto sucedió. Ni el transporte público ni el tránsito pesado han suspendido su paso por allí.

Las veredas de Boedo

El caso del puente Pueyrredón que Castro milita desde hace seis meses no es el único  en su vida. Desde hace un año y medio viene reclamando en el municipio por la usurpación de las veredas que algunos emprendimientos inmobiliarios han hecho sobre esta transitada avenida.

Acostumbrado a la resistencia desde sus tiempos de dirigente estudiantil, este vecino comprometido asegura que no va a cejar en su lucha para que las veredas mal apropiadas vuelvan a ser públicas, como tampoco va a dejar de presionar para que arreglen el deteriorado puente.

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