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Volvieron las Manos Morenas

Luego de un viaje de capacitación y placer –sospechamos que más placer que capacitación, “porque capacidad nos sobra” retruca Luciano- por tierras peruanas volvió todo el personal de Manos Morenas. Es así que nuevamente este restaurant de calle Mitre, abre sus puertas para ofrecernos los ricos platos de la gastronomía peruana, recién aggiornados luego de la gira académica, creados por las sabias manos de la chef Alicia Ríos y la pastelera Doris Fiuri.

“Luego de recorrer varias zonas de Perú, y probando y degustando aquí y allá, nos dimos cuenta que estamos en buenas manos”, cuenta Luciano Franchetti, responsable de Manos Morenas, refiriéndose a la sapiencia de la chef del restó, Alicia, peruana ella. “Nuestros platos salen igual y hasta casi mejor que en Perú”, cuenta orgulloso. Habrá que acercarse para comprobarlo.

Ingredientes

● 6 rocotos grandes

● 600 gr. de carne de cerdo

● 1 huevo crudo

● 1 taza de cebolla roja picada a cuadritos

● 100 gr. de maní tostado

● 2 cdas. de ají colorado en polvo

● 1 cda. de láminas de ajos

● 1 cdta. de pimienta negra

● 1 cdta. de comino y sal

● ¼ taza de aceite vegetal

● 200 gr. queso dambo

● 50 ml. leche evaporada

● 1 huevo duro

Preparación

Limpiar los rocotos, abriendo un orificio por la parte superior, extraer con una cucharita las semillas y las venas, raspar las paredes interiores y luego enjuagar y dar un hervor en agua con azúcar hasta que el rocoto esté blando.

En una cacerola calentar el aceite, rehogar los ajos, el ají colorado, la cebolla. Una vez bien rehogado, agregar la carne molida, la pimienta y comino. Cuando la carne esté bien cocida agregar el maní tostado y molido y retirar. Rellenar con esto el rocoto más una rodaja de huevo. Preparar para una fuente o asadera, acomodar los rocotos, colocar las rodajas de queso, la leche evaporada con el huevo mezclados y rociar por encima.

“Para mí  volver a mi país natal fue muy emocionante. Poder mostrarles a mis compañeros de trabajo mis raíces y costumbres, las maravillas que tiene mi país fue fundamental. Visitamos mercados, huariques, restaurantes, chifas, pollerías, hoteles. Y especialmente la maravillosa diversidad que tiene Perú en verduras y frutas”, cuenta contenta Alicia.

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