“Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío…”

Carlos Berlín

26 de julio de 1947 – 3 de enero de 2012

Pocos días atrás, el 3 de enero, se nos fue un gran amigo y un vecino reconocido de nuestro pueblo, el arquitecto Carlos Berlín.

Hace cerca de 12 años eligió a Chacras de Coria para vivir, trabajar y junto a su esposa, ver crecer a sus hijos en estos pagos, que a su juicio, como al de la mayoría de los chacrences, es un lugar ideal para aquerenciarse.

Bonaerense de nacimiento, pero de madre mendocina, de chico y adolescente venía periódicamente a nuestra provincia, hasta que, después de recibirse de arquitecto, hizo de Mendoza, “su” provincia, al punto tal que sin dejar de lado su “verba aporteñada”, arrastraba las “erres” de vez en cuando, hablando sin darse cuenta, con nuestra típica tonada.

Hombre de sentimientos nobles, inteligente, perceptivo, sensible; interesado y preocupado por los problemas de su comunidad llegando a hacer una verdadera “profesión de fe”, aún en su agnosticismo, la creencia en el Hombre, sus valores y sus conductas al servicio de las causas justas. Serio y firme en sus convicciones, sin perder jamás esa fina ironía que lo caracterizaba, poniendo siempre una nota de humor a todo, incluso a los asuntos más profundos y solemnes.

Buen profesional, buen amigo, buen tipo. Deja cuatro jóvenes hijos, de buena factura moral y espiritual, preparados intelectualmente, que seguramente acompañando a su cordobesa mamá Edith, honrarán con gran amor y respeto su memoria.

Seguramente su recuerdo se nos hará recurrente en nuestras vidas, más aún en las reuniones en “el café”, cuando surja alguna frase de su pícara y característica simpatía.

Querido hermano Carlitos Berlín, nos queda decir: te vamos a extrañar y te despedimos con un ¡hasta Siempre!.

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