Tito Díaz y su perra Frida, enloquecida con Roberto, el macho del pueblo.
Pali Alonso de compras por el pueblo, sábado a la mañana.
Ana Roby, lectora fanática de Correveidile, llegó presurosa a buscar el ejemplar de agosto antes de que se agote.
Mercedes Rizzola, Luisina Bourlot -bien pertrechada con la bebida nacional-, Gabriel Máscolo, Albertina y Valentino. Detrás, se acerca Armando Guevara Civil a buscar su Nación de los domingos.
Fiesta de contraste. Se ha formado una pareja bicolor: y Dallapé, productor local de aceite de oliva.
La doctora Laura Hanna –quien recolectó muchos potenciales nuevos pacientes ese día ¿porqué será?- y Luis Bossio.
Figuras recurrentes. Gustavo Greco y Caco Merlo, con su cuota al día, brillan nuevamente en nuestras páginas.
Luis María Cano con Facundo y Lucas. Se lo vió muy contento a Facundo, quien empezaba a festejar su cumpleaños.
Maestras sueltas en su día. Angélica Proverbio, docente de Buenos Aires de paseo por nuestro pueblo, con nuestras damas de la Biblioteca, las maestras Chela y su hija María Elina Cocucci, y Marta Morelatto de Gómez.
El nuevo vecino de Loria, Felipe Lerena, con la lectura dominguera.
Violeta Ortiz con las mellizas Milli y Guada, junto a Elisa y José Francisco.
Marcelo Adi y José Luis Ruiz se conocieron en el kiosco y descubrieron que tenían vínculos cercanos. Correveidile produce esas cosas.
Leticia llegó con sus cactus y macetas de colores a la esquina del kiosco de diarios y desde allí enseña cómo cultivarlos.
Verónica Pallaviccino con su hijo Ivo Ianuzzi y Brenda y sus beba Malena.
Dillon, el gran cliente Cáceres y la nueva vecina de calle Loria, Laura con su hijo.
Eduardo y Susana Ferrer salieron juntitos a pasear y charlar por el pueblo mientras hacían la compra del almuerzo familiar dominguero. Tanto charlaron que creemos que encontraron todo cerrado.