La primavera nos explotó en el alma y nos llenó del entusiasmo suficiente como para pintarnos de colores y enloquecer la portada. ¿Qué le pareció?
Cada vez que llega esta estación la alegría nos impregna. La vida nos florece alrededor y pareciera que la naturaleza nos abrazara con sus aromas y sabores. Para los que tuvimos la suerte de nacer en este suelo mendocino la inmensidad y cercanía de la montaña es un plus aparte, un privilegio que debemos agradecer cada día de nuestra vida.
Son estos los días que nos impregnan las ansias de disfrutar lindos momentos al aire libre. Especiales también para percatarnos de que estos escenarios naturales que hoy podemos disfrutar no estarán mañana si no creamos conciencia ecológica, por lo que es nuestra ineludible responsabilidad detener la destrucción que con nuestra negligencia hemos causado al mundo.
La buena noticia es que, a pesar de que los problemas medioambientales –calentamiento global, aguas contaminadas o falta de agua potable, desertificación, agujero de ozono, etc. etc.- hoy nos afectan directamente, todavía estamos a tiempo de revertir el mal que hemos causado por nuestro egoísmo y materialismo a ultranza.
Nuestro principal objetivo debe ser en estos momento que el mundo vuelva a ser un lugar saludable para todos, especialmente si priorizamos la calidad de vida de nuestros hijos. Creando conciencia ecológica e inculcándoles valores de austeridad y simpleza, podremos afrontar con éxito este problema que, por ningún motivo, debemos dejárselo en herencia.
Ellos no están en condiciones de no aprehenderlo, ya que no tienen resto para no actuar con raciocinio. Cuando sean adultos tendrán que convivir con problemas que nosotros hoy solamente atendemos a nivel de discurso y charlas de entrecasa.
Debemos darles las herramientas para que puedan sobrevivir en un mundo que hoy se nos aparece como muy deprimente y diferente al que conocemos.
Pero también los adultos debemos cambiar nuestros hábitos. Como si nada pasara erradicamos árboles para lucir fachadas o porque levantan veredas.
El k9ismo estado debe ….
Seguimos contaminando y derrochando agua como si no supiéramos que es un recurso natural con fecha de vencimiento. ¿Se imagina a su hijo peleando por un vaso de agua?
Seguimos arrojando basura en cualquier lugar, con un total desprecio por el otro y otras acciones por el estilo.
Es imperioso, entonces, que revirtamos estas malas costumbres y nos esforcemos entre todos para que podamos hacer posible un mañana en el que la vida no sólo merezca, si no que sea posible de ser vivida dignamente.
Si todos actuamos en consecuencia y en un mismo sentido, podríamos lograr cosas maravillosas y sentir la satisfacción de que estamos haciendo lo correcto.