El paisaje de la calle, articulación y armonía del espacio público
Por Eugenia Videla y Sonia Fioretti
Docentes de la Cátedra de Espacios Verdes de la facultad de Ciencias Agrarias (UNCuyo) y tesistas de la Maestría en Arquitectura del Paisaje (UCC.)
Si pudiera elegir mi paisaje
de cosas memorables, mi paisaje
de otoño desolado,
elegiría, robaría esta calle
que es anterior a mí y a todos.
Fragmento de “Elegir mi paisaje”
(Mario Benedetti, 1948)
El paisaje de la calle visto como unidad -vereda-calle-árbol-acequia- permite el sostén de la vida social urbana, rol protagónico en la integración de lo urbano y ambiental, se constituye en el orgullo del habitante en su lucha contra el desierto.
Vista a través de nuestros ojos, la calle está cargada de significados, de experiencias y vivencias que permiten la comprensión del sentido del lugar. Nos acerca a nuestra identidad, expresión y testimonio de la historia del pueblo. Inductor de estados de ánimo, con su variación estacional que destaca la arquitectura del vegetal en invierno, la frescura del verano con sonidos únicos de la brisa, los pájaros y el rumor de las acequias; el perfume, anuncio de la primavera y el otoño con sus amarillos y ocres.
Es casi obvio hablar del valor ambiental de nuestras calles arboladas, entre otros, protección de los rayos solares, atenuación de ruidos, fijación de elementos contaminantes, generación de conectores biológicos para la fauna…
Considerado recurso escénico, el paisaje de Chacras como lugar vivible, invitación al descanso y la contemplación, significa un beneficio económico indiscutible si, con el esfuerzo y preocupación de todos, lo protegemos y sostenemos en el tiempo.
Cada paisaje es único e irrepetible, y como tal, la manera de intervenir y de actuar sobre él también debe ser única e irrepetible. No podemos usar para esto una receta, “es una construcción socio-cultural, un bien común que debemos reconocer y proteger entre todos para asegurar nuestra calidad de vida”, en el presente y con una mirada a futuro. Para ello es imprescindible el desarrollo y aplicación de técnicas participativas que ayuden a hacer evidente la valoración que los distintos grupos sociales asignan al espacio en el que vivimos.
Para poder definir los valores que el imaginario colectivo percibe y adjudica en este momento a las calles de Chacras, los invitamos a involucrarse en la construcción de nuestro paisaje, el paisaje de todos. Podremos valorar qué nos agrada o molesta al caminar por las calles del pueblo, destacar si su uso como área de encuentro es válido, descubrir nuevos lugares, calles que son únicas, actitudes solidarias o no respecto al ambiente… Estos aportes son la base para establecer lineamientos que sirvan como guía para posibles intervenciones a partir de las visiones particulares de cada uno de nosotros apuntando al bien común.
Para aquellos que quieran “elegir el paisaje de la calle”, pueden hacerlo enviando su comentario a nuestros correos: sfioretti@fca.uncu.edu.ar o m_e_videla@hotmail.com, o expresar su opinión en forma personal en la urna “Elegir mi paisaje” ubicada en el kiosco de Correveidile.