Guillermo Gras
“Como arquitecto me dedico al diseño de edificios en base a proporciones universales, esto significa proporciones que se están reproduciendo permanentemente en la naturaleza y dentro de nuestro sistema solar, por ejemplo la proporción áurea, el número Pi y las raíces de 2, 3 y 5”, nos cuenta Guillermo Gras y agrega que “todos los eventos producidos por el hombre, desde un nacimiento hasta la creación de una empresa tienen un sello propio en las estrellas, este sello es un elemento importante a tener en cuenta al momento de tomar decisiones proyectuales”.
Desde su casa enclavada en la antesala del Cordón del Plata, este porteño que eligió Alto Potrerillos como su lugar en el mundo, nos introduce en el maravilloso mundo de la arquitectura como parte de un plan superior.
Por eso toma los recaudos pertinentes y si el edificio a construir es una vivienda familiar realiza previamente un estudio astrológico de cada integrante de la familia, pero si el encargo es para una empresa se basa para su proyección en la fecha de fundación de la misma.
Construir con lo que hay
A la hora de elegir los materiales de construcción de sus edificios, intenta dar prioridad a los materiales naturales, como la madera, la piedra y la arcilla.
“Me interesa fundamentalmente la arcilla porque considero que es el material
que se asemeja más a la piel de un hombre o un animal” – cuenta Guillermo y asegura “que la primera casa del hombre es su propio cuerpo físico y recién la segunda es la que se construye”.
Para el arquitecto, la arcilla puede reemplazar al cemento como aglomerante con muy buenos resultados, mientras que la madera puede reemplazar al hierro para absorber esfuerzos de flexión, tracción y compresión. “La arcilla es un material natural y abundante en la superficie terrestre. Si se lo sabe utilizar en su justa proporción, no hay mejor material para levantar un lugar habitable: su capacidad para absorber y desorber humedad y su capilaridad son interesantísimas, imitando de alguna manera
a la capacidad que tiene nuestro cuerpo de regular la temperatura interior manteniéndola apenas por debajo de los 37°C. Un muro de adobe de no menos de 30 cm de espesor y con una buena proporción de arcilla en su mezcla mantiene la humedad relativa del ambiente interior en un porcentaje ideal para la salud del 40 a 50% +/-. Es un material dúctil y moldeable, de gran inercia térmica”.
Apuesta por la ecología
Por el contrario, Gras explica que el cemento portland necesita de una gran cantidad de energía para su fabricación: “para obtener un kilo de cemento necesitamos quemar aproximadamente 500 kg. de carbón. El dióxido de carbono resultado de la quema de esta gran cantidad de carbón es una contribución importante para el calentamiento global de la atmósfera”.
“Si utilizáramos menos cemento y más arcilla en nuestras construcciones no solo estaríamos contribuyendo a mejorar nuestra propia salud sino también la salud de nuestro planeta”.
Otro material interesante para estas latitudes es la piedra pómez, que tradicionalmente se la utiliza en Mendoza para la aislación térmica de los techos. Este es un material que también se puede utilizar para construir muros con un alto coeficiente de aislación térmica.
La experiencia indica que un muro de ladrillón de 18 cm. de espesor tiene una aislación térmica de solo el 50% respecto de un muro del mismo espesor realizado con una mezcla de piedra pómez y cemento en una proporción de 10 a 1.
La madera suele usarse como revestimiento, para fabricar aberturas o como estructura para techos. Estructurar una casa con madera no es común aquí en Mendoza en donde el hormigón armado ha pasado a ser la opción casi obligada, sin embargo se obtienen muy buenos resultados de construcciones antisísmicas con estructuras tipo balloon-frame -estructura globo- al estilo de las casas norteamericanas y luego revestidas con mezclas a base de arcilla, arena y fibra vegetal.
Para este tipo de construcciones los muros curvos, además de darle movimiento y riqueza espacial al proyecto. optimizan la resistencia al vuelco.
Al pie de la Cordillera
Guillermo -egresado de la Universidad de Buenos Aires, en 1989- vive desde 1997 en Villa Los Zorzales, Alto Potrerillos, al pie del Cordón del Plata, con Hanna, su mujer y cinco niños: Antonella, Franco, Inti Juan, Maia y Alexandra, “las dos últimas nacidas en nuestra casa, así que son bien cordilleranas y platenses”.
“Adopté esta tierra porque siempre quise vivir cerca de la cordillera de los Andes, es un lugar ideal. La majestuosidad del cielo nocturno, el silencio y el aire diáfano invitan a una meditación activa permanente. El Cordón del Plata es un tesoro que poca gente, incluidos los propios mendocinos, se anima a descubrir. Es un privilegio para la ciudad de Mendoza contar con un lugar de esta majestuosidad tan cerquita”.
Proporción áurea o el Universo a escala
La proporción áurea o número fi (f) surge de partir la unidad de tal forma que “el término más pequeño es al término más grande lo que el término más grande es al más pequeño más el grande”.
Es interesante el sentido filosófico y simbólico que tiene esta proporción porque estaría representando de forma geométrica y matemática que todo el Universo está creado a imagen y semejanza de la Unidad o materia primigenia que todo lo abarca. Partiendo infinitamente la unidad de acuerdo a esta proporción estaríamos en condiciones de reproducir el universo a la escala necesaria.
Contacto
Guillermo Gras
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