La misión de Carlota

Cada uno tiene una función en esta vida

Había una vez una gata que apareció…y se quedó!

Si, fue así nomás que llegó a nuestras vidas: Carlota, querida amiga.

Era una gatita tricolor: blanca, anaranjada y negra. Hasta aquí, una gata común. Lo que la convertiría en única era su lugar de residencia y sus muchos amigos.

Es que “la Carlota” como la llamábamos, fue durante mucho tiempo, la mascota de los jardines de la Escuela Teresa O’Connor.

Cada mañana, nos esperaba sentada en la puerta de la escuela y con un miau nos saludaba y enfilaba presurosa a la Salita. Los chicos entonces, la alimentaban, le arrimaban su platito con agua y, a pesar de los intentos por parte de nosotras, las Seños, de que no la acariciaran, recibía mimos a discreción.

Ya con la pancita llena, participaba del saludo a la bandera y luego se acurrucaba… sobre los trabajitos de los chicos!!! Dormía toda la mañana, algunos días con mis “Bichitos” y otros con los “Sapitos” de la Seño Gilda.

Cuando tocaba el timbre y era la hora de salida, nos despedía y también ella se iba. ¡Ya había tomado su clase!!

Conoció a grandes personalidades. A Monseñor Arancibia se le presentó con su clásico miau frente a la mirada atónita de la Directora, quien casi cae redonda al piso; pero enorme fue su sorpresa al ver que el alto prelado la saludó con toda naturalidad y afecto. ¡Qué grande!!!

A nuestra Carlota, como a la mayoría de los gatos, no le gustan los perros. Así que cuando venía la Brigada de Canes a hacer exhibiciones a la escuela, la gata desaparecía. Esos perros metían miedo. Pero a otros les hacía frente…!! El Jardín era SU territorio y pobre del perro que osara entrar, ¡ja!: se inflaba, erizaba los pelos y juntaba sus cuatro patas. ¡Un animal feroz!

Por ella habrá en Chacras varios veterinarios dentro de algunos años y, quienes no lo sean, habrán aprendido a respetar a los animales, a cuidarlos, a alimentarlos y a quererlos responsablemente.

Así es, “la Carlota” nos enseñó mucho acerca de los animales, a los chicos y a las Seños. Nos enseñó también acerca del ciclo de la vida, cuando la suya se apagó en junio de 2010.

¡Caramba! Ahora me doy cuenta!!! “La Carlota” no iba al jardín a tomar clases, iba a darlas.

Y colorín colorado, este cuento, ¿se ha acabado?

Seño Claudia

Sala de 4

“Los Bichitos”